Capítulo 16: Hacerlo juntos

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Era la penúltima semana de clases y todo avanzaba con normalidad. Los estudiantes del último grado pronto serían universitarios. Ese era el principal tema de conversación entre la mayoría de los compañeros, aún había dos estudiantes que ni siquiera habían decidido a cual universidad asistirían tan pronto terminaran sus estudios de secundaria.


El tiempo parecía poco, cada hora del día parecía irse con más rapidez de lo normal, Takano y Onodera no tenían tiempo para pasar juntos, compartían la habitación como siempre pero parecían dos desconocidos. Era su última oportunidad para dedicarle tiempo a los estudios y obtener buenos resultados. Ambos hacían sus trabajos y estudiaban para los exámenes finales hasta que se hacía de madrugada y se quedaban dormidos, inmersos en un montón de libros y cuadernos.

El fin de semana había llegado de una manera sorpresiva, dejando al descubierto el inevitable cansancio de todos los estudiantes que pronto estarían de vacaciones. Era viernes... Pero no cualquier viernes, era el último viernes que los alumnos a punto de graduarse estarían ahí como estudiantes, dado que el próximo sería la tan esperada graduación.

-Ahhh ya no lo soporto... por fin es viernes- menciono con un notable gesto de agotamiento Takano mientras caminaba con Tori por los pasillos.
-¿Qué tal tus resultados?
-Bastante bien para mi sorpresa... No sabes lo que me he estado conteniendo para no hacer eso que tú ya sabes con Onodera, para no pensar en eso. No tuve alternativa alguna más que estudiar.
-Jajajaja...- rió el castaño-. Entiendo como debes sentirte, pero es lo mejor.

Mientras los chicos caminaban conversando, el subdirector se acercó para hablar con Takano.

-Masamune que bueno que te encuentro, hay algunos errores con tus datos y es importante corregirlos para que tus papeles de la graduación estén listos, necesito que vengas conmigo y los corrijas.
-Por supuesto profesor- Takano comenzó a caminar detrás del hombre-. Tori te veo después.

El pelinegro entró a la oficina del subdirector, quien de inmediato le entregó una hoja, solo eran algunos errores en su fecha de nacimiento, dirección y esas cosas. No le tomaría mucho tiempo, pero cuando comenzó a escribir alguien llamo a la puerta y el Subdirector fue a ver quién era.

-Hola señor director...si lo sé...- escuchó esas palabras absteniéndose de asomar un poco la cabeza para escuchar mejor.

"Es el padre de Onodera" Pensó

-¿Y dígame señor su hijo a que universidad irá?- "Están hablando sobre Onodera" Takano no pudo evitar tratar de escuchar más sobre esa conversación. Esta vez hizo un pequeño movimiento para acercarse un poco a la puerta y escuchar con más claridad.

-Ah ese hijo mío ¿A caso no es el mejor estudiante- decía orgulloso el padre del castaño.
-Si que lo es.
-Él se irá a una universidad en el extranjero, estudiará en Inglaterra para ser más exacto.
-¡¡Wow!! ¿En serio? que excelente decisión, su hijo es un chico valiente.

Takano sentía como sus emociones atravesaban por el camino del miedo, todo lo que había estado tratando de negar durante los últimos días, aparecía frente a sus ojos. Lo que escuchaba lo traía de vuelta a la realidad, era de esperarse ¿De qué servía tanto amor? Al final tendrían que separarse y no había forma de cambiar las cosas. Él sabía que algo como eso podía pasar pero... ¿Porque tan lejos? No se sentía en libertad de molestarse ya que él también le había estado ocultando a unas cosas a Onodera.

Tan pronto salió de aquella oficina, lo único que pudo hacer fue correr con todas sus energías hasta llegar a la habitación, donde Ritsu caminaba. Tan pronto entró y cerró la puerta, lo abrazo y lo hizo con una fuerza impresionante como si quisiera permanecer así durante toda la vida.

-Eh...mm...Taka...
-¿Me amas?- cuestiono evitando que Ritsu hablará.
-¿A qué viene esa pregunta tan de repente?
-Yo... te lo digo siempre, así que responde.
-Takano ¿Qué te pasa? Estas actuando muy extraño.
-Onodera Responde.

El castaño no comprendía nada sobre esa extraña situación, pero con el tiempo que habían pasado juntos, había aprendido a reconocer muchas características de la complicada personalidad de Takano y sabía que algo definitivamente no andaba bien, se separo del abrazo y se acercó a la ventana de la habitación mirando hacia el patio.

-¿Como no podría amarte?
-¿Eh?- cuestiono el pelinegro, sorprendido, pero a la vez lleno de entusiasmo... ¿Era a caso esa una nueva manera de decirle que lo amaba?

-¡Lo escuchaste! ¿Cómo no podría amarte? si eres la única persona que me ha hecho sentir de esta manera en toda mi vida, eres la única persona que se ha empeñado en estar junto a mi, aún cuando conoces la peor parte de mi forma de ser. Te lo dije antes, todos siempre se alejaron de mi por ser el hijo del director, nunca nadie se preocupo por mí, pero tu desde que llegaste no has hecho más que aferrarte a estar a mi lado, eres como un polizón que decidió quedarse en mi corazón para siempre sin pedir permiso.

Onodera no lo miraba a la cara, pero en sus palabras había fortaleza y sinceridad, hablaba fuerte y con confianza, Takano podía escucharlo con claridad pero temía acercarse y romper con toda la magia de ese momento.

-... Entonces... ¿Porque te vas?
-¿Irme?
-Onodera yo.....lo sé, se que te vas a estudiar al extranjero.
-Takano yo...

Esta vez le fue imposible no acercarse, dio un par de pasos y lo abrazo de nuevo.

-Onodera... No tienes idea por cuánto tiempo esperé que una persona como tu entrará en mi vida y se convirtiera en lo más importante... No quiero perderte, hemos peleado, nos hemos distanciado por semanas... pero eso no se compara para nada a perderte para siempre, ni siquiera puedo imaginarlo, yo sé bien que tu nunca le dirías a nadie de nuestra relación, pero aún así...

Ahora Onodera era quien interrumpía las palabras de Takano. Le cubrió la boca y al fin se decidió a ser él quien rompiera con el silencio-. Yo se lo dije a alguien.

De inmediato los ojos del pelinegro se abrieron ante aquella sorpresiva revelación, tomo al castaño por los hombros y de esta manera podía verlo de frente, veía un rostro avergonzado, rojo por completo , pero esta vez había una expresión diferente, era una expresión con absoluta sinceridad.

-Onodera tu... ¿Le contaste a alguien sobre lo nuestro?
-Si... ¿Recuerdas a An-chan mi amiga?
-Sí.
-Pues se lo conté a ella, ella sabe que estoy enamorado de ti, así que deja de decir esas tonterías que vienen a tu cabeza de vez en cuando.
-Entonces si me amas y se lo dijiste a esa chica ¿Porque te vas?... Siempre que todo parece ir bien entre nosotros, decides dudar, decides cosas sin tener la confianza suficiente para contármelo... Siempre pensé que algo como eso pasaría, tu eres un chico rico que cuenta con el apoyo de sus padres, en cambio yo...

Solo había una forma de hacer que Takano se tranquilizará, o de lo contrario Onodera nunca podría hablar, así que decidió ir en contra de su forma de ser y tomo a Takano por la camisa para atraerlo hacia él. Lo besó pero eso fue algo realmente inesperado para el pelinegro, su cuerpo se paralizó y todo lo que pudo hacer fue dejar sus ojos abiertos hasta que aquel beso terminará.

-Tu debes tranquilizarte un poco- menciono el castaño con la voz agitada y rojo hasta las orejas
-¿Qué?
-Eres tu quien no me ha dejado explicarte nada, en unas horas me iré a mi casa para pasar el fin de semana con mi familia y te dejaré todo en claro de una vez por todas, así que ¡cállate y escucha!

Takano se sentó en su cama y Onodera sacó algo del pequeño cajón de su escritorio, lo tenía en sus manos y lo ocultaba detrás de él para hablar.

-Chiaki me contó que... tu familia ya no te ayudará con tus estudios universitarios, eso ha estado dando vueltas en mi cabeza las últimas semanas, desde que aclaramos todo entre nosotros. Desde esa noche que te busque en la habitación de tus amigos, he estado tratando de decirte algo... pero no me dejas hacerlo. Yo también he pensado en lo terrible que sería dejar de vernos cuando nos graduemos, es por eso que...

Onodera no pudo seguir hablando, se quedó en silencio un largo tiempo y Takano permanecía callado para no interrumpirlo, fue después de una larga espera que algo inesperado sucedió, Ritsu sacó lo que ocultaba en sus manos. Eran los folletos de las universidades que Takano había votado a la basura días atrás.

-¡Es por eso que pensé que podríamos estudiar en la misma universidad!

Esas palabras eran todo lo que Takano había soñado escuchar pero nunca pensó que llegaría a ser una realidad, su corazón latía sin control, una sonrisa aparecía en su rostro, pero continuaba en silencio.

-Mi papá me dio algunas alternativas, no te negaré que menciono algo sobre irme a estudiar al extranjero, pero nunca le dije que sí, no entiendo como supiste eso, pero te puedo asegurar que no lo haré. También me dio como alternativa, estudiar en una universidad fuera de esta ciudad, pero que debería buscar un empleo o algo así... No sé porque razón cuando escuché eso no pude pensar en otra cosa que no fueras tú. Después arreglamos nuestros problemas y todo lo que ha dado vueltas en mi cabeza todo este tiempo- comenzó a tartamudear un poco-. Es asistir a una universidad fuera de la cuidad, buscar un empleo, vivir en esas extrañas casas que rentan a los estudiantes universitarios y ¿Sabes una cosa Takano?...Yo pensé en hacer todo eso contigo.

Era definitivo, Onodera tenía un lado que podía ser realmente tierno y expresivo, el castaño decía justo lo que Takano había soñado escuchar, se sentía feliz de que por fin Ritsu era capaz de decir lo que sentía, y se llenaba de alegría de saber que eso era resultado de todas las veces que había luchado por conquistarlo, lo que había entre ellos no era algo pasajero, era algo verdadero...era amor.

-Onodera ¿Tu de verdad estarías dispuesto a hacer esas cosas por mi? ¿Por estar conmigo?
-Por supuesto que si Idiota.
-Onodera, lo siento... siento no haberte contado sobre lo de mi familia, siento no haber permitido que hablaras, pero tenía miedo, pensaba que en cualquier momento sería nuestro adiós, por eso escapé de nuevo, pero no lo haré más. Por supuesto que quiero estudiar contigo .Vayamos a la misma universidad, busquemos un empleo y busquemos un lugar donde vivir fuera de esta ciudad, lejos de todos los que nos conocen y cualquier paso que demos ¡Hagamoslo juntos!-

Ambos se abrazaron no se necesitaba más para expresar lo que sentían, observaron todos aquellos folletos sobre las universidades y conversaron durante un largo tiempo hasta que tomaron una decisión, habían elegido a que universidad asistir, ambos tenían intereses por la literatura así que no había más problemas.

La noche había llegado y el castaño camino hacia la puerta con su maleta, ambos se sentían felices y seguros con su decisión, pero aún quedaba algo pendiente.

-Que te vaya bien con tu familia, nos vemos el lunes- menciono Takano
-Takano yo... hablaré con mi padre y le diré la decisión que he tomado, le diré que no haré lo que él quiere sobre estudiar el extranjero.

Fue lo último que Takano escucho de los labios de Onodera y después escucho la puerta cerrarse y los pasos del castaño que poco a poco se alejaron hasta desaparecer por completo.

Continuará...



Amor de secundaria (TakanoxRitsu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora