Capítulo X

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No dejo de pensar en la historia de Henry, fue demasiado impactante para mí, solo con el hecho de saber que te echen de tu casa, pero hay algo que aprendí en estos dieciocho años la vida no fue hecha para aquel que no sabe peliarla, porque la vida está llena de injusticias, de crueles verdades que no se quieren oír, de prejuicios y de muchas cosas malas pero siempre vale la pena vivir a pesar de todo hay una luz al final del túnel. Yo no podría haber vivido sin mi abuela tanto tiempo yo aprendí a quererla como a una madre y a George lo quiero como a un abuelo, ellos junto a los empleados del castillo me criaron, a ellos les debo la mujer que soy ahora. A pesar de que nunca conocí a mis padres, dios me dio a una abuela maravillosa que veló por mí y que dios la tenga en su gloria, y George siempre fue cómplice de mis travesuras, compañero de mis aventuras, nunca lo podría olvidar, a los dos los llevo en el corazón.

Tocan la puerta muy fuerte mientras estoy recostada en la cama, con un fuerte dolor de cabeza y yo le digo que pase y para mi sorpresa era Rebeca, ahora que querrá. 

- Isabella, fue muy descortés que no volvieras al jardín, además o creo que te sintieses "indispuesta"- me dijo ella con enojo y sarcasmo,

- Que insinúas Rebeca, creíste que me había escapado con Henry o algo así – le dije sarcásticamente y entre risas – además Beatriz era tu invitada no mía, yo fui muy cortés cuando acompañé a Henry hasta la puerta ¿no te parece? - le dije muy honestamente y un poco pícara.

- A mí no me vas a engañar niña, tu solo quieres enamorar a Henry y quitarle su reino, eres una caza fortunas pero yo no lo voy a permitir- me dijo Rebeca amenazándome esa mujer está loca.

- ¿Yo una caza fortunas?, estás muy equivocada primero se cae el cielo antes de que yo sea una caza fortunas – le dije entre risas y sarcasmos.

- Si tú, no descansaré hasta descubrirte Isabella Guzmán – me dijo ella muy enojada y saliendo del cuarto azotó la puerta y se fue. - No me dio ni oportunidad de contestarle a Rebeca salió muy rápido del cuarto.

Solo eso me faltaba que ahora la que se hace llamar mi tía crea que soy una caza fortunas, esto es el colmo pero no difícil de creer, ella desde el primer día que llegue me odió primero por ser una empleada, luego me odia por ser única hija de Richard y Clara los reyes legítimos de Woodland, ese trono me pertenece a mí y no a ellos, eso les causa mucha rabia por eso hacen lo que puedan para hacerme sentir inferior, pero no se los voy a permitir como que me llamo Isabella María de la Rosa Guzmán Montiel.

Christopher Rogers.

Después de que deje a Isabella en el castillo conduje hasta mi casa para cambiarme de ropa he ir al trabajo estoy demasiado elegante como para ir a lijar muebles, además voy unos minutos tarde de lo que yo había acordado con el señor Raúl, yo le había pedido que me dejara entrar a las diez a trabajar, por lo del desayuno con Isabella y sorprendentemente aceptó al principio me sorprendió porque, hace apenas unos días que nos conocimos y ya me dio ese permiso sin problemas, pero tenía que llegar puntual a la carpintería y voy retrasado por unos cinco minutos, no sé si se moleste mucho pero ya voy saliendo para allá.

Cuando llego a la carpintería, no hay ni un solo cliente solo está Raúl leyendo el periódico entro y el baja el periódico y me dice: 

El secreto mejor guardadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora