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El castaño despertó con una jaqueca de aquellas que pueden dejarte en la cama durante horas, aunque el no pudiese quedarse. 

Tanteo el reloj despertador y al notar que llevaba 15 minutos de retraso ese dolor de cabeza se hizo a un lado de su lista de preocupaciones de esa mañana.

Siquiera tenia tiempo para darse una ducha o algo parecido asi que solo se puso su ropa habitual y un poco de loción. Había pasado ya una semana desde la ultima vez que había visto a Harry y eso le preocupaba demasiado, y estaba harto de no poder hacer nada al respecto. El no podía, por mas que quisiese, acercarse a su casa sin su permiso podría costarle  el pequeño secreto dentro de su mochila.

Las cosas se complicaban aun mas porque tenia una semana de retraso, y apenas iban algunas cosas de la lista de 30 que llevaba cumpliendo Harry.

Quizás todas las noches durante esa semana sin el rizado se desvelaba pensando en cuan estupido y arriesgado seria tomarle cariño a Harry, aunque quizás ya había pasado de tomarle cariño a sentir que sus dias no eran dias sin el.

Pero quizás tambien hoy seria el dia en que lo viera otra vez con su cabellera rizada y sus ojitos verdes brillosos mientras le explicaba el motivo de su ausencia, Louis pensaba en varias opciones: Una gripe, un viaje familiar, un problema, o quizás se había ido de vacaciones con sus tres amigos, aunque no estaba seguro de si eso era un opción viable.

Repaso cada opción unas cuantas veces, pero cada vez que el intentaba ser optimista, ese algo le hacia palpitar el corazón, y luego se lo estrujaba-no literalmente- haciéndolo sentir con miedo y preocupación por su compañero.

No le gustaba esa sensación, a Louis le gustaba ser feliz y sentir su corazón repleto de amor. Como cuando una semana atrás pudo sentir la respiración de Harry chocar con la suya, y sus gruesos y suaves labios haciendo contacto casi-lamentablemente- con sus labios. Y también cuando despertó a su lado, y fue en ese día, la primera persona en ver a Harry, mientras le dedicaba un "buen día", y la voz ronca y lenta al hablar por las mañanas-o a toda hora- era otra de las tantas cosas que hacían su corazón sentirse repleto.

Salio rápidamente de su apartamento y corrió hacia la universidad, no era como si le importara llegar tarde, porque en realidad lo mas grave que podría pasar era perderse una explicación de un profesor o algo parecido. El no quería llegar tarde porque sabía que tal vez, si Harry había vuelto, el no podría verlo hasta después de dos horas, en el receso.

Se apresuro lo que mas pudo sin importarle que su cabello quedara como si no se hubiese peinado desde hace años. El quería llegar temprano, aunque ya era tarde de todos modos,tenia un pequeño presentimiento de que Harry lo estaría esperado afuera. Porque ese algo, se lo había dado de alguna forma.

Llego mas rápido de lo que había esperado, miro su reloj de mano y noto que en realidad, estaba llegando 15 minutos antes. Pero... ¿Como?

El había visto perfectamente la hora al despertar. Y luego antes de irse, no entendía que estaba pasando pero las cosas comenzaban de una manera extraña para el castaño.

Entonces sin mas remedio espero, esos ahora, 10 minutos que le quedaban hasta que las puertas del edificio se abrieran. Con la esperanza de ver a Harry llegar.

Los minutos pasaron y al voltear la vista hacia su derecha, pudo ver una gran camioneta con vidrios polarizados estacionar frente al lugar. Y vio también como un chico alto y con un lindo suéter bajaba de ella, con la cabeza gacha y un baine azul tapando su hermosa cabellera rizada.

Estaba feliz, su corazón se aceleraba y por un momento juro que se quedaría sin aire ahí mismo, y de alguna forma así fue, porque Harry paso por su lado sin siquiera mirarlo, paso como si de otra persona se tratase, como si hubieran traído un clon creado para ignorarlo.

Let Me See, Lou.[L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora