Relatos, historias cortas y prosa

You raise me up

Siempre he sido el tipo de persona que se enorgullece de no necesitar a nadie. Nunca pido ayuda, me las arreglo solo. Tampoco me cuida nadie, siempre fui yo quien protegió al resto. Y sin embargo un día llega alguien que te cuida y destruye todo lo que había antes. 

No puedo explicar el amor, ni siquiera estoy cerca de eso, pero puedo explicarte sobre esa persona. Puedo contarte que no estoy seguro de amarle ni de si solo le tengo afecto, pero que tormentoso se vuelve mi día cuando no esta, que soledad que me produce la idea de que esa persona deje de estar en mi vida. 

No es la persona mas bonita, ni la mas graciosa, ni la mas inteligente. No tiene una puta característica que le haga sobresalir. Oh, pero te lo aseguro: tiene un poco de todas las cosas buenas que pueden haber en el mundo en una sola persona.

Cuando llegó me parecía agradable, una persona amena. Cuando realmente conocí quien era se volvió aire que respirar, latidos que sentir, el peso necesario que necesita el tacto para saber que tiene algo entre manos, algo grande. Y tuvo una forma tan bonita de quererme que olvidé que antes alguien pudiera haberme amado, parecía absurdo, no era igual. Lo cierto es que no vamos a volver a amar en la misma forma a nadie. Pero he ahí lo hermoso del asunto: no hay dos amores iguales, imagina las infinitas posibilidades. Vamos a amar mas, menos, mejor o peor, sin embargo habrá amor en tu corazón para cada persona que aparezca siempre y cuando tu desees dárselo. El amor nunca se acaba, se hace mas débil, se hace mas fuerte pero siempre hay algo en esa fuente desconocida que puede darse.

Y el ha sido desde entonces el mejor amor que he tenido, el mas tranquilo, el mas feliz. Lo cierto es que me ha costado ganarme un lugar en su vida. Siempre bromeo con que tiene complejo de Julio Verne: Llegar a su corazón supondría el mismo esfuerzo que un viaje al centro de la tierra. Y aun así, sin un primer amor romántico, me ha dado fuerzas para regresar a su lado una y otra vez y no dejarme caer. 

Sin embargo todavía sigo peleando por el. Cada día, a cada instante, sin ningún tipo de tregua. Nunca hubiese esperado que las cosas fueran así. No es sencillo de amar, y yo que me conformo con su mera existencia me cuesta mucho hacerlo. Pero sé que al final va a valer la pena...