Capítulo 8

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Sus manos sudaban, su mente procesaba cada palabra que quería decirle, su estómago se revolvía como cada vez que pensaba en el. ¿Que decir? ¿Que hacer? ¿Como actuar?

Mordió su labio inferior con nerviosismo. Su mochila pesaba mucho mas a causa de la desesperación por entrar y sentarse.

Volvió a tomar valor de nuevo, y tocó la puerta con suavidad.

Tomó si celular entre sus manos y vio su fondo de pantalla, lo hacía cada vez que estaba nerviosa y no sabía como actuar.

–Linda, ¿cómo estás?– levantó la mirada y sonrió nerviosa a la rubia mujer frente a ella.

–Señora Horan, ¿se encuentra Niall?

–Claro– sonrió amablemente y se hizo a un lado– Pasa querida. ¿Quieres algo de tomar o comer? Hice galletas

Sonrió contenta y asintió con la cabeza.

–Ve a la habitación de Niall, iré en un segundo con las galletas y limonada

Asintió con la cabeza y tímidamente se dirigió a la habitación del rubio.

Su corazón latía con rapidez, y sus manos temblaban y sudaban por el nerviosismo. Las ganas de por fin ver a Niall eran demasiado grandes, las ganas de ver sus ojos azules y su cabello rubio eran extremadamente infinitas, las ganas de escuchar su voz, su risa.

¿Cómo aquello había ocurrido tan rápido?

Y entonces recordó la historia que había leído junto a su clase cuando estaba en la secundaria. Romeo y Julieta. Nunca se había interesado en leer el libro o ver la película, pero aquel año, cuando comenzó a leer la historia, había quedado tan fascinada con su amor, que cómo uno de los protagonistas decía, su amor había sido como el de una luz fugaz, tan rápido. ¿Cómo es que en una noche de conocerse, al medio dia ya estaban casados? Pero se amaban, y no dejarían que nadie, ni el odio entre sus familias, los separara.

Y es que _____ sabía que ella era una chica que se enamoraba demasiado rápido, pero con Niall... Con Niall fue algo tan especial y extraño. El día que lo vio girarse hacia ella y dejó ver su rostro, para ella fue... Mágico. Vaya que había quedado embobada de el chico con tan solo ver sus ojos y escuchar su voz, y odió cuando el chico no le permitió ver mas la hermosura de sus ojos al colocar sus lentes negros.

Y varías noches pensaba en el, y que necesitaba verlo de nuevo, claro, como no pensar en un chico tan hermoso como aquel rubio de ojos azules. Y cuando lo vio de nuevo, fue como... Fue como si su mundo parara y todo hubiese desaparecido, y estuvieran ambos solos en un mundo totalmente diferente. Y es que a medida que lo conocía, se iba enamorando de el, y era imposible no hacerlo.

Y ahora allí estaba ella, a punto de entrar a la habitación del chico del cual estaba enamorada, rogando porque su voz no tartamudeara al hablarle.

Abrió la puerta con cuidado. Y miró en frente. Abrió los ojos como platos al igual que su boca y su corazón estuvo a punto de salirse de su pecho al ver a su chico.

–¡Niall, por el amor de Dios!– corrió hacia el rubio y se tiró de un solo al suelo tirando su mochila lejos de ella. Calló a su lado de rodillas y lo tomó por los brazos.

–¿_____, eres tú?– su corazón paró al escuchar su voz. Por Dios, llevaba una semana sin escucharlo decir su nombre y cuanto extrañaba el sonido de su voz.

–Niall, ¿Que demonios pasó? ¿Estás bien? Oh Niall– estaban tan cerca, y hoy era uno de esos días en los que _____ tenía esa desesperante necesidad de besar a Niall.

–S-si. Solo...– Niall suspiró e intentó poner una mano en el suelo para poder irse levantando, pero sin saberlo puso su mano un poco arriba de la mano de _____. Su corazón comenzó a latir al sentir la mano de Niall en su muslo, hace tanto tiempo que no se sentía de esa manera, y aunque sabía de sus sentimientos, eso la aterraba.

The Blind Boy | n.h shortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora