Capítulo 1

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En días como estos salía a caminar intentando ignorar como me consumía por dentro. Era aproximadamente la media noche, cuando yo me encontraba caminando por las oscuras calles del distrito 20, en todo el día no había probado ni una pizca de alimento.

Permítanme presentarme: Mi nombre y apellido no importan demasiado, ¿Mi físico? Bueno, estoy casi pegada a los huesos por mi mala alimentación, ¿Mis amigos? Exactamente no tenía, ¿Quién quería ser amigo/a de la chica huérfana que parecía un muerto? Oh sí, no tengo padres, mis recuerdos empiezan desde que tengo 12 años, antes de eso no recuerdo nada, aun soy menor de edad así que no puedo tener trabajo estable, y me es imposible durar en los de medio tiempo. Sin darme cuenta me había metido en una calle sin salida, cuando me di la vuelta para salir de ahí un hombre me obstruía la salida. Él no era más alto que yo, llevaba una chaqueta y pantalón de cuero, una bufanda púrpura y botas altas, también llevaba una máscara, la cual me había llamado demasiado la atención. Nunca había visto a un ghoul, pero estaba segura de que él lo era.

—Mira que tenemos aquí, – decía caminando alrededor de mí — ¿Qué hace una chica tan sola en un lugar así? —

—Eres un ghoul, ¿verdad? —pregunté algo curiosa.

— Vaya que eres inteligente— sonó sarcástico —Deberían darte un premio. —

—¿Verdad? Pero ahora da igual, si venías a matarme hazlo de una buena vez.—

— ¿Qué acaso no te da miedo el saber que vas a morir? — Preguntó enfadado. Negué lo que hizo que se enfadará más.— No es divertido si es fácil. Te dejaré huir, por ahora, pero cuando te vuelva a ver y seas diferente te juro que te mataré sin piedad. – me amenazó y desapareció. No sé si fue porque era muy oscuro, pero no vi cuando se fue. Suspiré y me fui caminando a mi departamento, fue ahí cuando me había entrado el miedo, ¿A quién rayos se le ocurría retar a un ghoul?

Era lunes, al fin había finalizado el fin de semana y tenía que ir al instituto. Me levanté algo temprano, lavé mi cara, comí un pedazo de pan que tenía, me puse mi uniforme, tomé mi mochila y me dirigí al instituto.

Estaban a punto de comenzar las clases cuando entró al salón un chico al que nunca había visto, quizás se acaba de mudar al distrito. Era de estatura baja para alguien de nuestra edad alrededor de 165cm, tenía el cabello algo largo de color azul oscuro y alborotado, no traía uniforme, vestía una sudadera negra y capucha blanco, pantalón de mezclilla, botines negras y una bufanda morada. Entró escaneando, pudo ser mi imaginación, pero juro que cuando me vio sonrió. El profesor entró y todos saludamos.

—Muy bien jóvenes hoy tenemos un nuevo compañero, por favor preséntate— indicó el profesor.

—Soy Ayato, tengo 16 años y me acabo de mudar.— para cuando se presentó ya lo había examinado de pies a cabeza, sentía que ya lo conocía de algún lugar, pero no podía recordad de dónde.

— Muy bien joven Ayato desde ahora su lugar será a un lado de la señorita Hayashi – él solo asintió con la cabeza y se sentó a un lado de mí. Intenté no tomarle atención a él. Las clases fueron iguales que todos los días, era hora del almuerzo, me quedé recostada sobre el pupitre, usaba mis brazos como almohada.

—Hey, ¿No comerás? —volteé a ver quién era, el chico nuevo se encontraba a mi lado.

—No, no traigo comida— respondí en voz baja.

—Si quieres comer la mía, no tengo hambre así que sería un desperdicio si nadie la come.— dijo sacando de su mochila su almuerzo.

—No, gracias, es tu comida, además no tengo hambre...— No pude terminar la oración en cuanto se escuchó mi panza rugir por el hambre, inmediatamente oculté mi rostro entre mis brazos.

—En serio que eres mala mintiendo.— Se notaba molesto, me dio su comida, era un bento que podías comprar en cualquier tienda.

—No puedes ir regalando tu comida como si nada.

—Se dice gracias. —salió del aula.

Una vez agradecidos los alimentos, comencé a comer, sabia tan bien hace mucho no comía algo tan rico.

Tan solo comida (Ayato Kirishima)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora