Ocho meses después...
—Ella de por sí es solitaria ¿No ven que el novio la dejó cuando le dijo que estaba embarazada? —decía Regina, una chica que había pensado era su amiga
Pasó frente a ella y delante de todos sus compañeros, con su bolso en el brazo y con su mano derecha sobre su gran vientre.
Había pasado ocho meses de eterna soledad. Sus le habían perdonado que ella les traicionara de aquella manera, embarazándose. Martina no sabía que haría luego de que aquel niño naciera. Hacía dos meses que se había enterado era varón.
Las cosas iban bien pero necesitaba de Jorge más que nunca. Pero él la decepcionó de la peor forma. Luego de una semana de haberle dicho que se encontraba embarazada el desapareció.
Luego de que el desapareciera, Martina iba todos los días, durante dos semanas a casa de Jorge, para saber de él. Pero los de este nunca le abrieron las puertas. Humillada y decepcionada buscó la manera de olvidarse de él, ¿Pero cómo? Si llevaba a un hijo de él en su vientre.
Después de algunos meses de aquellos días, cuando Martina tenía tres meses de embarazo, se encontró en la parada del autobús a Almendra, la hermana de Jorge, esta luego de algunos minutos le confesó que Jorge se había ido de la ciudad. Y era de suponerse, él había viajado a Europa para terminar los estudios universitarios en alguna ciudad de allá.
Un tipo de depresión calló en ella, hasta que cumplió los siete meses de embarazo. Sola, y sin nadie más que la ayudara, decidió seguir en la universidad hasta la semana en que estaba preparado su día de dar a luz.
—¡Lo siento! ¿Estás bien? ¿tú bebé esta bien? —El chico le tomó el vientre por el golpe que se había llevado contra ella sin darse cuenta
—Sí, estoy bien—respondió a Ruggero, uno de sus ex amigos.
—¿Por qué te has alejado de nosotros? Xabi, Pablo,Facu, yo..—Le dio en mano la carpeta que se le había caído
—Gracias— la tomó ella y agradeciendo evitó su pregunta
Siguió su camino a la segunda clase del día. Era difícil estar caminando sola y embarazada por toda la Universidad, sin nadie que te ayudase a recoger algún lápiz que se te callera o a cargar tu mochila de libros pesada. Para Martina era más difícil, pues no tenía compañeros, todos los que alguna vez lo había hecho, comenzaron a burlarse de ella luego de que se notara su vientre, por consecuencia, ella se alejó de ellos.
Después de aquel día de clases regreso en autobús como todos los días hasta su casa. Con un gran dolor en el vientre subió las escaleras hasta su cuarto y llamó a Almedra, su ex cuñada, quien sería la única que podría ayudarle.
—¿Bueno? —Respondió Almendra desde su celular—Martina ¿Estas bien?
—No, no estoy bien— Se quejó— Tengo un fuerte dolor en el vientre, tienes que venir a mi casa, mis no están, ¡por favor Almy!—otro fuerte dolor hizo que diera un grito
—Ahora voy Martina, por favor trata de estar en calma—Almendra colgó
Luego de cinco minutos la chica llegó a casa de Martina. Los Pasquarelli vivían a tres cuadras de su casa, así que Almendra no demoró en llegar.
—Corrí lo más que pude— agitada entró y observo a martina tomando su vientre—¿Ya va a nacer mi sobrino?
—No lo sé Almy, pero este dolor es inmenso— Se quejó ella
Martina bajó con ayuda de su ex cuñada, y luego de salir de casa tomaron un taxi al hospital más cercano.
—¿Qué tomó señora? —Le hablaba un médico pero ella estaba en agonía—¿Puede decirme si tomó algo?
—Pastillas, pastillas—decía por lo más bajo— mi madre me las dio...
Entonces se desmayó.
—¡Que le pasa doctor! ¿Está bien? ¡El bebé! —Almendra buscaba alguna respuesta del médico
—Al parecer su amiga tiene una grave intoxicación, el bebé está en problemas, haré todo lo posible señorita
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La fuerza del destino "Jortini"
RomanceEsta es la historia de Martina Stoessel. Estudiante de medio año en la Universidad. Nunca había sido una chica reservada, pero desde hace un tiempo su actitud cambió. Algunos dicen que desde que su novio la dejó, otros dicen que son las drogas o que...