-Mañana te quitarán las vendas- dijo _____ felizmente mientras le daba de comer a Niall.
-Estoy ansioso por ello, tenerlas es demasiado incomodo- rió Niall- Estoy feliz de que estés aquí conmigo, ______, de verdad aprecio eso- apretó la mano que estaba entrelazada con la de ella, sacándole una sonrisa tonta a la castaña.
-Y estaré aquí mañana, no te preocupes- sonrió ella y para sorpresa de ambos, la chica se inclino y dejo un pequeño beso en los labios del chico. Sin embargo, ninguno dijo nada, solo se limitaron a sonreír como los dos tontos enamorados que eran.
Unos toques en la puerta interrumpieron su preciado momento, ambos dijeron un "Adelante" al unisono.
-Lamento interrumpir chicos- Maura entro con una pequeña sonrisa a la habitación- Pero _____, tu madre está afuera esperando por ti.
_____ asintió con la cabeza y se levantó de la cama soltando la mano de Niall. Este bufó y _____ se inclinó para darle un beso en la mejilla a Niall, pero este, atrapó la mejilla de la chica y movió su cara haciendo que sus labios chocaran.
Las mejillas de la castaña se encendieron pero le siguió en beso, sintiendo el mismo cosquilleo de siempre en la boca de su estómago. Sus labios estaban húmedos y con un sabroso sabor a chocolate debido a la leche de chocolate que le habían servido para almuerzo.
Desde el punto de vista de Maura, ella veía como aquellos dos jóvenes se besaban con ternura y amor. Le alegraba que su hijo después de todo, volviera a abrir su corazón a una chica tan buena como _____.
Por otro lado, una rubia miraba por la ventana, asombrada de como aquellos dos se besaban con ternura y pasión. Con la mandíbula tensa, se giró y camino lejos de ese lugar, sabiendo que no se quedaría con los brazos cruzados.
(...)
-¡_____! Espera- la castaña se detuvo y se giro para encontrarse con la Doctora Hamilton caminando a pasos rápidos hacia ella.
-Doctora Hamilton, hola- saludo la castaña con una sonrisa.
-Escucha, seré breve, llevo prisa- sonrió y tomó aire- ¿Puedes trabajar mañana por la mañana? Se que es tu día libre y que mañana le quitan las vendas de los ojos a tu amigo, pero tengo un día bastante apretado y necesito tu ayuda urgentemente- miro con esperanza a la castaña.
-Doctora Hamilton, yo...
-Por favor, _____- suplico- Te dejare salir cuando a tu amigo le saquen las vendas, pero en serio necesito tu ayuda a primera hora.
La castaña lo pensó un poco y asintió con la cabeza, dispuesta a trabajar por un rato con la Doctora.
-Muy bien, te veo aquí en la mañana antonces- sonrió- Muchas gracias, en serio. Y lo siento.
_____ había conseguido un buen trabajo, gracias a su primo. Brodie era amigo de la Doctora Hamilton, una psicóloga, una de las mejores en el edificio, y cuando la doctora le menciono a Brodie que una de sus ayudantes estaba enferma, le comento acerca de su prima, quien estaba estudiando psicología en la universidad, y _____ había visto esa oportunidad a lo grande, un gran paso a su carrera como psicóloga.
---
A la mañana siguiente, _____ se encontraba muy preocupada y asustada. Angela, quien era otra de las ayudantes de la Doctora Hamilton, aun no había llegado, y no podía dejar sola la sala de espera.
La hora se acercaba, y _____ aun seguía dentro del consultorio. Le había prometido a Niall que estaría ahí para el cuando le quitaran las vendas de los ojos.
Media hora después, una mujer de cabello corto y rubio entro al consultorio, sudada y con la respiración agitada.
-¡Angela!- gritó _____. La castaña se levantó rápido de su asiento y sin saludar a la mujer, corrió fuera del consultorio.
Llevaba más de media hora tarde, y estaba segura de que las vendas ya no estaban sobre los ojos de su... ¿amigo?
Entonces analizó todo. Niall por fin estaba viendo todo. El la vería a ella.
Llegó al patio principal del edificio, y corrió. Estaba empcionada, emocionada de que aquello ojos azules por fin se posaran sobre sus ojos marrones. Tenia ganas de besarlo, de decirle lo mucho que lo quería.
Le diría que estaba dispuesta a quedarse con el y negar su intercambio a Londres, por el. Porque lo quería y sentía que también lo amaba.
Pero entonces todo pasó tan rápido.
Levantó la cabeza y su corazón se detuvo.
Ahí, a unos dos metros de distancia, dos cabelleras rubias se encontraban muy juntas.
Su cabello rubio con mechas castañas era inconfundible, al igual que aquel bello rostro perteneciente a los sueños y el corazón de la castaña.
Sus ojos se cristalizaron de inmediato, y escucho claramente como su corazón se partía en mil pedazos. Entonces en cuanto aquellos dos se separaron, pudo ver con claridad el rostro de su rubio favorito, y la rubia que estaba junto a el.
Entonces todo fue un flashback. Las fotos enmarcadas, ¡en el ascensor!. Todo tenia sentido, ella era Dayana. La hermosa Dayana que una ocasión le había roto el corazón al rubio y que ella había logrado reparar. Bueno, o al menos lo había intentado reparar.
Entonces, sus piernas comenzaron a correr hacia ellos hasta que los tres chocaron.
La castaña sintió un nudo en la garganta al verificar de cerca que ese si era Niall.
Azul y marrón por fin se habían encontrado. La castaña miro con temor a los ojos de Niall, y este la miraba confundida y perdido a la vez.
-L-lo sie-ento- habló la castaña aun con el nudo en la garganta. Hizo todo por hacer una voz distinta a la que ella tenía, cosa que le resultó.
-No te preocupes- sonrió Niall.
-Y-yo mejor me voy- aguantó las lagrimas- Se me hace tarde...
Caminó unos cuantos centímetros lejos de la pareja, pero entonces sintió la necesidad de que aquellos ojos azules se posaran sobre ella una vez más. Entonces se grió, y con todo el dolor del mundo, dijo:
-Hacen una muy bella pareja
Entonces la rubia de cabello rizado, sonrió grandemente y con burla.
-Gracias, siempre nos dicen eso.
La castaña les sonrió falsamente y miró a Niall, al cual le pareció ver dolor y decepción en los ojos y el rostro de aquella bella castaña vestida con una bata blanca.
La castaña se giró, y siguió caminando lejos de ellos, mientras de sus ojos salían todas aquellas lágrimas que con mucho trabajo había retenido.
Sollozos salían de su boca, mientras recordaba todos aquellos hermosos momentos vividos con Niall, todos aquellos besos y caricias. Pero todos aquellos momentos eran nublosos, porque delante de ellos, una perfecta y clara imagen estaba por encima de ellos. El chico del cual ella se había enamorado, besaba a la chica de los cuadros enmarcados.
Niall, besaba a Dayana frente a sus ojos.
Entonces se sentó en una banca alejada de todos y todo, y sacó su celular.
Sus dedos temblaban, y entre mas pensaba, más lágrimas salían de sus ojos.
Hasta que cerró fuertemente los ojos y presionó el botón. El mensaje que hace días había escrito y había guardado en sus borradores, había sido por fin enviado.
En menos de una semana ya estaría instalada en una de las habitaciones de la universidad de Londres, Inglaterra.
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Se que me tardé un millón de años, pero tengo miedo de que esta historia termine...
Aun así tengo pensado hacer un capítulo extra, super, pero super corto, pero es nada mas una reacción, y luego de eso viene el epílogo.
Las quiero mucho, y un millón de gracias por esperar tanto tiempo.
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The Blind Boy | n.h short
Romance*historia corta "El amor no mira con los ojos, si no con el alma" - William Shakespeare #Completada