Capítulo 10

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El resto de la tarde estuve en la habitación esperando el momento perfecto para dormir. El tal Kyle se había ido hace ya unas horas después de aclararme su nombre y agradecía que aún no hubiera regresado. Saco mi copia de Peter Pan y me pongo a leer.

En un momento giro mi cabeza y es como si los ángeles cantaran Aleluya... Un control blanco reposa sobre el buró y con la esperanza miro hacia arriba encontrándome con lo más hermoso que he visto últimamente; un mini split.
Rápidamente lo tomo y lo enciendo. Cierro la ventana y disfruto del aire acondicionado que me abraza. Y me pongo a pensar en lo cursi que soy con los mini split. Dejo el libro sobre el mismo buró decidiendo que la lectura puede esperar y me acomodo para tener una apacible siesta de un par de horas.

Me despierto por el sonido de dos personas hablando, pero cuando me siento en la cama solo veo a Kyle sentado en su cama con una portátil sobre sus piernas. Me deslizo sobre la cama para llegar al suelo y en el último segundo mi pie de atora con la manta causando mi estrepitosa caída sobre la mesita de noche.
Rápidamente Kyle me ofrece una mano para levantarme y la tomo dudando sobre darle este tipo de confianza.

–¿Te lastimaste? ¿quieres ir a la enfermería?

–No y no. Solo resbale.

Me encaminé hacia la puerta después de colocarme mis Vans negras y tomar mi libro.

–¿A dónde vas?

–¿Tienes que saberlo todo? –contesto con evidente irritación.

–No, es solo que estoy aburrido.

Mi mente me pedía que le dijera que no podía venir conmigo, pero por alguna razón –llámenlo destino o universo– acepté.
Esperé junto a la puerta mientras él guardaba sus cosas y se calzaba. Cuando se reunió en la puerta conmigo hizo ademán de tomar mi brazo, pero por acto reflejo lo aleje.

–Muy bien, ¿a dónde vamos?

–A la biblioteca –dije riendo para mis adentros.

Mi instinto me decía que era la clase de chico que amaba la libertad que existe en los parques o en cualquier lugar que no tuviera cuatro paredes.

–Podrías habérmelo dicho antes, en este momento me despido.

–Como quieras.

No soy de esas chicas que le gusta rogar o que le rueguen. Si quería algo lo tenía, (excepto el estúpido aire acondicionado que tanto ansiaba en mi habitación) pero normalmente no quería nada que no fueran libros o CDs.
Entre a la sala de lectura y me dirigí a los estantes llenos de libros y maravillosas historias. Saco mi libro y me dispongo a leer.
Siempre existe ese momento donde piensas que ya has leído suficiente y paras; pero eso no existe para mí. Olvido mirar la hora y eso causa que olvide llamar a mi madre, lo que causa que recuerde el estúpido baile al que debo asistir.
Me queda bien el vestido, pero el simple hecho de pensar en alguien viéndome con él me hace sentir escalofríos.
Es lila y corto, tal vez me lo ponga, me tome una foto y se la mande a mi madre solo para hacerle creer que estoy en el baile. Después pasaría todo el día viendo alguna temporada de American Horror Story.
Sí, tal vez haga eso.

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⏰ Última actualización: Jun 15, 2016 ⏰

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