BELHA POV
Desde que tengo memoria recuerdo haberle temido a la oscuridad pero, ¿Qué niño pequeño no lo hace?
Mi madre siempre dejaba un pequeño foco en forma de ángel encendido toda la noche para que no tuviera miedo. Ciertas veces funcionaba, otras no.
Antes mi madre estaba allí después de cada pesadilla para decirme que todo estaba bien, que nada malo me pasaría porque simplemente era una pesadilla...
Ahora tengo a Dean.
Es extraña la manera en que las cosas se han dado... como de la nada Dean se ha convertido en alguien especial en mi vida, como ha pasado a formar parte de ella.
Llevo dos semanas en el bunker con Dean, Sam y Miles. Dos semanas en donde nadie me da una respuesta a que pasa conmigo. Dos semanas en donde las pesadillas de esa oscuridad me despiertan a media noche y siempre Dean es quien está presente para prometerme que todo fue solo un mal sueño y él está allí para mí...
Estas semanas han sido de encierro, y sinceramente estoy a punto de volverme loca si no salgo de este lugar aunque sea un poco.... Pero el miedo a ver gente muerta puede más que las ganas de salir.
- ¿Qué estás viendo? – pregunta Miles tomando asiento en un lado mío.
- Investigo por mi cuenta para ver si puedo descubrir lo que soy - respondo mientras sigo tecleando en mi portátil.
- Si Thadeus y Terrence no encontraron nada aun, ¿Qué te hace pensar que tú lo harás? - mis dedos se quedan estáticos al instante y mi vista se dirige hacia el para mirarlo de la mejor mala manera que puedo.
- ¿Acaso quieres amanecer tirado en medio de la carretera con los intestinos de fuera? - sus ojos se agrandan un poco del miedo y la sorpresa por mi pregunta.
- No – dice casi sin aliento. Lo miro por unos segundos más de esa mala manera y cuando ya no puedo aguantar más la risa, tiro una fuerte carcajada, logrando así que Miles me mire ahora con el ceño fruncido – ¡no sé qué es tan gracioso!
- De hecho – digo cuando dejo de reír para poder agarrar aire de nuevo - lo gracioso fue la expresión de tu rostro
Miles no pudo contestar a eso, ya que Castiel apareció frente a nosotros con una expresión seria – como de costumbre – y al instante me dedique de nuevo a mi búsqueda por Google. No me gustaba ver a Castiel muy a menudo. Poseía unos ojos celestes tan potentes como los que aparecían en mis pesadillas.
Mientras miraba algunas páginas en internet sentía la mirada de Castiel encima mío, al igual que sentía la curiosidad de Miles danzando alrededor de mí. Todo era tan nuevo, desesperante y magnifico que daba miedo sentir todo aquello.
Yo solo quería ser normal de nuevo. No quiero sentir las emociones de las demás personas... no quiero ver espíritus a cada vuelta de la esquina o que pasen través de mí y así yo pueda ver sus vidas, tampoco quiero seguir siendo descendiente de Caín, aunque en ese caso no podía hacer nada.
- Puedo sentir hasta cuando está caminando una mosca sobre la mesa, Castiel... - levanto mi vista de la pantalla para mirarle aunque no quiera hacerlo.
- Lo siento... - se disculpó Castiel – es que ahora si puedo ver tus alas... - el estruendo de cristal roto ocasiono que todos miráramos hacia el pasillo que daba a la cocina.
Sam se encontraba parado allí con unos ojos enormes en sorpresa. Una taza se encontraba en el piso rota y el café que antes había en ella se encontraba esparcido por el suelo. Al ver que nadie en la sala preguntaba que pasaba, lo hice yo...
- ¿Estás bien? – me levante de mi lugar y camine unos pasos hacia él.
- Sí, yo... -
- ¿Qué paso? – la voz de Dean se escuchó detrás de nosotros. Segundos después paso por un lado mío para acercarse a Sam. Fruncí mi ceño cuando comenzaron a susurrarse entre ellos... digo, era eso de mala educación ¿no?
Me guarde mis pensamientos solo para mí y me acerque para rejuntar los cristales de la taza. En un acto de costumbre, arremangue las mangas de mis brazos, luego con cuidado comencé a levantar los pedazos de vidrio. Dean de inmediato se agacho frente a mí para ayudarme, pero antes de que sus manos cogieran algún cristal, se fueron a mi brazo.
Por un momento me sentí algo confundida, pensé que me había llegado a cortar con algún vidrio, pero al sentir los dedos de Dean sobre mi marca, un escalofrió me recorrió la espalda. Hale mi brazo lejos de él, dejando caer los vidrios de nuevo al suelo y parándome rápidamente.
Camine hacia Miles de nuevo, e intente colocar mi manga pero cuando un dolor atravesó mi mano izquierda al momento de cerrarla sobre la tela roja de mi blusa. Un pequeño grito se escapó de mi boca al sentir el cristal incrustarse en mi carne.
En menos de un minuto tenia a Castiel delante de mí. Con rapidez, pero con sumo cuidado cogió mi mano ensangrentada. Hice una mueca de dolor cuando el ángel saco el gran pedazo de vidrio de mi mano.
- ¿Porque no mencionaste que tenías una marca en tu brazo? – pregunto Dean. podía escuchar su voz acercarse – ¿desde cuando tienes esa marca?
- Sus alas son blancas – Castiel interrumpió el interrogatorio de Dean
- ¡Y tiene una marca en su brazo derecho justamente como la mía! - podía sentir y escuchar cómo se estaba alterando
- Solo conozco un ángel que tenía sus alas como las suyas - Castiel coloco su mano sobre la mía y una luz celeste y blanquecina apareció. Solo fue cuestión de unos segundos para que le quitara su mano de la mía y pudiera ver que mi herida ya estaba curada.
- Y yo solo conocía una persona que tenía una marca como la mía – seguía enfrentando Dean
- Gracias - le agradecí a Castiel y el me regalo una sonrisa - tengo la marca desde que nací – le respondí a Dean sin girar a verlo - solo que desde que Caín ya no está la marca se está notando más cada día.
- ¿Y eso que significa? – pregunto Miles
- ¡Creo que no es nada bueno!
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2º Libro: La Marca de Caín
FanficEllos no lo recuerdan pero, cambiaron el futuro... Todo parecía haber terminado bien... la máquina del tiempo había sido destruida al igual que Darkar. Belha y Miles habían regresado al futuro, a donde pertenecían. Dean y Reagan se habían confesado...