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Esa noche no pude dormir bien ya que estaba pensando mucho en lo del columpio; ¿quién lo habrá puesto allí?, ¿se molestarán al saber que lo hice caer?; o peor aún: ¿el conserje le dirá a mis padres y me echarán?. Tantas preguntas pero no muchas respuestas surgían.

Al fin había conciliado el sueño pero de repente escucho el llanto de una niña como de cinco o seis años, no estaba segura. Traté de ignorar ese sonido y volverme a dormir pero mientras más lo ignoraba más fuerte se volvía, parecía que sabía que la ignoraba.

Al final me decidí a descubrir la razón de los llantos.

Inspeccioné por la sala, la cocina, el baño y el salón de juegos pero mi búsqueda había sido en vano ya que al parecer provenía del porche, pero no quería investigar afuera por dos cosas:

1- Era de noche y tenia sueño.

2- El columpio se movía solo.

No quería salir pero al final me armé de valor y decidí salir.

A punto de llegar empiezo a ver la silueta de una niña columpiándose y su velocidad se hacia cada vez mucho más fuerte hasta que...

¡Splash!

La aparente niña en un intento de parar y por su impulso cayó al agua. Corrí a ver que sucedía pero, para mi sorpresa, la niñita no estaba y de repente salieron unas pequeñas burbujas, como las que se forman al ahogarse. Intenté ignorar lo sucedido pero no lo logré, mis intentos fueron en vano, hasta que por fin me dio tanto sueño que quede dormida horas después.

Recuerdo que mi padre me había dicho que dejaría un papel con los nombres y números de teléfono de las personas que anteriormente habían vivido en esa casa del lago, así que lo tome y llame a una señora, si no mal recuerdo se llamaba Beatriz Gale, era la mas antigua persona que había vivido allí. Logré llamar luego de casi ocho intentos.

-¿Hola?.-Dice con un tono confundido.-¿Quien habla? llamaré a la policía si es otra de sus bromas.

-No señora descuide, no la llamé para hacerle algún daño, sólo llamaba para preguntarle sobre la casa que usted tenía, ¿recuerda? la del lago, la que tenía un columpio hecho a mano.

-¡No se nada sobre eso adiós!-Decía como si tuviera pesadillas cada noche con esa casa, como si tuviera un mal recuerdo de ella. No quería ser entrometida pero tenia que preguntar el por que de su temor.

-¡No no no señora!, no quería traerle malos recuerdos. Tan sólo llamé porque tenía algunas preguntas sobre ésta casa ya que estoy viviendo aquí actualmente y me han ocurrido algunas cosas un poco extrañas pero por favor se lo suplico: no cuelgue .-Le explico.

-¿Que edad tienes muchacha?-Me pregunta como si eso fuera importante.

-Veintidós, ¿por?

-Está bien, agarra una hoja y papel- Me ordenó.

-Ok...

-Anota esto: Avenida Brehan, Asilos Para Ancianos Holland S. piso cuatro ala tres .-Me explica.- Ven mañana a las diez a esta dirección y si preguntan dices que buscas a Beatriz Gale y luego dices que eres mi nieta, te explicaré todo lo que debes saber antes de que ella te atrape también.-Me dice hablando muy seriamente conmigo.

Al día siguiente me levanto a las ocho para desayunar, ducharme y hacer una lista de preguntas, luego parto en el autobús más cercano y me lleva directo al asilo de ancianos. Luego entro en el edificio y armada de confianza entro y digo lo que la señora me ordenó y subo a la habitación antes dicha y para cuando entro encuentro a la anciana, parecía de setenta años más o menos.

-Te estaba esperando. Pasa, pasa.-Me dice.

No me imaginaba lo que me esperaba ni tampoco que fuera tan serio.


El columpio frente al lagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora