—¿Quieres decirme qué te pasa? —Preguntó Lily enfadada.
Negué con la cabeza; pues no quería hablar.
De un día a otro todo cambió; desde que suspendí el exámen de matemáticas, he estado suspendiendo todos los demás. No sé si sería la intuición, pero quería que esto terminara. Necesitaba aprobar, no podía seguir suspendiendo dichas asignaturas. Quería hacer algo, de verdad que quería, pero mis fuerzas estaban tan sumamente débiles, mi motivación estaba por los suelos y yo...yo no podía hacer nada. La maestra de matemáticas me acababa de anunciar, que hablaría con mi madre. Oh, y todos os preguntaréis, ¿porqué? bueno, la respuesta podéis tenerla en la mente, pues no cuesta tanto de adivinar.
Mi bajón de notas estaba afectando a mis sentimientos, pero, me estaban ocurriendo tantas cosas que no podía decir.
No podía expresar nada a nadie, me sentía tan mal. Todo cambió tan rápido.
Mi madre me obligó a hablar.
—¿Qué te pasa?
Quería que las palabras fluyeran por sí solas, y que mamá y yo nos lanzaramos una mirada recíproca.
Cuando mi padre llegó, entonces sí que me entró miedo; pues él siempre fue muy exigente.
Derramé lágrimas aquella noche, dejé caer todas esas lágrimas que inundaban mi corazón todo ese tiempo que aguanté cada peso. Pero, de verdad que necesitaba sincerarme con alguien, y, aunque costara expresarme delante de mis padres, sentía una necesidad enorme de que ellos tuvieran en cuenta toda la verdad.
Tal vez todo esto comenzara en un simple grano de arena, pero ese pequeño e insignificante grano de arena, del que nadie se dió cuenta, me estaba haciendo una herida enorme en el corazón, y esta vez, no se podía curar con una simple charla.
Por suerte, liberarme enfrente de mis padres, me hizo ver un poco mejor todo; sus consejos. Ellos, sin duda, eran los mejores.
Pero, eso solo solucionó una cuarta parte del problemón que acechaba en este primer trimestre.
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Desde mis ojos {TERMINADA}
RandomLa adolescencia, era una etapa difícil, posiblemente fuera una cárcel para mí. Cada momento, significaba para mí algo más de lo que preocuparme. Creedme; Huíd si estáis a tiempo. Huid de la rutina que os rodea, de algo que, posiblemente, te esté dan...