Encuentros

1.2K 78 8
                                    

Ya pasó dos semanas desde el encuentro de Lapis y Jasper literalmente Lapis no saca de su mente aquel momento en que la peliblanco sello sus labios con un beso feroz y brusco, pero lo que no dejaba de rondar por su mente era ¿por qué no se lo impidió? Bien es fácil haberle propinado una buena bofetada o morder sus labios y lengua pero no lo hiso en ese momento su cuerpo estaba a flor de piel y para que engañarse, a ella le gusto, y justo por eso se siente tan mal con ella misma aún más sabiendo que es la hija de la multiempresaria Jasper Jaspela, de esa mujer se esperaba todo, no puede, más bien no debe estar con alguien relacionada con esa señora, no ¿si su madre se enteraba que intercambiaba besos con la hija de su competencia que haría con ella? Después de lo que hiso esa señora a su madre más le apuñalaba su conciencia, 'ya vasta Lapis debes dejar los encuentros casuales con ella' se castigaba en sus pensamientos.
Los encuentros se habían dado más frecuentemente, ella aparecía de la nada, si Lapis estaba en el baño como su fuera una bruja ella igual estaba en ese lugar, era así en todos los lugares de la escuela: la biblioteca, salones, baño, laboratorio... Y menos mal sería que esos encuentros casuales sean solo eso encuentros normales por así decirlo, pero no, siempre Jasper le daba un obsequio carnal a Lapis besos feroces lleno de deseos o susurros de explicaciones muy bien especificas de lo que haría con ella si estuvieran solas.
Y es justo eso lo que atormenta a Lapis que ella no hace nada para impedir esos encuentros, besos y caricias que le da la peliblaca. Justo ahora ella está en la biblioteca esperando a la protagonista de sus a tormentos por las clases acordadas, 'debo dejar de permitir que me toque, si mamá se entera no sé qué pasará, además no puedo ni debo estar con una Jaspela' pensaba era gracioso por qué justo eso le dice a su hermana siempre que llega de sus salidas con Garnet.

- disculpa la tardanza entrenamiento, ya sabes- se excusa - pero no llegue tan tarde como las ultima vez- le hablado viendo que no tenía respuesta.

- si- sacude la cabeza- ¿empezamos?

La gema más fuerte solo asintió.
Las clases fueron simple, si ella no entendía Lapis le explicaba más despacio, las clases al parecer ya estaba dando frutos pequeños pero frutos, de reprobado paso a probado, las horas pasaban ellas seguían con las explicaciones y algunos ejercicios que Jasper debía resolver, los alumnos que se encontraban ahí se fueron retirando poco a poco hasta dejarlas solas a ellas dos y a la bibliotecaria.

-bien es suficiente por hoy- bostezo Lapis ya cansada.

-si mi poco cerebro explotara, por tanta información- se estiraba mientras hablaba, puedo ver que la bibliotecaria no se encontraba, lo que ella aprovechó.
Tomo de la muñeca a Lapis y la levanto de su asiento, Jasper a deseado poder tocar su aterciopelada piel de ángel con aroma de sal marina desde que la vio bajar de su limusina en la mañana.
La mente de Lapis dejó de pensar en lo malo que es estar con Jasper tan rápido como la corpulenta gema la llevo a lo más olvidado de la biblioteca un lugar donde ni la luz del foco podía alumbrar.

-¿qué haces?-pregunta Lapis

Auque tenía idea de que haría Jasper, solo pregunto por puro reflejo, tan rápido como llegaron al último librero polvoriento; se metieron entre el librero y la pared Jasper la puso contra la pared, ella la acorrala, sus respiraciones eran rápidas como si acabaran de correr un maratón sus brazos de la gema más grande estaban de cada lado de Lapis, se tensaban con fuerza tenerla así era lo que más disfrutaba no aguantaba verla todos los días en los pasillos, ver sus caderas bambolearse, sus delgados labios curvarse para formar su perfecta sonrisa, no, no aguantaba más ganas de tenerla decir ¡ella es mía! Ese sentimiento creció mediante jugaba, si, para Jasper seguir a la peliazul era solo eso un juego, para fastidiarla y el día en la duela cuando Lapis le dio un sermón por quién sabe cosa, sólo actuó para complacerse a sí misma pero al probar esos dulces labios no podía parar, deseaba más, necesitaba más de esa chica al principio pensó solo ser un capricho, y para demostrárselo ella misma la empezó a seguir pero entre más la seguía más quería, al principio solo le robaban besos cortos y castos, pero ella quería que Lapis supiera lo que ella quería hacerle en esos momentos, y ahora la tiene contra la pared con su respiración entrecortada se ve tan linda, traga en seco trata de mantener su respiración pero tenerla así era un pecado por todos los pensamientos sucios que tenía lo que podía hacer con ella, Lapis no ayudaba ya que con la punta de su lengua mojaba sus labios, ella sabía que está mal su subconsciente se lo gritaba no lo hagas serás la decepción de tu mamá pero la valió carajo era un poco masoquista pero en el fondo le gusta que Jasper sea así, mientras su mente pelaba con el gran deseo que tenía a Jasper, esperaba que esos carnosos labios sellaran los suyos, ella levanto la vista podía ver a la peliblanca sus ojos naranjas brillaban ella bien sabía que ese brío era de deseo, juro que sus ojos también tendrían el mismo brillo de deseo que ella.

" Entre la sangre y el amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora