Vandidos

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Durante el camino de regreso a La Zona nadie había pronunciado palabra alguna, aunque Sofía se la había pasado sollozando y su amiga la abrazaba para consolarla.
En la parte trasera de la camioneta iban Ben y Julia junto a Diana, quien no había muerto, pero estaba grave y si no nos apurábamos pronto moriría.
Estábamos a metros de llegar cuando un neumático se pinchó y Mike tuvo que frenar abruptamente para no tener un accidente.

-¿Qué fue eso? - prengunté.

-No tengo idea.- dijo Mike.

En ese momento un disparo rompió la ventana frontal.

-¡Niñas agáchense y quedense aquí!

Mike y yo tomamos nuestras armas y bajamos, pero no volvieron a disparar. Fuimos tras la camioneta.

-¿Julia, están bien?

-Sí, ¿qué ha pasado?

--¡Hay que irnos! - gritó Ben.

-¿Qué pasa Ben?- preguntó Julia.

-Yo los traje aquí, nos matarán.

-¡¿De qué hablas imbécil?!- gritó Julia tomándolo por el cuello de la camisa.

-Ellos iban a matarme... ¡Debemos irnos ya!

Comenzaron a dispararnos nuevamente y nosotros también lo hicimos. No se de donde salió un grupo de hombres, casi todos vestidos de negro y verde oscuro.

-¡Agáchense!

Empezó el tiroteo.

-E..e..rick, necesitamos... refuerzos- oí decir a Diana. Ella tenía un walkie talkie del que no teníamos idea.

-¡Preséntame a tus amigos Ben!-gritó un hombre que parecía ser el líder. -¡¿A ellos también los vas a engañar, basura?!

(Erick)

Estaba viendo las cámaras de seguridad cuando el walkie talkie que tenía comenzó a transmitir.

-E..e..rick, necesitamos... refuerzo-oí a Diana.

Rápidamente revisé las cámaras que mostraban el exterior. Había un tiroteo cerca, un grupo de hombres contra los de una camioneta negra, seguro ahí estaba Diana.

-¡Helena!- ella corrió rápidamente hacia mi - ¡Todos fuera con sus armas!

Ella fue avisando por el alto parlante y fueron saliendo.

-¿Nosotros también, doctor? - preguntó Helena. Saqué de un cajón mi arma favorita.

-Vamos, tú ya sabes que hacer.

No nos podían vencer, no éramos más que ellos con armas, pero estábamos más capacitados. Además Helena nos daba la ventaja.
Era el único que faltaba. Eran muchos hombres, más de los que había visto en las cámaras. Había funcionado, ya no atacaban al grupo de la camioneta, pero sí a nosotros.
Ya no me quedaban balas, así que me puse al cubierto y observé con los binoculares. Funcionaba, uno a uno estaban muriendo, pero no por la lluvia de balas, sino que por Helena, era una de las mejores francotiradores que he visto en mi vida. Los vandidos se miraban extrañados. Ella era muy sigilosa. Quedaba sólo el que parecía ser el líder. Intentó correr, pero aquel hombre, Michael, lo alcanzó y atrapó. Le dio un fuerte golpe en la cara y perdió la consciencia.

(Michael)

Por poco y no la contamos, el estúpido intentó escapar, pero lo alcancé. Lo dejé tirado mientras un uniformado se lo llevaba a La Zona; al igual que a Diana. Llegué a la camioneta junto a los demás. Allí estaba el imbécil de Ben.

-Buen trabajo Mich... - recibió un golpe en su cara, cayó al piso y luego con brusquedad lo hice pararse, lo agarré de su ropa y lo estampé contra la camioneta.

-¡Morirás si no nos das una buena explicación hijo de perra!

-¡Les diré todo!, pero suéltame...

-¡No tendrás ese privilegio!

Sujetado de las manos lo empujé hasta las instalaciones. No encontré a Erick, así que le dije a Julia y a Mike que me acompañaran. Fuimos a los vestidores de mujeres que no era concurrido y tiré al estúpido al suelo.

-¡Di nos que pasó!- él suspiró.

-Les diré todo, no quiero que me juzguen mal, he echo lo posible por ganarme su confianza.

-Ya habla - le dijo Julia.

Flash Forward Ben.

Era un día como cualquier otro. Mi vida era una mierda. No tenía trabajo, mi novia me había dejado y para colmo le debía dinero a unos sujetos. Ya estaban por embargar la casa, así que ya no quedaba más que esperar...

Vivía fuera de la ciudad, porque a Judy, mi ex novia, odiaba aquel caos.
Estaba tirado en medio de la sala principal. La noche anterior me la había pasado en un bar que fue destruido por algo, sólo recuerdo el caos y a mí corriendo en medio de la nada... pude escapar y llegar a casa. Por estar algo borracho me había quedado dormido, por lo que supuse había sido todo un mal sueño.

De repente alguien tocó a la puerta como desesperado.

-¡Ben!- oh mierda. Son ellos - ¡Sé que estás ahí abre la puerta!

Era el grupo de Max, un tipo alto y musculoso con cicatrices por todas partes. Líder de un grupo de vandidos a los cuales les debía dinero.

-¡Sabes a qué venimos!

Pero después oí gritos. Miré por la ventana. Unas criaturas gigantes, parecidas a escorpiones verde oscuro, estaban acabando con los hombres. Eran alrededor de 10 hombres y 5 escorpiones. Algunos eran atravezados con la lanceta, sufrían hasta la muerte. Los que tenían más suerte eran partidos a la mitad con las tenazas y morían instantáneamente sin dolor. Habían disparos inútiles.
Tenía miedo así que me escabullí hasta la puerta trasera de la casa. Salí sigilosamente y cuando estuve fuera, algo por la espalda me cubrió la boca para no gritar. Era Max, junto a otros dos hombres que no habían muerto.

-No grites o te tiro a los monstruos.

Me arrastró de nuevo dentro de la casa. Cerraron la puerta y fuimos al segundo piso. Dejó a uno de los hombres en el primer piso.

-Gritas si ves algo.

Él asintió y los otros nos dirijimos al segundo piso.
Max poseían un rifle, así que fue acabando con esas cosas una por una. Ya había matado a 3 y una se la habían cargado los hombres muertos.

-Haber preciosa, ¿Dónde estás? - decía Max mientras buscaba la última.

El hombre que estaba bajo el mando de Max me apuntaba para que no escapara. De repente se desvaneció y algo lo atravezó por el pecho y su sangre cayó en mi cara. Max reaccionó y le disparó al escorpión que había entrado en la habitación sin percatarnos.

-Bien... Son todos... - Decía Max mirando al asqueroso bicho esparcido en el suelo, al igual que su subordinado. Tenía sudor en su frente y yo no me recuperaba del shock.

-Vamos, camina. -decía apuntándome.

A punta de pistola bajamos la escalera. Vimos al otro hombre muerto; descuartizado y me dieron ganas de vomitar. Max no mostraba ninguna expresión. Me preguntaba... ¿Qué carajo estaba pasando?

Me hizo caminar hasta una camioneta estacionada lejos y un hombre de color, estaba apoyado en ésta.

-¿Qué pasó Max?, ¿Y los muchachos?

-¡Están todos muertos por culpa de éste imbécil!

-¿Cómo es posible?

- Otra mutación de las perras plantas.

-¿Qué haremos con él?- dice apuntándome con su pistola.

-Ya sabes.

Entonces recibí un golpe en la nuca y vi todo negro...

NO ONE IS SAFE© PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora