El columpio frente al lago

08

Al ver esa muñeca me entró el pánico, ya que cuando bajé no estaba allí en el mueble. La aparente muñeca me miraba fijamente através de su ojos abotonados y su sonrisa cosida.

Agarro la muñeca y cuidadosamente la reviso.

Del susto tiré la muñeca al suelo porque ¡había girado la cabeza!

Me quedé observando si se volvía a mover pero nada. Pasé horas viendo esa muñeca cuando de repente vi a una niña de nuevo, agarro y se llevo la muñeca que supongo que era suya.

Impactada por lo sucedido, vuelvo a mi habitación y no veo a Cookie. No le di mucha importancia porque pudo haber bajado al patio, ya que dejé la puerta abierta y me dije a mi misma que lo buscaría mañana.

Al día siguiente busqué a Cookie por todas partes pero no lo encontré.

~*~

Al pasar los días ya estaba a punto de llamar a la perrera del pueblo, cuando de repente veo que Cookie está en el patio y cuando lo llamo sale corriendo; yo por supuesto salí a buscarlo pero cuando lo hago no lo visualizo.

Volvió a desaparecer.

~*~

Ya pasaron 9 días desde que vi a Cookie en el patio y sigo sin encontrarlo y cuando llamé a la perrera del pueblo decían que no vieron a ningún perrito con su descripción, que más bien en toda la semana no habían atrapado ni un solo perro.

Estaba tan preocupada por él que salí al pueblo y a sus afueras buscándolo pero sin suerte alguna.

Vuelvo a casa decepcionada y me acuesto, puesto que había pasado desde las siete hasta ahora que son las once en la calle.

Me acuesto un suspiro se me escapa de entre los labios y muchas preguntas volvían a aparecer en mi cabeza como:

¿Quién o qué se habría llevado a Cookie?

¿Por qué?

¿Se habrá ido por su cuenta?

¿Fui mala dueña?

¿Dónde está?

¿Se sentirá solo?

¿Estará herido?

¿Me extrañará? 

¿Lo habrá adoptado ya otra persona?

De tanto pensar ya me empezaba a doler la cabeza, hasta que al fin el sueño pudo mas que mis pensamientos.