Casada Y Virgen

Capitulo 8

———————— Samantha Blade ————————

Y ahí estaba yo, esperando porque mi suegro terminara de hablar con mi esposo, me moría de ansias por escuchar su voz y mi corazón latía tan fuerte que sentía que en cualquier momento podría salir disparado de mi pecho, no sabía que le diría pero quería oírlo, quería hablar con él. Estaba tan nerviosa cuando Albert, mi suegro dijo:

— Muy bien hijo yo me haré cargo no te preocupes, esta empresa estuvo a mi cargo muchos años no lo olvides.

Sabía que era mi momento, tenía que pensar en qué le diría, y tenía que tranquilizarme.

— Si, aquí esta... deja te la paso — Dice Albert mientras me observa y me hace una seña para que tome el teléfono, me acerco hasta el nerviosa, mis manos temblaban cuando tome el teléfono en ellas, al parecer el padre de Alex lo tomo como una señal para irse lo cual internamente le agradezco, quizás y así mi nerviosismo se valla junto a él.

— Hola — Digo con la voz ronca, aclaro mi voz para mejorar mi saludo

— ¡Hola cariño! ¿Cómo estás? — Me dice con un tono tan dulce que una sonrisa rápidamente adorno mi rostro

— Bien — respondo automáticamente, lo cual al parecer hizo que dudara

— Samantha...

—Te extraño — anuncio — Pero no es nada que no pueda soportar, al menos por ahora — añadí lo último en forma de broma, pero era una broma muy enserio

— Juro que volveré tan rápido como pueda cariño, es solo que...

— Tu trabajo, lo sé

— Entre más tiempo estoy aquí los problemas se hacen más grandes, ya te dije que estamos haciendo una re evaluación de la situación en la que se encuentra cada empleado y también de las condiciones en la que está el lugar — suspira — Te prometo que te recompensare por esto amor

— Lo sé — respondo — y no te lo haré fácil — añado casi imaginándome su rostro en este momento, sus hermosos ojos azules, su cabello negro adornando su bello rostro, su sonrisa, ahora mismo puedo escuchar su sonrisa, es estúpido porque ¿cómo demonios se puede oír una sonrisa? No lo sé, pero lo hago.

— Y dime ¿como van las cosas por allá? ¿Christina cómo te está tratando? — me pregunta, tomo un respiro y automáticamente de mi boca sale:

— Ya sabes, lo mismo de siempre — no tengo ánimos de contarle sus planes para la otra noche en el apartamento que antes yo compartía con Dee además aunque los tuviera ¿Qué le iba a decir?

— No sé si eso es bueno o malo, deberías de ser más específica amor

— Y tu deberías de estar aquí

— Sam...

— Es broma cariño, te entiendo y te perdono pero no creo que cuentes con el suficiente tiempo para saber todo lo que a pasado estos últimos días

— quizás y tengas razón — dice en un suspiro

— Eso es bueno, pues te garantizo tenerte muchas historias de estos días para cuando vuelvas — Le dije lo más animadamente posible

— Bueno me gustaría decirte lo mismo, pero estos días las únicas personas con las que socializo son un montón de empleados inconformes con su vida y creen que echarme la culpa a mí es la solución