La fuerza del destino "Jortini"

Parte 7

Al día siguiente, cuando estaba de nuevo en la escuela, me buscó en las horas libres. Yo estaba platicando con Almendra, su hermana.

Almendra tenía exactamente mi edad y compartíamos dos clases al día. No la veía todo el tiempo, pero era una de mis amigas más allegadas. Aquella vez evite contarle que Liam y yo éramos novios. Si ella no me había mencionado nada, era porque él no le había dicho.

—Hermana, ¿Dejas que me lleve a la novia más hermosa del mundo? —Preguntó y me sonrojé al instante. Miré la extrañada a Jorge, pero la que me miró con más extrañeza fue ella.

—¿Cómo? ¿Qué es lo que acabo de escuchar?

—Martina y yo somos novios— Jorge  respondió

"Martina y yo somos novios" Eso se escuchaba muy raro. Nunca antes había escuchado que alguien lo dijese así, sin pena, sin escusas, sin peros. Antes había tenido un novio, pero no era tan expresivo que digamos.

Almendra sonrío y asintió. Jorge  me tomó de la mano y me llevó hasta la cancha de básquetbol. Era un lugar solitario, los estudiantes acostumbraban más a jugar futbol, y ese día no había nadie, más que una conjunto de personas que estaban en las gradas. Al parecer eran sus amigos.

—Hola chicos— el saludó sin soltar mi mano

Aquellos chicos eran agradables a simple vista. Todos me miraron y me sonrieron, luegoJorge   me presentó a cada uno de ellos.

Cuando tuve la oportunidad de conocerlos mejor, supe que los padres de Rugge habían fallecido, y que él vivía con sus hermanas en casa de sus abuelos.

Por otro parte estaba Facu, este chico había pasado una etapa de su vida de la que me es dolorosa contar. Facu sufría bullyng en la secundaria, fue así hasta que llegó a la preparatoria, y consiguió amigos.

También estaba Xabi, que era el más estudioso y concentrado de todos. Ese chico no se metía con nadie y solía ir siempre acompañado de un libro. Pero vivía solo, sus padres estaban en Oregón y él tenía como hogar un departamento que ellos le pagaban.


Por otro lado estaba Diego, que era el más raro de todos. Tenía una relación a distancia con una chica que una vez en su vida había visto. Que después de un tiempo resultó ser mi prima de Australia.
Recuerdo que aquella vez era cumpleaños de Xabi y todos irían a comer a su casa. Esa vez no dudé en llevar con migo a Almendra. Que por cierto, ese día Jorge se había deslindado de su hermana y no quería llevarla. Pero yo sabía que estaría junto con hombres. ¿Y los hombres de que hablan? Fútbol, comida, deportes exóticos, programas de deportes y más deportes. Bueno, Harry hablaría de libros. Entonces ese día me llevé a Almendra.


Facu hablaba por video llamada con su novia, en ese momento no sabía que era mi prima, así que yo ni enterada. Él tenía puesto unos grandes audífonos y solo escuchábamos lo que le respondía. Como estaba pegado a la pared, no dejaba que nadie se asomase a ver a su linda novia.


Ese día conocí a la madre de Facu, era una mujer muy sencilla y carismática. Era todo lo que Facu era. En unos instantes de la comida, pude observar como Almendra miraba a Facu. Y no, no veía el futuro, pero estaba casi segura que entre ellos dos habría algo.


La señora Maura, la madre de Facu, nos agradeció que estuviésemos con su hijo. Nos dijo también que le agradaba que fuésemos a su casa y que el día que fuese, seríamos bien recibidos. Como siempre, la señora Maura fu así, tan acogedora.


Cuando acabó el día, Jorge me acompañó a casa. Después de que llegáramos a mí casa, me confesó que sus padres ya habían encontrado un casa a tres cuadras de la mía. Me emocioné mucho, eso significaba que podría ir a verlo o el venir a verme, a la hora que fuera.


Tenía un pequeño presentimiento de que las cosas empeorarían, era un miedo muy extraño que invadía mi mente. Pero decidí no decirle nada a Jorge. Cuando subí a mi habitación y salí al balcón, Jorge aún estaba esperándome. Le sonreí y él me mando un besos desde allá abajo. Después lo vi irse.