Nunca digas de esta agua no beberé. (Actualización lenta)

Una tierna canción a los 8

Santiago's Pov:
No me sorprendió la respuesta de Dress, sabía lo orgullosa que era y que no me perdonaría tan rápido.
De todas maneras, tenía que decirle lo que sentía y me alegró que ella también lo haya sentido. No podía creerlo. A Dress también le había gustado. Y yo había desperdiciado la oportunidad. Parecía que aún no me había olvidado entonces, ¿Qué hacía con Trevor?
Sabía que al fin y al cabo terminaría con él y vendría conmigo porque era obvio que como yo no la amaba nadie pero, me molestaba verla con otra persona.
Lo más emocionante era que ¡Aún no me olvidaba! Después de tantos años, ella aún me podía soportar. Estaba tan feliz que me brillaban los ojos así que, cómo me quedaban aún 2 horas para estar con ella a solas y no volver a la realidad tenía una sorpresa.
No, no era decirle el por qué la había molestado durante tantos años, era imposible que hiciera eso pues me sentiría muy avergonzado pero era algo mucho mejor.
Entré al cuarto de Dress y ella estaba con los ojos cerrados y escuchando música. Le quité los audífonos y parecía que se había quedado dormida , deseaba seguir viéndola así tan tranquila como antes. Pensé que había sido un impulso las palabras que había dicho la vez que ella se cayó y la recosté en su cama pero ahora siento que lo que dije era lo que debí haber dicho hace mucho tiempo.
Empecé a tocar la canción que le compuse cuando tenía 8 años y estaba enamorado de ella. Era un poco rara pero era muy especial.
-Tengo que decirte Dress, que tu para mí no eres un pez- se sentó en su cama y se río- Eres mi corazón entero, no soy un ramero. Te quiero, como quiero a la nutella. Te quiero, como quiero a mi mamá. Te quiero, y por favor no te vayas jamás. Sé que a veces soy malo, también sé que muchas veces te he roto algo pero sé que sin ti soy un demonio. ¡Oh, Dress! Te quiero, como quiero a la nutella. Te quiero, como quiero a mi mamá. Te quiero y no quiero que te vayas jamás.- Cuando terminé de cantar, ella estaba con los ojos llorosos pero como siempre no le salía ninguna lágrima.
-Esa canción es la más hermosa que he escuchado jamás.- dijo y me abrazó.
Sentí como el mundo se iba cayendo a pedazos, pues aunque me abrazara ella y yo, no estábamos juntos y por ahora tampoco lo estaríamos.
-Y tu eres la persona más hermosa que he visto, escuchado, sentido pero aún aún no he tocado- dije mientras sentía su cabello en mi mejilla.
Ella se separó, me miró a los ojos y sentí que al verlos ella parecía querer tirar todo su plan a la basura.
-¿Por qué me haces esto? Es como antes, te presentas, eres muy tierno y luego te vas dejando un vacío, vienes y haces que mi vida sea un infierno. ¿Por qué me hago esto yo? ¿Cómo se puede odiar algo que me hace sentir tan bien? No lo sé, pero Santiago lo averiguaré. Creo que lo intentaré con Trevor.- dijo y sentí que mi corazón se iba deshaciendo poco a poco.
-¿Es qué acaso no te sientes bien conmigo?- pregunté decepcionado.
-Me siento demasiado bien contigo, ese es el problema. Que sé que algún día todo eso acabará y yo no podré soportarlo.
-Supongo que soy demasiado egoísta como para dejarte ir.- dije y salí del cuarto.
Estuve recostado en mi cama pero, me di cuenta que no habíamos almorzado.
Fui a la cocina y preparé dos sándwich's. Y como era el preferido de Dress cuando era pequeña le hice jugo de Pera. Claro que tuve que ir a comprar antes, pero ya conocía la tienda.
Toqué su puerta y dejé la bandeja en el suelo. Cuando la recogió (Si, me la quedé espiando ¿Algún problema?) sonrió y negó con la cabeza.
A los pocos minutos la llamaron por teléfono. ¡No es mi culpa que ella lo ponga en altavoz! Ni que estuviera parado en la puerta...
-¿Hola?-dijo ella.
-¿Dress? ¿En qué puto lugar estás?-gritó Ted.
-¡Dress!- Escuché gritar a Rest- ¡Hola chicas! ¡¿Han visto a Dress?! ¿No? ¡No importa! ¡¿Vamos a comer algo?!-