Campamento de seguridad

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   Julia no se había sentido bien, durante la noche tuvo fiebre, pero insistía en que estaba bien. Muy temprano en la mañana partiríamos. Tenía la duda si llevar con nosotros a Julia y a las niñas, al final eran dos, pero de las dos maneras era peligroso: si se devolvían solas corrían el peligro de Soria; si se iban con nosotros tenían el peligro de Soria y los militares, pero al menos nosotros las podríamos cuidar.

-¿Ya nos vamos?- preguntó Mike tomando su mochila.

    Todos tomaron sus cosas y comenzamos la marcha. De vez en cuando aparecían sanguijuelas, pero pronto acabábamos con ellas.

-¿Cuánto falta para llegar al refugio?- preguntó Mike a Sofía.

-No mucho, sólo hay que cruzar esas colinas.

   Estábamos cerca pero de pronto Julia cayó al suelo.

-¿Julia?... Julia despierta...- decía moviéndola un poco.

-¿Papá?, ¿eres tú?- balbuceaba.

-¿Qué haremos con ella?- dijo Mike.

-No se preocupen, yo la llevaré, ayúdame.- Mike ayudó a subir a Julia a mi espalda, si que es una testaruda.

    Caminamos hasta la cima de la última colina y logramos ver el lugar; era una instalación resistente, con algunos militares haciendo guardia a su alrededor, supongo que su personal también era limitado.

-¿Cómo entraremos?- Mike sacó de su mochila unos binoculares y miró por ellos.

-Allá, hay una pequeña puerta alejada de las entradas, y sólo hay dos guardias.-Dijo pasándome los binoculares para yo poder ver- podemos acabar con ellos y entrar; el problema es como entrar sin que los otros guardias se den cuenta.

-¿Una distracción?- comentó Ben.

-No es tan mala idea, pero como...

-Creo que no hará falta pensar, miren.

   A lo lejos se veía un grupo de sanguijuelas acercándose a los hombres.

-Bien, Julia, Sofía y su amiga se quedan aquí; ¡vamos muchachos!

    Mientras los guardias estaban muy ocupados acabando con las sanguijuelas, nos acercamos sigilosamente. No nos vieron.

-¿Todo bien en su área? - preguntó alguien por el radio que portaba uno de los hombres.

-Sí, un par de monstruos, pero ya los liquidamos, cambio.

    Cuando acabó su mensaje, un golpe ya lo había derribado.

-¿Qué mier...?- su compañero corría la misma suerte.

    Había bastado unos golpes en la nuca para dejarlos inconscientes, realmente no queríamos matarlos.

-Vamos, hay que tener cuidado.
    Rompimos de un disparo la chapa y el candado de la puerta.  Entramos y con mucha cautela destruimos las cámaras que podían habernos delatado. Había muchos pasillos angostos, que parecían desiertos, era un verdadero laberinto. Llegamos fuera de una sala que tenía paredes con ventanas que cubrían la mitad de éstas. Parecía ser la bodega de alimentos, y había personas acomodando productos en diversas cajas. Nos agachamos y pasamos uno a uno cuando las personas que estaban en el interior de la sala se concentraba en su labor, para que no nos vieran. Seguimos caminando, exactamente no sabíamos a dónde ir. Mike iba a la delantera y yo en la retaguardia. Iba a dar la vuelta en el pasillo, pero nos indicó que retrocedieramos y con una seña dijo que guardáramos silencio.

-Hay uno allí... -susurró.

    Había un militar a la vuelta del pasillo, si nos encontraba estaríamos perdidos.

-Todo el personal armado dirigirse al área 12, tiroteo en progreso, necesitamos refuerzos.- escuchamos la voz de una mujer por un parlante.

   Mientras el militar se alejaba corriendo por otro pasillo, nos dirigimos a la puerta de estaba custodiando. Fuera había un cartel que decía "SALA DE CONTROL". Mike abrió la puerta y nosotros lo esperamos. Escuchamos un golpe y entramos. Un hombre gordo ya hacía inconsciente en el suelo.

-¿Cómo haces eso? - preguntó Ben.

-Hice el servicio militar.

-Basta de parloteo, hay que encontrar a esa mujer o estaremos perdidos.

   Era un lugar lleno de pantallas de vigilancia de las cámaras de seguridad.

-¿Dónde estás mujer...?- decía en voz alta para mi mismo.

-¡Alto ahí! - gritó alguien a nuestra espalda. Volteamos y nos encontramos con una pelirroja vestida de militar apuntándonos con su arma.

-No queremos problemas... - dijo Ben estupidamente.

-Lo dicen quienes violaron la seguridad de este lugar.-ella bajó su arma, no entendía nada de lo que estaba pasando.-¿Los envió mi esposo?

-¿Erick?, ¿tú eres la esposa?

-¿Qué esperaban?

-A una mujer indefensa esperando ser rescatada.

-Y yo esperaba que enviara personas decentes...

-Basta de charla; hay que salir de aquí - dije.

-Bien, siganme.-Dijo la pelirroja.

    Íbamos siguiéndola y corriendo por los pasillos.

-Soy Diana, se supone que debí escapar antes de venir al campamento, pero no pude y debí confundirme entre los militares para no ser asesinada. Sólo necesitaba a más personas para escapar y saber que ya habían rescatado a mi hija. ¿Está bien?

-Ella está afuera, esperándonos

-¡¿Qué?!, ¡Fueron unos imbéciles al traerla!, ¡debería matarlos por ponerla en peligro!; pero los necesito...

     Frente a nosotros, por el pasillo, se veía un militar.

-¡Alto ahí!- nos gritó, pero no nos detuvimos y Diana le disparó en la pierna.

-Genial...- exclamó Mike.

   Comenzaron a sonar alarmas y corrimos más rápido. Llegamos a un depósito de vehículos y nos comenzaron a disparar.

-¡Vamos!,¡suban a ésa!- gritó Diana indicando una camioneta negra. Todos subimos menos ella que se abrió una puerta grande para salir. Ella subió detrás de la camioneta de un salto y salimos de allí. Los disparos ya se escuchaban más lejos. Al llegar a la colina dónde estaban las chicas, paramos y Diana corrió a abrazar a su hija. Pero al caminar devuelta a la camioneta para irnos a La Zona, se desplomó en el suelo, sangre brotaba de su espalda, le habían disparado...

NO ONE IS SAFE© PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora