Una nube cargada de pensamientos, invadía mi cerebro el fin de semana.
¿Habré aprobado matemáticas?Siempre fuí una persona, muy pensativa y soñadora, y positiva, aunque...quizás a veces me venga un bajón que ni el mismísimo psicólogo podría solucionar.
La voz de Iris, me sacó del hermoso trance.
—¿Sí, Iris? —Dije molesta.
—¿Qué tal el exámen? —Preguntó curiosa.
—No lo sé...la verdad.
—Yo tampoco. Me ha salido fatal. —Sonrió falsamente. —Suerte.
El exámen de matemáticas me estaba sacando de quicio; Jugaba con mi mente como si fácil fuera, como si fuera una pequeña pelota fácil de tirar.
Los pensamientos negativos se apoderaron rápido y dolorosamente se mi cabeza.
Exámen, exámen...Oh, ¡Por dios, Sarah! Deja de pensar en eso, y disfruta el fin de semana.
Y sí, justamente la palabra "fin de" indicaba que acababa de finalizar mi pequeño y corto periodo de descanso.
Me situaba de nuevo en la puerta del instituto cuando una pequeña depresión corrió por mi cuerpo, haciendo que la sonrisa desapareciera de mi rostro. Intente sonreír de nuevo, pero fallé en el intento.
Un espantoso Lunes, me esperaba.
Iba todo bien, realmente no tenía queja alguna, y tampoco había un solo motivo por el cual preocuparse.
Hasta que...¡Pum! la asignatura de matemáticas apareció frente a mis narices. Las facciones de la profesora eran realmente desagradables de ver, y cada vez que hacía una mueca de preocupación en su rostro, otra se posaba en la mía.
—Aquí tenéis los exámenes; Os los repartiré junto con la libreta. —Dijo en voz alta, pues su maldad se reflejaba en sus pupilas.
Ella empezó a colocar sobre cada mesa, un papel junto con una funda que, en ella había papeles.
En esos momentos, mis nervios no podían calmarse; era la primera prueba de matemáticas, además, me había esforzado, y si suspendiera, entonces no sabría para qué había esforzado.
Entonces, algo interrumpió bruscamente mis pensamientos; La señora Mcmahon se situaba frente a mi mesa, con una cara de enfado.
Al repartirme el exámen y la libreta, pude comprobar que ambas estaban suspendidas.
Era extraño; ¿Un dos en matemáticas? Digo...es raro en mí. Eso hizo que mis nervios alborotados se calmaran violentamente, lo que hizo que un ligero mareo se apoderara de mí.
Suspiré, y más tarde, pensé:
Enhorabuena, Sarah, el primer fastidio en el curso. Eres una inútil.
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Desde mis ojos {TERMINADA}
RandomLa adolescencia, era una etapa difícil, posiblemente fuera una cárcel para mí. Cada momento, significaba para mí algo más de lo que preocuparme. Creedme; Huíd si estáis a tiempo. Huid de la rutina que os rodea, de algo que, posiblemente, te esté dan...