Los 7 cielos

Lagrimas de una mujer que no llora

Lagrimas de una mujer que no llora

-¡Es la nave que te lleva por los siete cielos!-exclamó Federico-¡y solo pueden ser siete personas!-

-Estoy muy contenta de poder vivir esto-dijo Clara y derramo una lagrima, Michael la abrazó-¿estás bien?-

-Lloro de alegría-dijo sollozando-

A lo lejos estaba Rayo, celoso de Michael, en realidad le apetecía matarlo pero solo suspiró ahogándose en su propio veneno. Rayo amaba a Clara.

En ese momento Luan tomo de la mano a Rayo y le sonrió con el propósito de darle ánimos, Rayo se relajó.

-¡Y nos vamos al cuarto cielo!-exclamó Federico-¡Es tan hermoso, miren todos esos colores!-

-Esos colores nunca los había visto en mi vida-Dijo Junior-Y tengo mucho miedo de cómo se mueve la nave-

-No te pasará nada chiquitín-le dijo Andrea abrazando al pequeño. Le dio un beso en la mejilla-No existe mal que pueda hacernos daño en el cuarto cielo-

-Ya no lo soporto más-dijo rayo y se lanzó sobre Michael como un león, un puñetazo en la cara lo mando al suelo, Clara dio gritito ahogado, Luan intento separarlos, y Junior empezó a llorar-Te voy a matar-dijo Rayo-

-No por favor-dijo Clara-por favor, Rayo, no...

Entonces comenzó la turbulencia, y todos cayeron.

-¿Qué está pasado?-pregunto el pequeño Junior-Dijiste que nada nos haría daño Andrea, ¡lo prometiste!-

-Ahora no es momento Ju.... ¿Qué es eso? Que es....

Carol cerró el libro de los siete cielos con una sonrisa. Le gustaba recordar aquella escena en que Rayo se volvía loco y atacaba a Michael cursando por el cuarto cielo, se quedó meditabunda observando la tapa del libro, una nave, siete niños, una aventura. "Cuando termine el tercer libro, me voy a suicidar"-Había dicho y no lo comprendía, ni si quiera se había atrevido a preguntarle a Francisco como alguien de su éxito y talento podía ser tan miserable.

¿Quizás perdió a su hija en un accidente?-se preguntó-¿Quizás lo dejó su mujer?-¿Quizás solo sea un alcohólico?

Laura tendría la respuesta, pero no era algo que debía resolver con su habilidad indiscutible en diagnósticos, (que iban en contra de su ética profesional), era su diagnóstico, su caso, su rompecabezas, y ella lo armaría.

A las siete quedo en reunirse con Laura en un café, admitían fumadores para su alivio.

-¿Cómo fue?-pregunto-

-¿El qué?-

-Tú y Rafael-

-¿Rápido?-

-Lo sé, se nota que es muy ansioso-dijo Laura-

-¿Sabes que no es ético diagnosticar personas fuera de tu consultorio y que podrían sancionarte?-

-Si lo sé-dijo-No voy a dejar de divertirme por eso-le dio una calada a su tabaco-ahora dime, niña rubia, ahórrate los malos detalles que tienen los hombres en el sexo, de eso ya se mucho, no existe hombre que no la cague, así que mejor es hablar de las pocas virtudes que tuvo en la cama, o quiero decir, sofá-

Laura era intensa pero me hacia sonreír, me gustaba cuando sonreíamos.

-Bueno al principio fue rápido-me hizo ademan con el brazo para que prosiguiera-y dolía demasiado, también fue aburrido-

Me miro con ojos asesinos.

-Muy bien, el... me beso ahí, ya sabes-

-En la vagina-dijo-es muy rico, no puedo entender como hay mujeres que lo evitan-

-Sí, es muy rico-corroboré-pero se detuvo a los dos minutos, creí que iba a eyacular sin sacarse la...

-La polla-dijo, otra calada-así son los hombres, y no te falta razón, he conocido tipos que han terminado mojados de semen sin quitarse el pantalón-

-Lo hicimos tres veces-dije-me gustó la tercera-

Laura sonrió, me gustaba cuando Laura sonreía.

-¿Cuál es tu historia?-pregunté de repente, como si yo no la supiera-

-Es mejor no recordarla-dijo y su expresión cambio y se hizo taciturna-Carol-odiaba cuando utilizaba mi nombre así-Cuando alguien se gradúa y es joven empieza a creer que tiene superpoderes, que puede comerse al mundo, que serás el mejor psicólogo-

No dije nada, no quería interrumpir su relato.

-Tu entusiasmo para trabajar en lo que sueñas es el equivalente al de un niño, quieres ayudar de verdad-

-¿Por qué me dices esto?-Reclamé-Me habías prometido no contarme los detalles de "eso"-

-Déjame seguir para que puedas entenderme-sus manos empezaron a temblar y cogió otro tabaco-Había una adolescente deprimida, los chicos se deprimen por cualquier tontería, había hablado con sus padres que no era recomendable que se metan con los psiquiatras, esos cabrones ni si quiera te miran a los ojos y te dan medicamentos muy fuertes, al menos demasiado fuertes para una niña de quince años-

Suspiró, estaba totalmente metida en el relato. Un relato que sabía a medias nada más.

-Nos hicimos amigas-dijo-el tratamiento iba a bien, ella... hasta lo prometió-

-¿Prometió que?-

-Eres un poco lenta Carol-dijo, la ignoré y continuó-todo fue mi culpa, creí haberla salvado de los psiquiatras, ella.... ¡Maldita mocosa suicida!, no sé cómo me engañó, no me duele que se haya colgado-dijo-me duele que me haya sonreído, que me haya mentido, que me haya dicho que yo la ayudé a ser feliz, y un mes después se cuelga-una lágrima rodó, Laura se la limpio con brusquedad(Laura decía que ella nunca había llorado), luego sonrió, sus hoyuelos se formaron, no me gustaba esta sonrisa de Laura-Y la ironía es hermosa, me deprimí, no quería salir, no quería vivir, perdí mi novio, me acostaba con cualquiera...., y al final fui donde un psiquiatra.

Ella dió un aplauso como si fuera lo mas divertido del mundo.

-Por eso los antidepresivos-dije-

-Esa es la historia-dijo-todo mejoró después, pero aún recuerdo sus últimas palabras y siento ganas de romperlo todo-

-¿Cuáles fueron esas palabras?-

-Gracias por salvarme, pero yo no la salve-Me miró con tristeza, y luego dijo- vámonos de aquí por favor-

Ella me miro con tristeza y me dijo.

-¿Sabes que es lo peór?

-¿Qué estas llorando y tu no lloras?-

Echo una carcajada.

-¿Qué es lo peór?-

-Que el Psiquiatra a mi si me curó-suspiro-y yo le negué la ayuda de un profesional, ¿como crees que me hace sentir eso? Es una mierda-