Día 3.
-¿Nunca cambió su hábito de ir de escondite en escodite?-bufé, caminando cansada.
Llevábamos varias horas camino al escondite, sin tomar en cuenta las pocas horas que dormimos.
-Cállate-ordenó Karin.
-¡No quiero!-me defendí, gritando.
-¡Lástima, quieras o no te callas, o lo haré yo!.
-¡Sí, mejor si te callas tú!-la fulminé con la mirada.
-¡Me refería a callarte, niña!-me desafió.
-¡Inténtalo!-continué su juego.
-¡Ughh, claro que lo haré!-iba a darme un puñetazo pero fue detenida por Suigetsu.
-Ya basta, Karin.
-¡Déjame, bastardo!-gritó, y se soltó de su agarre.
-¡No quieres golpearla!.
-¡Igual no puede!-reí con aires de grandeza.
-¡Ay, Misaki, cállate!-pidió Suigetsu.
Karin corrió hacia mí con la pura intención de pelear, me puse en posición, iba a sacar un kunai de mi porta-armas y antes de lanzarlo un brazo me detuvo, agarrando mi muñeca, y no era Suigetsu.
-Menos mal los alcanzé-dijo Juugo.
-¡Juugo, me salvaste la vida!-exclamó Suigetsu, agarrando a Karin de los brazos.
Giré un poco mi cabeza, y alzé la mirada, Juugo era bastante alto, a mi lado.
De repente, aparecí sobre su hombro.-¡¿Qué crees que haces?!-grité, y él comenzó a caminar.
-Escuché sus gritos desde lejos. No falta mucho para llegar, así que no quiero que peleen, y esta es la mejor manera.
-A Sasuke no le gusta esto-murmuró Suigetsu, burlón.
-¡Te escuché!-lo señalé, desde adelante.
—Pero es la verdad.
-Juugo, bájame. Ahora-dije con la voz más seria que pude.
Él solo me ignoró. No me quedó de otra que ir sobre él, era lo más incómodo que viví jamás. Juugo era un hombre de muy pocas palabras.
Con Karin no volvimos a pelear, pero vaya que insultaba a Suigetsu por cada cosa, como siempre, y, de alguna manera, extrañaba todo esto.-Bien, aquí es-dijo Juugo, bajándome de su hombro como si fuera un simple abrigo que él llevaba.
-¿Dónde?-enarqué una ceja.
Delante nuestro había un gran árbol, rodeado de árboles con el tronco más delgado, se podría decir que nos encontrábamos en un pequeño bosque, no tan frondoso.
-Solo esperemos que no quiera matarte-comentó Suigetsu.
Tragué saliva.
Juugo abrió "mágicamente" una puerta en el tronco del gran árbol, nos hizo la señal para entrar, y así lo hicimos, eran como gradas que bajaban en zigzag. Al terminarlas de recorrer, llegamos a un pasillo realmente largo e iluminado. Sin decir nada, yo solo los seguía, sabía bien que este no era mi territorio y menos un territorio amigable.
Karin abrió una puerta, entró, y luego de unos minutos salió.-Vamos a esperarlo en otro cuarto-dijo.
Nos llevó hasta un cuarto, amplio, y sólo con tres sofás rojos.
-Bien, esperémoslo.
Juugo, Suigetsu, Karin y yo, nos sentamos en esos sofás.
Nadie dijo nada, y menos yo. Hasta de respirar bien me daba miedo.
Las manijas de la puerta comenzaron a girar, me tensé, comenzé a jugar nerviosamente con mis dedos, hasta que entró.-Vaya sorpresa-dijo.
-Orochimaru...-solté.
-¿Qué hace aquí una de las Akatsuki?-preguntó, con su típica voz.
-Nos pidió traerla, quiere hablar contigo-respondió Suigetsu.
-Vámonos, Karin-dijo Juugo, y junto a Karin se fueron.
-No sé si estoy equivocado, ¿no habías muerto?-preguntó.
-Sí...bueno, estaba, ya no-reí nerviosa-Ya sabes....
-Volvió a la vida gracias al Jutsu que ha estado practicando Sasuke estos años con su Rinnegan-comentó Suigetsu, y me estaba siendo de ayuda.
-¿Así que Sasuke-kun pudo desarrollar ese Jutsu?-se relamió sus labios con su lengua-¿Y lo hizo por ella?.
-Sí, pero no completo. Ella solo tiene 10 días, vá en el tercer día.
-¿Te comieron la lengua, Misaki?-preguntó el hombre serpiente.
-No. Pero...
-Vé al punto, ¿de qué quieres hablar con tu antiguo enemigo?.
-Orochimaru, yo quería pedirte....
***
-Hoy estoy trabajando en...otra cosa, mañana podría tomar una muestra fresca de tu sangre, y ver qué se puede hacer. Pero, tienes que saber que esto lo hago por Sasuke-kun.
-¿Cuánto tiempo tardarás en encontrar algo?-pregunté, angustiada.
—Trataré de que sea lo más antes posible, y no te preocupes...de haber algo, iré personalmente a la Hoja. No tienes porque esperar aquí.
—Quiero esperar aquí, estar allá...es algo incomodo...
—Si no encuentro algo, habrás perdido tu tiempo estando aquí que estando con Sasuke-kun. No te aseguro nada.
Bajé la mirada, pensativa.
—No me hago problema de que te quedes aquí, pero es tu decisión.—salió del cuarto en el que habíamos conversado sobre mi tema.
—¡Misaki!—entró un furioso Suigetsu—, lamentó decirte que nos volvemos a Konoha. Pero ya.
—Orochimaru me dijo que no tiene ningún problema de que nos quedemos...
—¿Enserio?—su rostro cambió drásticamente.—¿No quieres estar con Sasuke?.
—No...no es eso...
—Te diré algo. Sasuke es una persona fría, pero te quiere como a nadie en este mundo...por tí fue que durante 5 años haya practicado ese jutsu, todos le decían que era imposible, pero lo logró y fue por tí. Deberías estar con el, disfrutando el tiempo que logró conseguir, no haciéndote a las orgullosas y mandando todo a la basura; su esfuerzo y amor.
—Suigetsu...déjame sola.—estaba a punto de llorar, no quería que me viera así.
—Sólo...sólo piensalo.—abandonó esa habitación.
...y las lágrimas por fin pudieron ser libres, invadieron mi rostro. ¿Qué es lo que quiero hacer?.
Hey 🌚 me pidieron actualizar esta historia ¡y al rato ya la tienen! 😂✨.
Perdonen si me perdí casi un año, sinceramente...a parte de que la facu me está violando denso, no tenía imaginación xd pero ya está, ahora todo es cuestión de plasmar mis ideas en los siguientes capítulos.
Gracias a los fieles seguidores que esperaron una actualización. ❣️✨