Capítulo 3

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-¿Me ayudarás Liam?

-¿Que quieres conseguir con todo eso? No conseguirás nada, _____. Niall es así, no quiere recibir ayuda de las demás personas.

______ hizo una mueca de tristeza, quería ayudar a Niall, ayudarlo a superar cualquier miedo que el tuviera para seguir adelante con su discapacidad.

-Liam es tu mejor amigo, se supone que deberías tratar de ayudarlo a superar su miedo

-¿Como _____? ¿Como se supone que lo voy ayudar? No soy ningún psicólogo para darle consejos entendibles, soy pésimo dando consejos. Aparte ya te dije que no acepta ayuda de nadie

_____ sonrió grandemente y miró a su amigo con una sonrisa triunfante.

-Tu no pero yo si- Liam la miró confundido- Liam, Liam... Liam- palmeó su hombro varias veces- ¿Acaso olvidaste quien está estudiando su tercer año de psicología?- negó con la cabeza- Vaya amigo que eres, Li

Liam hizo una mueca.

–No lo conseguirás– advirtió– Niall es demasiado testarudo

–No debe ser tan dificil, solo necesita compañía juvenil, salir con amigos, divertirse, entrar en confianza con ellos y saber que todos lo van a cuidar– lo abrazó por los hombros– Anda Li, por favor. Si estoy sola no podré, apenas nos conocemos, no entrará en confianza conmigo tan facilmente– hizo un puchero– ¿Que te cuesta, gruñón?

–Está bien– se rindió– Pero hoy no puedo. Será mañana

(...)

Maura abrió la puerta de su casa con una gran sonrisa, encontrándose con la misma castaña sonriente del súper mercado y la de la tienda de colonias en el centro comercial.

-¿Señora Horan?- preguntó la castaña, tratando de recordar bien el apellido de Niall.

-Si, soy yo- la miró confundida

-Soy _____, soy amiga de Niall- le sonrió amablamente, tendiéndole la mano.

-Oh, yo soy Maura- le tomó la mano- Niall está en su habitación, pasa si quieres

_____ entró a la casa y de quedó parada, esperando el permiso de la señora Horan para poder ir a la habitación de Niall.

-¿Sabes cual es su habitación?

-Oh si- sonrió nerviosamente, era realmente tímida con las personas desconocidas.

Dicho eso, caminó hacia el pequeño pasillo que conducía a las habitaciones. Trató de recordar la puerta de la habitación de Niall, lo cual no le costó mucho al ver una N de madera pintada de verde en la puerta blanca del fondo.

Suspiró nerviosa y se preparó mentalmente, tal vez el simplemente le preguntaría que rayos hacía ella allí y no tendría nada que decir, porque no tenía ninguna excusa.

Tocó la puerta dos veces, esperando un pase por parte de el, pero segundos después, no escuchó nada.

«Tal vez esté dormido» pensó

Se dio la vuelta para regresar, pero se quedo parada dando la espalda a la puerta, luchando mentalmente entre si entrar o no. Quería entrar, quería verlo y no sabía porque, solo sabía que quería entrar a verlo y no le importaría si el estuviese dormido.

Negó con la cabeza pero con un rápido movimiento se dio la vuelta y giró la perilla para luego empujar la puerta y entrar cuidadosamente a su habitación. Seguía como siempre, limpia y ordenada.

«Esto está mal...» pensó y estuvo a punto de darse la vuelta y retirarse pero algo llamó su atención. Un portarretratos caido, o mejor dicho, una mesa con muchos portarretratos caidos.

Frunció el ceño, y camino con cuidado hacia la mesa. Levantó el primer porta retratos y casi lo deja caer de un golpe.

-¿Que?- susurró apenas audible para ella y miró bien la foto. Una foto de Niall, con el cabello mas claro y la cara como la de un niño. Sonreía a la cámara junto a una chica de cabellos dorados y rizados, ojos color grises y sonrisa gigante, sin duda una chica realmente hermosa- Pero... No tal vez no- volvió a susurrar y con cuidado puso boca abajo el cuadro. Volvió a levantar el siguiente y este era Niall con la misma chica, pero con un grupo de chicos en la playa. Levantó el siguiente y sus sospechas fueron ciertas. Niall y la chica, ambos viéndose a los ojos y sonrientes. Ambos parecían ser una perfecta pareja feliz.

Bajó el porta retratos y se dio la vuelta para poder salir de la habitación.

–Mamá, ¿estás aqui?

La voz de Niall hizo que se sobresaltara. Nerviosa, se giró quedando frente a la cama de Niall.

–Eh, n-no, soy yo, _____– dijo nerviosa– Lo siento si te molesto, tu madre me ha dejado entrar

–No, no hay problema– sonrió el– ¿Liam está contigo?

–No, el no... no pudo venir– hizo una mueca– Solo pasaba para ver como estabas y saludarte.

Niall asintió con la cabeza y sonrió, hasta que ella volvió hablar.

–¿Quieres ir a dar un paseo?

Niall hizo una mueca, no era buena idea salir si no estaba acostumbrado hacerlo.

(...)

–No entiendo como me haz convencido de venir aqui– dijo Niall mientras se sostenía del hombro de _____

–Soy muy dulce e inocente Niall, ¿Quien desconfiaría de mi? Aparte el día está lindo. ¡Tus ojos se parecen al cielo!

Niall dejó de sonreir. Dayana, oh su preciosa Dayana.

–¿Sabes? Nunca había visto unos ojos tan bonitos como los tuyos– miró hacia delante– ¡Helado! ¿Quieres helado?

Niall rió ante la infantilidad de ____, le encantaba escuchar su voz infantil y el como cambiaba de conversación a cada segundo.

Habían pasado una tarde divertida, hablando de muchas cosas e historias graciosas de ambos.

_____ sonrió, le gustaba este Niall, gracioso, bueno, gentil y sobretodo tierno.

Un Niall que olvidaba por completo que era ciego y se divertía sin importar nada. Y ella era la única que podía hacerlo, y eso le gustaba a el.

The Blind Boy | n.h shortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora