•25• "A la mierda todo"

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*________*

-Tranquilízate porfavor

-¡Nunca le pidas a una chica que se tranquilice!

-Hablemos

-Arturo, lo has hecho todo mal ¿Qué pasará sí nos descubren?

-No lo harán

-Verán que en menos de un año tuve millones de seguidores y sospecharán

-Que noo

-Claro, como tu no eres dueño del canal

-Mira, no todo es tan malo cómo piensas

-Vete de mi casa

-ESCÚCHAME

-En tu vida me vuelves a gritar... Ahora vete de mi puta casa

-...

-¡Largo!- Germán iba a tocar justo cuando Arturo abrió la puerta

-Hey, ¿Qué pasa?

-No estoy de humor Germán, por favor

-Está bien

Me encerré en mi cuarto sin saber qué hacer  con todo lo que era gran parte de mi vida: YouTube. Pasaron horas lo que para mí eran segundos. La puerta de mi habitación se abrió y yo no quise ver ni contestar a quien haya entrado.

-Permiso eh- dijo Germán haciendo un espacio en mi cama, prendió mi laptop y jugó.

-Germán, te dije que no estaba de humor

-Sí, lo sé

-¿Y? No es porque quiera ser grosera pero... ¿Qué haces aquí?

-Quería jugar mientras tú lloriqueas ahí- torcí la boca. Me acomodé en su hombro viendo lo que hacía en la computadora. De vez en cuando me reía de sus fails y de más.

-Mal- le decía de vez en cuando

-¿Ya estás mejor?- negué- ¿Por lo menos puedo saber de qué te consuelo?

-No, todo es una farsa. A la mierda todo.

-Mmm... Está bien no me digas

-Mi canal es una farsa, debí darme cuenta

-¿De qué hablas?

-Estoy llena de bots- dije con un puchero.- mi mejor amigo jugó sucio y nunca me lo dijo

-Ay _______- pasó su brazo por mis hombros, recargándome en su pecho.

-Ya no sé qué hacer... Tengo miedo a que lo descubran y termine todo tan pronto

-Ne, mejor crea otro canal y ahí veras quienes son tus verdaderos suscriptores, como yo- reí

-Será más notorio este grave error ¿No crees?

-Pues no sé, si quieres hacer las cosas bien, yo lo veo como única salida.

-Por eso te quiero- besó mi cabeza

-No me gusta verte triste. Siempre trato de sacarte una sonrisa

-Que lindo- me empezó a besar hasta llegar a un punto en el que queríamos más.

En verdad que lo quería pero... ¡Rubius otra vez en mi cabeza! Mi mente recordaba los únicos besos que le di a Rubén... No no no noooo

-¿Qué pasa?- dijo separándose de mí

-Creo que... No es el mejor momento

-Entiendo, yo no quería faltarte al respeto...

-Lo siento...- se paró y me dio un beso largo. El problema seguía ahí, Rubén seguía ahí.

-Vale, me voy- dijo decepcionado

-Te quiero

-Igual- dijo algo molesto.

Decidí ir a caminar, ya que era lo único que me despejaría la mente. Si tocaba el piano, me recordaría a Arturo y eso no era bueno para mí. Chispeaba afuera. Después de una larga caminata, me senté en la primera banca que vi y jugué con mis pies en el charco que había debajo.

-¿Mal día?

-Ag- dije al verlo

-¿Por qué me desprecias tanto? Insisto

-¿Por qué siempre te veo? A cada esquina que miro, BOOM, ahí estás

-Yo te hice una pregunta primero

-Olvida mi enojo ¿vale?

-Tu vida se desmorona y no lo puedes ocultar

-¿Qué eres psicólogo o psíquico o qué?

-Basta... Necesitas hablar para desahogarte

-Pues sí... Si no me expreso, me saldrá una úlcera

-Dime, seré todo oídos

-Pues ya que... Mira... Ya no sé lo que quiero, simplemente es eso... No sé qué hacer. Siento que lo tengo todo pero a la vez nada y eso me estresa demasiado

-¿Yo estoy entre esas cosas?

-Rubius no empieces

-¡Sólo era una pregunta! Bueno ya- de paró y me tendió la mano- Vamos, te llevo a tu casa- a regañadientes tomé su mano para pararme. Platicamos un poco de todo en el camino hasta que saltó en un charco y me mojó todo

-Te has ganado una guerra Rubén- y le seguí el juego. La lluvia se volvió muy fuerte y corrimos hasta llegar a cualquier techo. No parábamos de reír por todas las tontearíamos que hacíamos en un ratito.

-Me descojono- dijo entre risas

-Bueno ya basta... ¿Quieres pasar a secarte?

-Sí por favor- entramos juntos y el pasó al baño a secarse. Le dejé unas toallas y regresé a mi habitación a ponerme la pijama.

-Te prestaría ropa pero no tengo de hombre- dije divertida

-Ba, no importa. No quiero enfermarme- se sentó en el borde de mi cama con su ropa media mojada- Sólo me puse una toalla en mi espalda

-Pues ya

-Nunca te había visto reír

-Y será la última vez

-A no ser

-Calla

-No ya, en serio. Tienes una sonrisa muy hermosa- dijo sonriendo. Por alguna extraña razón me sonrojé

-También me gusta la tuya- dije involuntariamente. Demonios. Rió

-_________

-¿Qué?

-En serio me gustas mucho

Se acercó lento a mis labios y dejé que me besara. Maldije que Rubius tenía razón: no dejaba de pensar en él, sólo no quería aceptarlo. Y al final, una cosa llevó a la otra.

Más famosa que Rubius [Rubius y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora