Videntes de Corazón

Capítulo 4.

—¡Es muy bonita! ¿Dónde la conociste?
—¿Lo es? —preguntó Kevin entusiasta.
—Si.
—¿Cómo es? Dime, sus ojos ¿Claros o oscuros? ¿Cabello? Largo, corto, desprolijo...
—Es pelirroja, cabello por los hombros, ojos avellana, nariz pequeña y labios finos—dijo su padre describiéndola.

En su mente, Kevin se había armado una imagen de lo que posiblemente podría llegar a ser, y lo que se imaginaba, le fascinaba.

—Perfecto—sonrió.—Debo irme

Tomó su celular de sobre la mesa y subió las escaleras con rapidez. Se encerró en su cuarto y encendió el aparato.

—Llamar a Holanda dos puntos paréntesis —le dijo fuertemente al teléfono, recordando que ella se había agregado como "Holanda :)".
El timbre sonó cuatro veces, hasta que la voz de una Holanda agitada le respondió.

—¿Hola?
—Holanda Parks —sonrió.
—Mm, Kevin Brooks ¿Qué hace llamándome a estas horas de la noche?—dijo en tono burlón.
—Llamaba para preguntarte como estabas
—Bueno, quitando de lado que me interrumpiste una partida de póquer con mi papá que probablemente esté mirando mis cartas, muy bien
—Lo siento, fue un error mío

Oyó a Holanda reír dulcemente y suspiró. Maldita sea, adoraba su voz.

—¿Podemos vernos mañana? Estoy apostando mi mesada y sinceramente no quiero perder la posibilidad de comprarme un vestido que vi
—Claro, no hay problema
—Quizá podrías venir a mi casa, estoy sola en la tarde, papá se irá de viaje —sugirió ansiosa que dijera que si.
—Okey. Te buscaré en la escuela
—¿Sabes llegar hasta allí?
—Holanda, nadie conoce mejor esta ciudad que yo, creéme
—Está bien, confío en ti, te veré ahí a las dos
—Adiós
—Adiós —sonrió ella colgando.

Al volver al salón principal su padre intentaba husmear sus cartas que había dejado bajo el vaso de jugo.

—¡Papá! —chilló.
—¿Quién era Holly? —preguntó.
—No me cambies de tema, además, no te incumbe —sonrió perversa.
—¿Es acaso un chico? —bebió un trago de cerveza mirando su jugada.
—Puede ser...

La pelirroja tomó una carta del maso y relamió sus labios rápidamente.

—¿Su nombre es...?
—Kevin, Kevin Brooks, es de lo más lindo papá, tienes que verlo. Es fresco, activo, tierno, divertido, sexy—dijo levantando las cejas ante este ultimo adjetivo.
—Ya voy a juzgar por mí mismo a ese tal Kevin Brooks —la desafió fingiendo enojo.

Holly rió fuerte para dejar de lado a Kevin y concentrarse en su jugada, que se veía, prometedora.

Eran las once cuando miró su reloj por séptima vez. ¿Que le pasaba a la hora de matemáticas? Siempre se había pasado de lo más rápido y ahora era como si a las agujas del reloj se les hubieran quebrado las piernas, si es que las agujas del reloj tenían piernas para avanzar.
Veinte minutos más tarde, terminó las clases y Holanda corrió hasta la cafetería en busca de su almuerzo y sus amigos.

Sentados alrededor de una mesa redonda, Matt, Johnson, Joshua y Dafne la esperaban charlando animadamente.

—¡Hey Hollys! ¿Quieres ir al cine esta tarde? —clamó Johnson observando a la pelirroja que tomaba asiento junto a Joshua.
—Lo siento Johnson, pero tengo planes para esta tarde —dijo ella con una sonrisa traviesa y aleteando sus pestañas largas con rapidez.
—¿Planes? ¿Con quién? —rió Dafne imitando los gestos de Hollys.
—Un chico
—¿No será con Nick Jonas otra vez, o si? —se burló Joshua.
—¡Hey! Esta vez es real —dijo frunciendo el ceño.
—Claro...ver para creer
—¡Sh! ¡Callate Josh! —chilló Dafne—Y bien...¿Cómo se llama?
—Kevin, y debes verlo

Hollys sonrió. Era la primera vez que le pasaba a ella. Siempre eran sus amigos, noviazgos, citas, roturas, idas y vueltas. Ella era el oído del grupo ya que nunca tenía cosas por contar, pero aún así le agradaba, ya que cuando le tocaba hablar a ella no paraba.
En ese momento optó por cerrar la boca y comer. El macarrón con queso del almuerzo era delicioso y no quería perdérselo, si bien estaba ansiosa por la futura llegada de Kevin, eso no le quitaba su inmenso apetito.

—¿Por qué no traes a Kevin con nosotros? Así quizá se integre al grupo—sugirió Dafne guiñándole uno de sus ojos verdes.
—No creo que quiera —respondió nerviosa.

No iba a contarles que era ciego, no lo iba a hacer. Tal vez Kevin no quería que se enteraran de su discapacidad y ella respetaría aquello, era su privacidad y nada más.
Por el momento evitaría ese tema.

—¿Por qué no?—cuestionó.
—No le gustan las películas—contestó.
—¡Vamos! ¿A qué persona no le gustan las películas?
—A él—dijo metiéndose mucha pasta a la boca.
—¿Y que le gusta hacer?
—Escuchar música —mintió incómoda.
—Podríamos escuchar Coldplay
—No le gusta Coldplay
—¿Por qué no?—preguntó Joshua.
—¡Porque él prefiere Green Day!—gritó cansada.

De pie como estaba, tomó su bandeja, arrojó los desechos a la basura y se dirigió al salón de clases.
Odiaba que cuestionaran todo lo que hacía o decía.

—Mierda, no pueden confiar ciegamente en mí—se dijo.—Okay Hollys, esa estuvo mal, evita decir esa idiotez frente a Kevin

A lo lejos oyó las zapatillas de Dafne, golpeando contra el piso. Corría hacia a ella clamando su nombre.

—¡Hollys! Nena, no quería que te enojaras, era solo una sugerencia —dijo. —Entendí el mensaje de que quieres una tarde sola con Kevin, bien
—Okay... —refunfuñó. —Pero odio que Joshua se comporte así conmigo
—Holanda, sabes que Josh tiene celos, y ¡Mierda! Digo, tiene motivos, está enamorado de ti desde cuarto grado

Hollys se sonrojó, lo sabía perfectamente, pero ella siempre evadía el tema con Josh. Tenían una gran amistad y no quería echarla a perder, deseaba decírselo pero no sabia como rechazarlo siendo amable. Lo había ensayado mil y una veces en su imaginación, pero aún así, nada la convencía.

—¿Crees que debería hablarlo con él? —Siempre te digo que si y terminas haciendo lo que quieres ¡Eres muy terca!
—Lo sé y lo siento —sonrió.

Abrazó a su mejor amiga y juntas se dirigieron al salón de clases. Aún faltaba una hora para que la jornada acabara y le esperaba más tortura por parte de su enemigo, el tiempo. 

N/A: Feliz navidad preciosuras Espero se hayan portado bien este año y hayan recibido muchos regalitos ͡° ͜ʖ ͡°
Besitooos xoxo