Alex
Entramos a la casa todas histéricas por lo sucedido; no le encontramos explicación alguna. Podía sentir como mi corazón palpitaba rápidamente del susto.
Decidimos subir a las habitaciones para cambiarnos de ropa. Trataba de hacerlo sin caerme ya que aún estaba bajo los efectos del alcohol.
Entrando a mi cuarto lo primero que hice fue ir al baño pero todas las luces se apagaron de golpe así que -como pude por que no se veía absolutamente nada- busqué mi linterna y la encendí.
Baje a la sala y encontré a Emily tumbada en el sofá mirando al vacio, no parecía la misma de siempre. Ya no tenía esa mirada que transmitía alegría, en cambio esta mirada era fría y no parecía transmitir ningún tipo de sentimiento; era algo tenebrosa, ella estaba como en un estado de shock.
- ¿Emily?.-Pregunte sin conseguir respuesta de su parte.- Ten, una linterna.-Nada, seguía sin emitir ni un solo sonido.
- ¿Sabes?, estábamos mucho mejor antes de que llegaras.-La escucho decir con una voz mucho más grave de lo común.
- ¿De qué hablas Emily?.
- ¿Quién dijo que hablaba Emily?
Sentía un nudo en la garganta, ¿si no era Emily, quién entonces?. Esas palabras se quedaron resonando en mi mente.
Estaba asustada, ¿qué le pasó a mi amiga?.
- Entonces, ¿quién es?.-Me atreví a decir finalmente.
-Sophie.
En eso recordé lo que la anciana me había contado sobre la casa, y los fantasmas que habitaban aquí, y uno de ellos era una niña llamada Sophie.
No sabía que decir, nunca en mi vida me había topado con algo así. Me encontraba aterrorizada, no sabia si responder o salir corriendo. Al recordar le pregunté:
- ¿De que hablas?, no conozco a ninguna Sophie.-Le dije.
- No me conoces, es verdad, pero yo a ti si.
Nuevamente quede paralizada al oír esas palabras, ¿me ha estado observando un fantasma?.
- ¿Qué hiciste con Emily?
- Oh tranquila, ella está bien, por ahora.
- ¿A qué te refieres?.
- Mientras más use su cuerpo su espíritu morirá, pero tranquila, pronto estarás con ella.
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El columpio frente al lago
TerrorAlex Arlett, chica de veintiún años que decide independizarse e intentar continuar su vida sola, pero al llegar a su nueva casa frente al lago, su vida se verá atormentada por un espíritu maligno que la amenaza tanto a ella como a sus seres queridos.