Amor de secundaria (TakanoxRitsu)

Capítulo 14: Revelaciones

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Al llegar la mañana Onodera despertó envuelto en una mezcla de sentimientos, sentía vergüenza y miedo de ser él quien buscará a Takano, pero al mismo tiempo se sentía feliz al saber que él era la única persona con la que el pelinegro se mostraba tal y como era.

Le fue imposible verlo durante la mañana, dado que se encontraban en las últimas semanas de clases antes de la graduación estaban llenos de trabajos y tareas para entregar. Onodera salió exhausto de sus clases, de alguna manera tenía que esforzarse un poco más, no le resultaba tan fácil concentrarse ya que lo único que habitaba en sus pensamientos era la necesidad de hablar con Takano.

Cuando termino su última clase y antes de ir a buscar al pelinegro decidió pasar por su habitación para dejar todas sus cosas, al llegar encontró pegada en la puerta una hoja donde estaban escritas sus calificaciones obtenidas en los últimos exámenes, pero no solo eran las suyas también estaban las del pelinegro, dado que en la dirección de la escuela no estaban enterados que Takano se había cambiado de dormitorio, no pudo evitar verlas y quedó realmente sorprendido, estrechando ese pedazo de papel entre sus manos al notar que sus calificaciones habían mejorado, realmente habían mejorado y esta vez eran excelentes, su pupilas de dilataron al percatarse del verdadero motivo de esa mejoría y un recuerdo un recuerdo específico se reprodujo al interior de su cabeza...


"Sabes Onodera yo creo que no soy tan buen estudiante, yo pienso que obtenía buenas calificaciones para ser tu mayor competencia en las clases y así atraer un poco de tu atención...pero desde que te tengo conmigo yo no puedo concentrarme en la escuela porque todo el tiempo estoy pensando en ti"


Aquellas palabras que Takano le había dicho mientras estaban juntos... ese recuerdo sin duda provocaba algo de nerviosismo en el castaño ¿Porqué ese recuerdo había venido a su cabeza justo en un momento en el que finalmente se atrevería a expresar sus sentimientos? Entró a la habitación y se lanzó sobre su cama, mirando hacia el techo, tratando de organizar sus pensamientos.

"Takano... tal vez este mejor sin mí... sus calificaciones son mejores, está claro que es desde que nos separamos ¿Él dejo de quererme? ¿Que se supone que haga ahora? Me siento lleno de dudas... lo amo pero si volvemos a estar juntos quizá el no pueda graduarse. ¡No puedo seguir con estas dudas! Creo que Takano me ama, después de todo, él era el que se la pasaba diciéndolo una y otra vez, yo ya había decidido buscarlo no puedo echarme para atrás ahora"

Tras pensarlo por algunos minutos, al fin salió de su dormitorio, metiendo las calificaciones de Takano en el bolsillo de su pantalón. Camino algunos metros y en uno de los pasillos fue testigo de una imagen que no esperaba encontrarse; era Takano conversando con una chica, pero no cualquier chica... era la misma linda chica de cabello rubio con la que lo había visto besándose en una ocasión, era la misma chica que lo había arrojado por las escaleras. Onodera simplemente no pudo evitar quedar observándolos a distancia. El de cabello negro tenía una gran sonrisa y la chica no desaprovechaba su oportunidad, lo acariciaba en el cabello y sonreía feliz mente, parecía una conversación agradable, ambos se veían relajados y en un momento inesperado la chica se acercó hacía Takano y lo beso en la mejilla. Esa acción fue suficiente para que la decisión de Onodera se esfumara en un segundo y corriera sin dirección, algunas lágrimas escaparon por sus ojos pero la velocidad con la que se movía hacía que desaparecieran rápidamente.

"Lo perdí... sé que es algo estúpido decir algo como eso pero es la verdad, después de que se la pasaba diciéndome que me amaba ahí está siendo el mismo de siempre... aunque yo no esté con él... eso lo prueba todo... ¡Él está mejor sin mí!.. sus calificaciones han mejorado, esta sonriente con las chicas... No tiene sentido intentar arreglar las cosas, aunque siempre lo supe, una relación entre dos hombres es bastante complicada. Mejor dicho ¡Imposible!