Tan solo comida (Ayato Kirishima)

Capítulo 14.

Capitulo dedicado a ayano098 ❤❤

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Anteiku estaba lleno, anteriormente me habían explicado que en estas fechas el lugar se llena a máximo y por eso trabajábamos la mayoría.

-¿Kaneki y Touka?- pregunté al observar su ausencia.
-Dicen estar estudiando- me reí de su comentario -A Touka le va mal en un exámen y el flacucho decidió ayudarle-
-No creo que sea buena idea dejarlos solos- Nishio y yo reímos, pero nuestra conversación fue cortada al sonar las campanas de la puerta.

-Bienvenidos- recibí a los clientes.
-¡WOW! sí era verdad que trabajabas- Hinata y Ben entraron admirando el lugar. Al notar mi gesto Hinata agregó: -Solo queríamos venir a ver si no mentías, además compraremos café, no te preocupes- mostró una sonrisa despreocupada.

Los acomodé en una de las mesas libres y rápido tomé su orden, Irimi preparó las bebidas y yo las entregué.

-Es delicioso- comentó Ben relamiéndose sus labios y mostrando una sonrisa.
-Sí, lo está- afirmó Hinata -Entonces no irás al festival, ¿Cierto?-
Yo negué, Hinata se notaba un poco decepcionada.

-Mirei- me sorprendió Nishiki quitándome el mandil del trabajo -Toma el día como descanso, haré bajar a los idiotas esos
-Pero...
-Sin peros niña- el gesto de Nishiki pasó de serio a algo tan blando -Necesitas despejar tu cabeza-

La relación que llevábamos los 2 era algo raro, pues no teníamos demasiado tiempo de conocernos, sin embargo sabíamos entendernos y podíamos llevarnos muy bien.

-Gracias Nishiki- lo abracé a lo que él en un principio reaccionó raro, luego me respondió el abrazo.
-Ve antes de arrepentirme.-

Cambié mi ropa y tomé mis pertenencias lista para salir con los chicos.

Tomamos caminos por calles no tan transitadas, aún así había gente que pasaba rumbo al festival.

-Esperen, compraré algo- me detuve y giré en dirección a una máquina expendedora, al hacerlo choqué contra una persona. -Disculpa fue mi error-
-Discúlpame a mí- juntó sus manos -Por un momento me perdí-

Su apariencia era extraña, a simple vista no distinguía si era chico o chica, además su atuendo era de lo más extraño: pantalones cortos, una camisa blanca con cintos rojos y pantuflas del mismo color.

-Hasta luego- se despidió el chico raro
-¿Todo bien- preguntó Ben, yo expliqué lo que había pasado.

Al llegar noté que mi celular y cartera no se encontraban.

+Ese maldito hijo de...+

-¿Pasa algo- preguntó Hinata.
-Perdón, olvidé algo. Los alcanzo luego- sonreí intentado no delatar mi enfado y corrí en busca de aquél chico... O chica... No lo tenía claro.

Después de estar corriendo por varios minutos lo encontré

-Veamos qué hay aquí...
-¡NI SE TE OCURRA HACERLO!- Lo detuve al verlo a punto de abrir mi cartera.
-ah, me has alcanzado- se burló cerrando la cartera.
-Regresa mis cosas antes de que llame a la policía- Era una idiota, si me obligaba a llamarla no podría hacerlo, pues él tenía mi celular.

-Oh, eso estaría mal- se levantó de un brinco, yo dí un paso atrás -Agente la CCG: Suzuya Juuzou, investigador nivel dos. Mucho gusto- mostró una gran sonrisa y se inclinó.
-Yo soy...- me detuve -Espera, ¿Cómo sé que no me estás mintiendo?-

¿Quién creería que un psicópata como ese era un investigador?

-Esto- mostró una tarjeta de identificación con su foto, nombre y rango. No mentía en absoluto. -¿Y tú nombre?-

-Mirei Hayashi- respondí aún dudosa.

Él mostró una sonrisa nuevamente y estiró su mano regresando mis pertenencias.

-No ví nada, aún...
-Supongo que gracias
-Me iré ahora, espero encontrarnos en otra ocasión, señorita Hayashi.

Se fue caminando torpemente, tarareando y riendo.

Regresé buscando a Hinata y Ben, no se encontraban lejos de donde los había dejado.

-Perdón por tardar-
-No te preocupes- sonrió Hinata -Vamos ya-

Tomó mi brazo y nos llevó a pasear por todo el festival, parecía como si lo conociera como la palma de su mano.

Terminé comprando algo rápido para comer, Takoyakis, Hinata y Ben comentaron que habían comido antes de ir al café, por lo que ya no tenían hambre.

Mientras caminaba por la multitud de gente, pude distinguir a alguien vestido de chaqueta negra y bufanda púrpura. Mis pies reaccionaron rápido llevándome hacia él.

-¡Ayato!- toqué su hombro haciéndolo girar, lamentablemente no era él. Inmediatamente pedí disculpas y me quedé estática con una mezcla de emociones, sentía como todos avanzaban menos yo.

Me dolió tanto el imaginarme aquí con él, quería verlo, sentirlo o solo oír su voz diciéndome que todo estaría bien.

-Mirei- Hinata atravesaba a todos para llegar hasta mí. La miré de alguna forma desepcionada de mí misma, ella con angustia me abrazó. Inmediatamente rompí en llanto.

Ella me sacó hasta una banca donde Ben nos esperaba con una botella de agua.

-Perdón por todo esto- limpié mi rostro con la manga de mi sudadera.

Nos habíamos perdido los fuegos artificiales, era de los mejores espectáculos del festival y todo por mi culpa.

-Nos importas más tú- me animó Hinata
-Vayamos a esperar los primero rayos de sol- sugirió Ben, las dos aceptamos
-El edificio donde yo vivo, no es muy alto, pero tiene buena vista- todos acordamos ir ahí.
-Sirve y descansas un poco-
-Pero...
-Sin peros, has pasado por mucho y debes recargar tus energías.- interrumpió Hinata, a ella no podía ganarle.
Tomamos nuestras cosas y nos dirigimos a mi departamento. Al pasar frente a Anteiku noté a Kaneki y a Touka cerrando y barriendo fuera del lugar. Me gustaba verlos juntos, sin que Touka lo estuviera regañando o golpeando.

Entramos al departamento de Ayato, aún seguía quedándome ahí, aunque mi idea era cambiarme al mío la próxima semana.

-Disculpen, no recordaba que no había sofá
-No te apures, tú ve y descansa un poco. Nosotros iremos arriba.-

Hinata apoyó a Ben y me hicieron ir a descansar aunque sea una hora.

El cansancio era demasiado por lo que caí inmediatamente dormida.

Sentí como alguien me movía delicadamente.

-Mirei, ya será hora- hablaba con un tono bajo y tierno. Ella me ayudó a levantarme y me colocó un suéter advirtiendome del frío.

Arriba Ben nos estaba esperando recargado sobre la pequeña barda que evitaba una caída a más de 30 metros.

Hinata se paró junto a él y, quizás fue mi imaginación, pero estaba muy pegada a él, entre ellos susurraban cosas que no alcanzaba a escuchar.

Los primeros rayos del sol comenzaban a entras iluminando el cielo. La brisa pegaba sobre mi rostro, de alguna manera me hacía sentir viva. Sabía que este año sería bueno a diferencia de los otros 4 que recordaba. Tan solo... Me hubiera gustado empezarlo con Ayato.

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