La calma después de la guerra

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Que sensación rara era la mía cuando permanecías a mi lado

Te extrañaba como si estuvieras a kilómetros, no tomándome la mano

Y no sé si es una pared que yo levanté o fuiste tú, o los dos

Pero no se derrumbó hasta que me fui

Y por irme me refiero a más que físicamente

Cuando despegué de mí tu última marca.


De vez en cuando me permito recordar

Y casi que mi pecho vuelve a sentir un espasmo al escuchar de ti

Pero se vuelve tan pasajero y disfruto tanto la calma que viene luego

Que te destierro casi automáticamente.


Hoy te soñé otra vez y me di cuenta que extraño extrañar

Incluso más de lo que podría haberte extrañado a ti

Y perdona que no sienta nada, pero me sale del corazón

Y el hielo es refrescante ahora.


¿Puede ser este el verdadero final?

No es el paso del amor al odio, ni siquiera al olvido

Es el paso al frío, la indiferencia. Tu abandono de mis insomnios

La calma que se desata justo después de la guerra.

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