Capítulo 6

922 86 12
                                    

Suspiró mordiendo su labio inferior, debatiéndose mentalmente entre si entrar o no. Quería entrar, lo deseaba, pero tal vez eso no fuera lo mejor para su corazón.

Luego cayó en la nube de la que andaba volando desde hace exactamente una semana. Dayana.

Se dio cuenta lo estúpida e infantil que había sido su reacción ante aquel nombre mencionado por aquel chico de ojos azules, no había pensado en las posibilidades que podría significar aquella chica para Niall, ¿que tal si era su hermana? ¿Algún ser querido? ¿Alguien que el extraña?

Aún así se sentía impotente, la había mencionado justo cuando el le estaba diciendo lo hermosa que era y cuando las alas de ella estaba creciendo junto a una gran cantidad de ilusiones que crecía en su corazón y que se fueron a la borda en un dos por tres.

No tenía porqué haberse alejado de el de esa manera, mintiéndole.

Había sido débil y se había alejado como una cobarde de la manera mas fácil posible.

Ella era una facil. Palabras lindas y gestos lindos y ¡PUM! Cae enredada en la telaraña del amor. Una chica realmente fácil de enamorar al igual que fácil de romperle el corazón.

Era viernes, había faltado toda la semana, y lo había llamado una sola vez, para mentirle.

Su semana había sido realmente aburrida, sin nada que hacer, y se arrepentía haber renunciado a la perfumería donde ella trabajaba. Estaba tan ciega de amor por Niall que había decidido renunciar para pasar todas sus tardes con el, sin pensar en la ayuda que aquel dinero proporcionaba a su familia ni en lo que podía pasar en un futuro, como ahora mismo.

Tocó la puerta tres veces, y segundos después apareció una Maura sonriente frente a ella.

–¡_____!– la abrazó la mujer– Que bueno que estés de vuelta, Niall ya te extrañaba

–Señora Maura– dijo con una media sonrisa en el rostro— ¿Está Niall?

–Oh. Lo siento querida, salió con Aylene y Liam hace unos minutos– hizo una mueca– ¿Quieres pasar? Dijeron que no tardarían mucho

–No, no– dijo _____ rápidamente– Solo quería saber como estaba Niall

–¿Quieres algo de tomar? Tengo galletas– sonrió Maura y ____ bufó divertida, ¿Quien no de resistía a las galletas de Maura Gallagher?

–Está bien– rió ____ y ambas mujeres entraron a casa

(...)

–Se veía tan tierno– sonrió _____ mirando la foto. Y lo era, era un niño muy bonito– ¿Por qué se pintó el cabello?

Maura se encogió de hombros– No lose, Bobby y yo nunca lo supimos, solo que Niall llegó un día corriendo a casa luego de la escuela diciendo que ya sabía cual era su regalo de cumpleaño– sonrió nostálgicamente recordando aquel dia– Nos dijo que quería teñirse el cabello de rubio. Era muy extraño, le pedimos explicaciones pero el solo dijo que le gustaba como se veía aquel cabello. Y dejamos que se tiñiera, desde ese entonces siempre se lo tiñe– tomó un poco de su frapuccino– Pero ahora soy yo quien lo hace– sonrío triste

–Maura...– llamó _____ con la mirada perdida– Niall... Niall puede... Usted sabe... ¿Volver a ver?

Maura suspiró y dejó la taza en la mesa.

–Si– suspiró– Lo pregunté hace dos años a su doctor y dijo que podría recuperarse mediante una cirugía, no recuerdo muy bien como, pero si podría volver a ver

_____ sonrió contenta– ¿Y porque no deja que le hagan la cirugía?

Maura volvió a suspirar y esta vez cerró fuertemente los ojos– Porque es muy cara. He estado ahorrando para esa cirugía desde que el doctor me lo dijo, pero es imposible llegar a tal cantidad. Tengo el dinero suficiente para hacerla, pero es el dinero invertido para la educación de Niall

____ abrió la boca para decir algo pero la volvió a cerrar.

–Fácilmente podría usar ese dinero, pero Niall tendría que volver a estudiar, ¿y con que dinero pagaré la Universidad?– tomó su cabeza entre sus manos– Es... tan difícil ver a mi hijo triste todo el tiempo, es tan difícil saber que es tan joven y tiene que estar sufriendo así– la sentió sollozar– es tan difícil recordar las metas que el siempre me decía que deseaba cumplir y ahora... Todas están rotas– ____ se levantó de su silla y se acercó a Maura para abrazarla– Solo quiero que mi hijo vuelva a ser el mismo chico feliz, inteligente y bondadoso de antes

____ acarició la espalda de la mujer con sumo cuidado.

–Pero ____– la llamó Maura– El ha vuelto a ser feliz desde que llegaste– el corazón de ____ latió rápidamente– Lo veo tan feliz preguntando a cada segundo cuanto tiempo falta para que llegues, antes el no reía, solo se la pasaba sumido en sus pensamientos y tenía miedo de que se quedara así toda la vida– le sonrió

–Maura yo... Nose que decir

–No digas nada querida– sonrió Maura – Ahora toma tu frapuccino que se enfría

(...)

Caminaba por las calles frías de su ciudad, recordando lo que Maura le había dicho.

El podría curarse, Niall podría volver a ver con tan solo una cirugía en sus ojos. Estaba feliz por ello.

Luego las metas que Maura había mencionado. Le daba tristeza saber que Niall tenía una vida por delante y su discapacidad no lo dejaba continuar. Pero habían personas ciegas que seguían con su vida por delante y felices aún así como estaban.

Y comprendió que Niall tenía miedo.

Tenía miedo de fallar, Niall aún no había aceptado el hecho de ser ciego y no quería hacerlo.

Ella quería poder hacer algo con el, quería ayudarlo y darle la vista, darle la oportunidad de seguir adelante como un chico normal, darle la oportunidad de cumplir sus metas. Ella quería cumplir sus metas.

Corrió cruzando la calle cuando no vio ningún vehículo en la calle.

Entró al gran edificio y paró en recepción. Sonrió al ver quien estaba en recepción.

–¡Sophi!– sonrió la mujer que tecleaba algo en el computador.

–_____, hola ¿como estás?– sonrió

–Muy bien. Escucha no tengo mucho tiempo. ¿Está Brodie arriba?

–Si, está arriba. Acaba de llegar de su almuerzo

–¿Tiene pacientes ahora?

La mujer tecleó unas cosas en su computador y revisó los horarios.

–No, no hasta dentro de una hora

–Genial, gracias– y corrió hacia el ascensor y subir al piso correspondiente

–Toc toc– dio unos golpes a la puerta abierta y el muchacho dentro levantó la vista sonriente

–¡_____!– se levantó abrazarla– Que gusto, ¿como estás?

–Muy bien, ¿y tú?

–Muy bien. Sientate– tomó una silla delante de el y se sentó– ¿Que te trae por aquí?

–¿Es que acaso no puedo visitar a mi primo favorito?– preguntó fingiendo estar ofendida y Brodie la miró con una ceja alzada– Bien. Brodie necesito tu ayuda.

Brodie la miró con el ceño fruncido, pero se preocupó al ver la cara de súplica de su prima menor.

–¿Para que sirve este sexy oftalmólogo?

The Blind Boy | n.h shortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora