Días después…
Aunque Daniel me visitaba a diario jamás dijo nada sobre mi declaración, solo pasaba un momento para saber cómo estaba para luego irse a trabajar. Marcus me dijo que me darían de alta en alrededor de 2 semanas.
Daniel me contó que Jonathan no había sido el único en vender información y que estaba metido en otras cosas, también me conto que por mi ayuda me habían recomendado para recibir una beca universitaria para estudiar medicina y que la había ganado, eso significaba que cuando saliera y estuviera preparada, podía elegir en cual universidad estudiar, una buena noticia.
Edward me visito un día.
—Hey—dije, sonrío.
—Cómo está la heroína—rio y se sentó a mi lado, voltee mis ojos.
—Así que cual es tu nombre— bufe.
—Como si no lo supieras— reía suavemente.
—Pero todos te llaman Maya— asentí.
—Un amigo me llamaba así— suspire.
—Te ves cansada.
—No, aburrida, he pasado por tanto que el no hacer nada es aburrido— volteo sus ojos.
—¿Por qué no me contaste todo esto?—pregunto.
—Por la misma razón que tú no me contaste que eras policía— asintió.
—Entiendo, quién te lo dijo.
—Nadie—sonreí— un día te espié, ahí lo supe— arrugue mi frente— había oído que te habían descubierto pasando información y que te iban a matar, por eso fui a tu casa, al final no te lo dije.
—Tenía una idea de eso, pero gracias por la intención.
—¿A quién investigabas?— él miro y sonrío.
—Al viejo, Francisco, aparte de organizar la venta de armas vendía drogas, las sacaba del país— asentí— pero descubrí sus planes y conseguí pruebas para arrestarlo, va a pasar el resto de su vida encerrado, que no es mucha debo decir.
—Debe odiarnos mucho— asintió.
—Algo así, pero a mí no a ti— levante una ceja— se cree que estas muerta.
—Otra vez—se rio.
—Ahora en verdad, se supo lo de Jonathan y corrió el rumor que él te asesino en la casa donde murió Sofía— arrugo su frente— me oíste el día en que me decían sobre ese lugar— asentí— ya veo.
—Me alegro que crean que estoy muerta—murmure.
—Puedes hacer muchas cosas gracias a eso, serias como un fantasma— bufe.
—Como si quisiera regresar.
—¿Qué vas a hacer?
—Estudiar medicina, me gane una beca, gracias al FBI— él suspiro.
—Quien diría que los ayudabas, consideraba extraño que una chica como tú anduviera por esos lares.
—Como yo—repetí— ¿qué quieres decir?— tomó un mechón de mi cabello y lo jalo suavemente.
—Eres demasiado amable—rio, golpee su mano molesta y el la agarro— es verdad, menos mal que te ayude en tu actuación, si no te hubieran descubierto rápidamente— lo empuje.
—Solo lo hiciste para que yo no arruinara tu misión—rio entre dientes.
—Es la pura verdad—me reí de que me lo dijera, pero sabía que bromeaba. Justo en ese momento la puerta fue abierta y ambos nos giramos en su dirección.
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Por un Deseo
RomanceHistoria románica y erótica "Si en verdad quieren cambiar su vida, si lo desean completamente, hagan lo que yo hice, pidan un deseo a una estrella fugaz. Pero no se quejen conmigo si terminan en un trabajo donde arriesgan su vida todos los días, con...