Los 7 cielos

La historia real

Francisco fumó un cigarro y sentó mirándome a los ojos, tenía la frente relajada y los ojos vidriosos.

-Hace diez años quince amigos integramos un equipo de softbol-dijo-Los dos grupos se dividían entre siete amigos y los ocho demás que..., no éramos tan íntimos. El deporte nos llevó a China. Nadie sabía de mi ni de lo que sucedió-tomo un vaso de Whisky, -pero aquí va....

Hace diez años un equipo de Softbol viajó a China para presentarse ante los juegos que celebraban cada año. En China habían dos grupos de amigos que conformaban un equipo, El equipo de Francisco Hoyos eran; Su mejor amigo Luan, la carismática  Andrea, el pequeño Junior, un niño muy inseguro pero que se había ganado estar en el equipo a pesar de tener dieciséis años.

Federico era el más positivo del grupo, siempre daba ánimos a todos, incluso cuando iban perdiendo. Luego de eso estaban Clara y Michael, que eran novios.

Francisco había tenido una disputa hace unas semanas con Michael antes de viajar, pues, lo habían descubierto en un romance con Clara. Aún se podían ver los moretones de ambos en sus rostros.

El entrenador, (al que francisco llamaba maestro o mago), era un hombre bastante extraño, enseñaba las cosas de manera difícil y siempre daba opciones duras en los entrenamientos, lo cual para Francisco no era tan malo ya que, según sus palabras  "se hizo más fuerte con ello".

Un día mientras caminaban haciendo turismo Francisco vio sola a Clara y  aprovechó la situación. La tomó del brazo y la llevó a un callejón.

-Rayo-dijo ella-¿Qué pasa?-

-Todo-dijo Francisco-No puedo superarte-Dijo jadeante-

Clara le dio un beso cariñoso en la mejilla.

-Sabes que te quiero Rayo-dijo-Pero conozco a Michael desde los tres años, fuimos a la misma escuela-Clara vió al suelo avergonzada- lo amo, Rayo.

-¿Y lo que pasó con nosotros, qué?-preguntó Rayo-

-Fue hermoso-Admitió Clara Ruborizada-Pero no volverá a pasar.

Fue entonces cuando Francisco decidió rendirse con Clara y comprendió que amaba a Michael y viceversa, caminó como un toro a donde estaba Michael y lo arrastró de la camisa, hasta el mismo se asombró de la fuerza que tenía Rayo, lo llevo al callejón y lo arrimó a la pared.

-Si sigues estropeando mi camisa te partiré los dientes-amenazó Michael-¿Qué quieres?-

Pero Rayo solo arrimó su cabeza en el pecho de Michael.

-Siento haberme metido en tu relación-dijo-Ella te quiere a ti, cuídala-

Rayo lloraba.

Michael no esperaba eso.

-Cuídala Michael-Rayo estrecho la mano, mas que eso, la tomo como si fuera algún amante y la apretó-

-Lo haré-dijo y le devolvió el apretón-

-Michael, no me caes bien, pero te respeto, si no la cuidas yo lo haré por ti, ¿comprendido?-

-Comprendido-dijo Michael-

-Y una cosa más-

-¿Qué?-

-Golpeas como niña-dijo Rayo secándose las lágrimas-

-Deberíamos pelear otra vez-

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Tenían que viajar en autobús a una provincia de China, era de noche y la carretera estaba pedregosa.

-Me da miedo la oscuridad-dijo Junior-

-Estaré contigo-consoló Andréa acariciándole la cabeza-

Entonces el carro se tambaleó, perdió el control y dió bruces por un precipício que se lo tragaba sin misericordia. Todo ocurrió tan rápido que cuando Rayo-Francisco-despertó, se encontró con una escena digna de una película de terror.

Clara estaba herida en el estómago, un tubo del bus que servia para agarre se le había incrustado en los intestinos. Andrea se había roto el brazo. Luan estaba mal herido también, aunque no de gravedad. Y el autobús aún pendía de un barranco, Luan estaba dentro.

Michael sacó a Luan  y Rayo se tranquilizó. La tierra estaba resbalosa, cualquier resbalón supondría la muerte.

-¿Vamos a morir?-preguntó Junior a Andrea con una vocecilla tenebrosa-

-Puede ser-dijo Andrea-Pero hemos vivido lo más hermoso, morir así será una felicidad-

El pequeño Junior se aferró a Andrea y cerró los ojos, supo entonces que murió, porque el pequeño tenía debajo de sus piernas unos escombros del cual no se fijó, la sonrisa que dejó su muerte hizo que Andrea vomitara.

Clara tenía herida fatal en el estómago,  Francisco se acercó a ella.

-Perdón-dijo ella escupiendo sangre-

Federico se acercó.

-Alguien debe buscar ayuda-dijo-Sacrificarse-Utilizó esa palabra en medio del miedo y el escalofrios recorrió todo el cuerpo de Rayo-

-¿Y por qué no te sacrificas tú?-preguntó Rayo con odio-

Federico no respondió.

-Pero tiene razón-dijo Michael-

-Es muy peligroso-dijo Francisco-Es muy fácil caerse-

-Es mejor que morir todos-dijo Federico-

Entonces Federico se desplomó, cayó de rodillas de repente.

-¿Que pasó?-pregunto Rayo-

Federico mostraba un gran golpe atrás de su cabeza.

-Un golpe, una contusión-dijo Michael-Ha muerto-La tranquilidad con que decia daba miedo-No se habia dado cuenta de que iba a morir-Comenetó Michael como quien comenta un partido de Futbol aburrido-

-No, no, no,-dijo Rayo-iré a buscar ayuda-

-No-dijo Michael-Quédate cuidando a Clara, tu pierna está rota-

-Tonterías-dijo Rayo, puedo caminar, quédate tú con Clara-

Michael golpeó a Rayo y lo mando al suelo.

-Quédate, necio, volveré con ayuda, mantén con vida a Clara-

Rayo lo miró y aceptó con resignación.

Michael se fue, pero nunca regresó, y en el amanecer sucedió una tragedia aún peor, el autobús se derrumbó rematándo a todos, menos a Rayo. El sicario de Dios hizo bien su trabajo.

Lo encontraron dos días después, tan solo tenía algunas fracturas. De Michael nunca se supo nada hasta el día de hoy.