Segundo trimestre. Esperaba obtener buenos resultados, y tenía las fuerzas suficientes para obtenerlos. Podía aprobar, lo sabía, lo sentía. Pude superar los suspensos en tres asignaturas, y me dio, de alguna forma, todas las fuerzas necesarias para seguir adelante y superarme día a día.
Iba bien, realmente bien. En los primeros exámenes saqué un par de notables, y estaba feliz.
No tenía queja alguna de algo en concreto, pues eso me llemaba y facilitaba mi motivación.
He insertado mi canción favorita.
Todo iba perfectamente, una sonrisa se esbozaba por mis labios y, por una vez en mi vida, o almenos, en mi etapa adolescente, sentía que no tenía ninguna preocupación.
No obstante, esa alegría no duró mucho. Terminó un Jueves.
Era tutoría, y mi mejor amiga no había venido a clase. Aunque, estaba su hermano, pero...
Todos estaban habla do entre sí, incluida Iris.
Las chicas hablaban entre sí, y un diminuto grupo de chicos hablaba con Iris.
Ella tenía tanta facilidad para hablar con ellos, con cualquiera. Y era envidiable. Pero, no se la podía juzgar, pues su actitud frente a los obstáculos de la vida era luchadora y sonriente.
Pero si seguía envidiándola, no iba a llegar a ningún lugar. Yo era yo, y tenía que conformarme, pero había una parte de mí que gritaba a viva voz que desearía encontrar a alguien o algunos, que la ayudaran a romper ese caparazón.
Yo no era feliz. Sé que es un término demasiado general. Me refería, a la parte de amistad.
Siempre me había importado lo que pensaran de mí. Siempre había tenido una vista diferente a la adolescencia. Sabía que tener un grupo de amigos era algo realmente importante que ficharía tu reputación, aunque yo, lo ignoraba.
¿Sabéis lo que había estado deseando desde principio de curso? Encontrar la felicidad.
Y sabía que, si no era espontánea no lo conseguiría. Tenía tanto miedo a que malpensaran de mí. Deseaba ser abierta, pero no podía. ¿Qué me había pasado? ¿Por qué ahora era tan cerrada?
Deseaba mucho estar en el grupo de Iris. Pero tenía tanto miedo. Expresaba tan poco a la cara. Y tanto con las palabras o pensamientos.
Solo quería encajar en él. Pero, ¿como?
No era una simple decisión para mí. Para mí, era la decisión más importante de mi vida aunque no se me notara en el rostro.
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Desde mis ojos {TERMINADA}
RandomLa adolescencia, era una etapa difícil, posiblemente fuera una cárcel para mí. Cada momento, significaba para mí algo más de lo que preocuparme. Creedme; Huíd si estáis a tiempo. Huid de la rutina que os rodea, de algo que, posiblemente, te esté dan...