———————— Samantha Blade————————— Vamos Max hay que subir a la montaña rusa primero — dije mientras lo tomaba de la mano para correr y llegar a tiempo al juego
— Sam no, ¿porque mejor no jugamos a tirar las botellas, o las canicas? — dice haciendo que lo jale con más fuerza
— No, ¡vamos Max no seas niña! — dije mientras reía como pequeña y lo jalaba con más fuerza.
Me emocionaba mucho el poder subir a las atracciones después de tantos años mi favorita era la rueda de la fortuna pero también me emocionaba mucho la montaña rusa y más porque esta estaba gigantesca, se miraba realmente divertida.
Esperamos por nuestro turno para poder subir mientras Max trataba de ponerme excusas tontas, pero yo daba brinquitos por la emoción aunque claro que lo tenía que tener sostenido de la mano porque si no saldría corriendo en cualquier momento, lo conozco tan bien que sé que por dentro está llorando del terror
— ¡Eso fue muy divertido! — dije muy emocionada, al bajar de la atraccion
— Si tú lo dices Prins
— O vamos Max eres una niñita llorona — dije burlándome de el — Niñita llorona, Niñita llorona — Cante en forma de burla
— Vamos no seas infantil — dijo en tono malhumorado
— ¿Infantil yo? Si tú eres la niñita llorona — dije mientras soltaba otra carcajada
— Me alegra verte así de contenta Bombón, hace mucho no sonreías — agrego haciéndome sonrojar
— OK... Solo por eso nuestra próxima atracción podrás elegirla tu — dije haciendo que ahora el sonriera. Eligio el juego tiro al blanco y fue muy divertido debo admitir aunque claro nada se compara con la montaña rusa. Después de ese juego fuimos a otros más como las tazas, los carritos chocones, el gran martillo, las canicas, el elevador gigante, otra vez el tiro al blanco y por ultimo decidimos entrar a la casa embrujada, aunque no fue una decisión de dos. No Max prácticamente me obligo a entrar, él sabe que esas cosas me dan mucho miedo pero aun así quiso que entráramos, yo lo veo como una venganza por las atracciones a las cuales lo obligue a subir así que casi, casi no me queje. Al salir de la horrible casa embrujada nos dirigimos a la casa de Deanna claro que no sin antes volver tomar caminos equivocados por culpa del terco de Max.
----------------------------Otro día más en este encantador lugar, me alegro de haber venido me la he pasado de maravilla se supone que las chicas llegan hoy en la tarde, de seguro ya deben de estar en camino o al menos eso dijo Chris. Oh bueno, prácticamente ella dijo eso. Después que le mencione a Alex de nuestro viaje y él se ofreció a pagar todos los gastos, ella dijo: "Vamos para allá".
Me sorprende que Alex se halla ofrecido a pagar todos los gastos del viaje, incluyendo los de Max y eso que Alex siente cierta antipatía hacia él o bueno mucha antipatía o mejor dicho odio, ya saben problemas de hombres creyéndose el macho alfa y su típico problemas posesivo de yo soy el dueño no te acerques.
Hoy estoy de buen humor y decido ponerme un lindo vestido blanco con flores rosas es tan empalagosos y aniñado que me siento como una pequeña, recojo mi cabello en una coleta alta para completar mi atuendo, me veo tan tierna.
Bajo a la sala de estar en busca de un poco de compañía.
— ¡Buenos días! — Saludo alegremente
— Buenos días Prins
— ¿Saldremos? — pregunte al ver que le daban indicaciones de nuevo al desubicado de Max
— Si bueno planeaba que más tarde podríamos salir un rato a conocer más de este pequeño pero hermoso lugar, además... Prins necesito contarte algo muy importante
— ¿Importante malo? — cuestiono ya que eso realmente me intrigaba Max no tenía muchas cosas importantes que decirme, digo lo último "IMPORTANTE" que él me dijo fue que se había enamorado de mí y que deseaba que pudiéramos ser algo más, aunque claro yo en ese tiempo estaba saliendo ya con Alex y bueno Max siempre fue mi amigo, desde que era pequeña y bueno yo no podía verlo como algo más así que tuve que ser sincera y el comprendió que lo mío con Alex iba en serio y bueno trato de aceptarlo o más que nada aceptar a Alex, ya que Alex y Max nunca pudieron llevarse bien
— ¡Importante bueno!, o al menos eso creo yo — responde, la verdad es que tengo un poco de miedo de que esto pueda hacer que se repita la situación del pasado.
— ¡Oh por dios! es que quieres matarme. Ahora necesito que tú me digas que es eso tan importante
— Todo a su tiempo Princesa
Después de eso fui a tomar un aperitivo a la cocina, mientras Max se preparaba para nuestra salida. Estaba nerviosa y emocionada por esta tarde, nerviosa porque no sabía que esperar, temía que se volviera a confesar, la última vez nuestra amistad paso por una temporada difícil. No quería que se repitiera.
— ¿Todo listo Prins? Ya me quiero ir — me llama Max desde la puerta de la cocina
— Claro — digo mientras lo sigo a la cochera
Max y yo nos dirigimos hacia un lugar desconocido, esta vez no podía ayudarlo a llegar ya que bueno no sabía a dónde íbamos y mucho menos sabía llegar, obviamente. Creo que en este momento estaba igual que Max sin idea de a dónde iba y como llegaría, pero eso sí, iba poniendo mucha atención al camino por si nos perdíamos, mínimo saber cómo regresar.
Al paso de algunos minutos de no dar con el famoso lugar al que Max quería ir. Dimos con la calle principal la del malecón y bueno decidimos caminar mientras él me platicaba su IMPORTANTE noticia. Estábamos caminando por la orilla del malecón yo esperaba con ansias que Max pudiera decirme que es eso tan importante que debe decirme.Decidimos bajar del coche y caminar por toda la orilla del malecón.
— ¿Princesa? — trata de llamar mi atención
— ¿Si? — respondo rápidamente
— Sabes hace tiempo eh estado queriendo decirte esto...
— S..Si — tartamudee nerviosa
— Samantha quería que tu fueras la primera en saber esto — dijo mientras tomaba mi mano y hacia que me parara en seco — quería esperar a que esto fuera oficial y estable pero ya no puedo aguantar mas
— ¿Max de que hablas? — pregunto confundida
— Bueno yo...
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Casada Y Virgen
HumorVirgen, la tarjeta V, la gran V, María, Virginia, Vigilia, Puente inconcluso, Tipo V, Abeja obrera, Alambre liso, Avioneta fumigadora, Microondas, la peste y miles y miles de apodos hay para nosotras las chicas bien, que desean mantenerse vírgenes o...