Tan solo comida (Ayato Kirishima)

Capitulo 19

Me recosté sobre mi cama acariciando mi cabello. Era nuevo para mí tener el cabello corto.

Anteiku estaba cerrado, no leería el diario hasta que tomara fuerzas para saber cosas nuevas. No estaba haciendo absolutamente nada.

A pesar de todo, podría seguir viviendo como lo que era: una humana cuyas memorias fueron borradas, completamente independiente pues ni siquiera conocía a mis padres. El único cambio es que una parte de mí era ghoul y no sabía qué cambiaba de mí.

         Seguía aburrida y estar sola no ayudaba en mucho, pensé en llamar a Hinata, pero quería a alguien que supiera que era lo que estaba pasando, así que me levanté y me puse una de las pantaloneras que eran de Ayato, me quedaba algo holgada pero estaba bien, era demasiado cómoda.  Salí en dirección a la habitación de Touka, toqué antes de entrar y ella me permitió entrar desde dentro, al entrar la divisé estudiando en un escritorio pequeño.

—¿Exámenes?

Me acerqué al escritorio para poder ver qué estudiaba.

—Sí, se me dificultan un poco estas materias así que...

Se quedó sorprendida al verme. Yo sonreí de lado, sabía que había sido algo muy "extravagante", por llamarlo de alguna forma.

—Te ves bien así.

Con su mano alborotó mi cabello, un gesto que sentía familiar con tener una hermana mayor. Quizás mi reacción no fue la esperada pues inmediatamente se disculpó y volvió a sus libros.

—¿Dónde está Hinami?

—Irá a una firma de su autora favorita.

—¿Sola?

—No la puedo llevar yo, al idiota de Kaneki le hubiera gustado ir.

—Yo puedo acompañarla, no será problema.

—Por favor, si llega a suceder algo no dudes en llamarme.

Terminó de agradecerme por llevarla y salí de su habitación. Me di una ducha, no sin antes avisarle a Hinami que la acompañaría.

Me vestí con unos jeans negros y una camisa blanca la cual los botones de arriba llevaba sin abotonar.

La espere sentada en la sala, ella salió vistiendo un vestido de flores con un saco muy hermoso, y acompaña de un sombrero beige.

Me quedé tan sorprendida que, inconscientemente, solté una risa.

—¿Me veo mal?— rápidamente preguntó preocupada.

—No, en realidad te ves muy bien. Solo que vamos vestidas muy opuestas, más bien yo no visto muy femenino. Parezco un chico.

—Un chico lindo.

Me reí por su comentario.

—Supongamos que es una cita entonces.

Me coloqué unos botines que Ayato me había comprado y salimos a la dicha firma de libros.

En el camino Hinami iba irradiando alegría.

—¿Tanto te gusta?

—Sí, sus libros son muy buenos.

Comenzó a caminar de espaldas y me sonrió emocionada.

—Ten cuidado o... Chocarás con alguien...

No había terminado mi oración cuando Hinami chocó espalda con espalda contra una persona.

—¿Estás bien?