Una Pareja dispareja. Reconquitándote

~CAPÍTULO 22~Hormonas alborotadas

-¿Para qué quieres saber?—preguntó mientras sus mejillas se sonrojaban—

-Quiero verte... quiero verte así como esa noche en tu habitación-- ¿Puedo verte? ¿Puedo tocarte por unos minutos?—dije un poco agitado... moría por verla tal y como lo hice hace dos años, nuevamente... ella me estaba excitando demasiado últimamente. Benditas hormonas, lo único que conseguirás es que se enfade y se marche.

-No JungKook—agachó la mirada, estoy desnuda y no quiero que me veas así. Tragué saliva recorriendo con mi vista, su hombro derecho, que era lo único que podía ver tras esa puerta—

-Está bien—sonreí—Perdona... es solo que tengo las hormonas alborotadas— Quité mi pie de la puerta.

-Está bien Kook—susurró y enseguida cerró la puerta dejándome afuera. Mordí mi labio cerrando los ojos y respirando profundo. Podía sentir un dolor entre el entrepiernas... uno de estos días voy a terminar lanzándome sobre ella, y eso ocasionará que se enfade por completo conmigo. ¡Diablos! ¡Controla tus hormonas JungKook!.. Si tan solo me dejara acariciarla y saciar un poco mi deseo lo que estoy sintiendo.

Me dirigí al lavador de la cocina y enjuagué su ropa, para luego tenderla cerca a la ventana.

Me apoyé en la pared y me quedé observando por la ventana, las luces de la cuidad y el ruido proveniente de ella. Amo tener a (TN) ceca de mí, pero a veces es una tortura estar con ella y no poder tocarla... al menos... creo que las cosas mejorarán.

Escuché la puerta abrirse, giré de inmediato y vi a (TN) parada en la puerta, con una pequeña toalla envuelta en su cuerpo, y solo cubriéndole desde los pechos hasta parte de sus muslos—

-JungKook, no tengo nada que ponerme—Dijo observándome con expresión tierna— Sonreí de inmediato al verla de ese modo, y nuevamente mis hormonas se alteraban.

-Pues—empecé a acercarme lentamente, recorriendo con mi vista sus piernas sexys, sus hombros desnudos e imaginando lo que había debajo de esa toalla—Pues vas a tener que estar desnuda—llegué hasta ella y puse mis manos sobre sus hombros. Ella me observó con normalidad—

-No bromees Kook, sabes que no estaré desnuda sabiendo que hay un alterado hormonal observándome—arqueó las cejas. Sonreí al escuchar sus palabras, tan cijas y sin nerviosa... la verdad es que tenía razón.

-Es que me vuelves loco—susurré en sus labios, deslizando mis manos hacia abajo, recorriendo su espalda y glúteos, sobre la toalla, hasta llegar a sus muslos que ya no llegaban a tapar la tolla, acaricié sus piel húmeda, y haciendo que temblara y soltara un pequeño gemido que llegó muy despacio hasta mis oídos.

-No hagas ese tipo de ruidos—Pronuncié rosando sus labios con los míos—Me excitas más—Dije jadeante y presionando mis labios sobre los suyos para empezar a besarla lentamente. Correspondió mis beso llevando sus brazos hasta mi nuca y rodear con ellos, haciendo que la toalla se levantara u poco más, subí las manos y poco más, acariciando sus muslos y soltando pequeños gemidos en su boca. Deslicé la lengua por sus labios y saboreé la dulzura de sus besos, introduje lentamente mi lengua a su cavidad bucal, acariciando sus labios y mordisqueando muy despacio sus labios. Empecé a subir las manos por debajo de su toalla—

-Basta—dijo apartándose de mí—Detente JungKook. La observé mientras respiraba dificultoso—Detengámonos aquí—dijo bajando la mirada al suelo—Respiré hondo y sonreí, al menos me había dejado tocarla un poco más.

-Está bien mi chica vibrador—sonreí acercándome a sus labios y reposando un beso sobre ellos— No detendremos. Iré por algo para que uses—