Relatos, historias cortas y prosa

La llamada

Historia inventada a través de un suceso ocurrido hace poco tiempo en mi casa.

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Cuando la señora Martinez me ofreció quedarme en su casa de vacaciones para cuidarla, me resultó una idea interesante. Necesitaba el dinero, y tener una casa para mi solo no sonaba nada mal, así que acepté casi de inmediato.

Llegué una noche a las once al lugar. Era pequeña y de madera rodeada de una pequeña arboleda y de otras casas cercanas. Al verla la comparé con un monoambiente: tenía un cuarto, un baño y una cocina por separado. ¿Donde estaba la cama? Miré alrededor e intente abrir un armario junto a mi y de repente frente a mi cayó lo que pedí.

-Uh bueno, veo que tendré la cama cerca de la entrada principal. muy moderno todo.

Ignoré esa particularidad de la casa y miré el resto. Dentro de todo era humilde pero cómoda. Desempaque mis cosas y me recosté en la cama. A decir verdad el viaje me traía bastante cansado y no fue difícil dormirme. Y pasaron varias horas hasta que ocurrió. 

El teléfono fijo en la esquina de la cama estaba sonando. Me desperté, me refregué la cara y gruñí. Mire la hora en mi celular y marcaba las tres de la madrugada. 

"¿Quien llama a esta hora?" pensé para mi. ¿Que mas daba? Había que atender. 

Me arrastré poco a poco a la punta de la cama y me estiré para alcanzar el aparato y al colocarlo al oído solo escuche música.

-¿Hola?

Nada mas que música.

-¿Quien es?

Y nadie contesto, pero debajo de mi escuche un ruido extraño. Giré sobre mi y me pareció ver una sombra, justo cuando la cama se fue hacia arriba y me atrapó entre ella y la pared.  Mantuve la respiración unos minutosmientras escuchaba como alguien o algo colocaba el auricular del teléfono en su lugar nuevamente y luego sentí la puerta principal cerrarse. 

Tarde aproximadamente una hora en salir de allí, y lo hice lo suficientemente asustado como para desconectar el teléfono y taparme hasta la cabeza, esperando que pronto llegara la hora del amanecer para volver a casa. Pero eso si, con la sensación de que alguien vigilo mi estadía cada segundo.