El karma es dulce

58 4 0
                                    

-Llegamos-dijo al aparcar fuera de McDonald's.
-¿Me traes aquí? ¿A un restaurante de comida rápida cerrado?-pregunté incrédula.
-Está cerrado. Pero no para nosotros.
-¿Tenemos todo McDonald's?
-Para nosotros.-
-¡Yay! ¡Hay que entrar, hay que entrar!-dije como una niña pequeña.
Pero vamos, quien no se pondría así al tener un Mc Donald's en sus manos.
-Échale llave-dije y Santiago alzó una ceja-Para que no nos vean, tarado.

Me dirigí a la sección de los helados e hice lo que siempre había querido hacer y lo más maduro que se me ocurrió según la situación: Puse mi boca debajo de la máquina y el helado cayó dentro mío como papa al saco hasta que me moje toda y era porque el estúpido de Santiago presionó el botón de al lado que iba directo a mi ropa. Se empezó a reír, cosa que me irritó mucho, así que como el piso estaba pegajoso le hice caer, me levanté antes de que tomara venganza y me di cuenta que tenía frío. No me había dado cuenta por la rabia, de seguro. Empecé a temblar y a buscar una toalla o algo con que abrigarme.

-¿Tienes frío?-preguntó Santiago.

-No, idiota. Estoy temblando porque acabo de ver un dementor.- dije con un tono notablemente sarcástico.
-Oh, ¿en serio? Dime donde, para sacar la varita.
-Esa varita que tienes, no ataca ni a un muggle.
-¿Perdón?- dijo con una mano en el pecho, lo que me causó risa- Si dudas de mis habilidades te puedo hacer una demostración.
-Iugh. ¡No!- dije.
-De lo que te pierdes. Tengo una varita de sauco.- dijo levantándose y volviendo a caer.-Mierda, mi espalda.
-¿Sabes cómo se llama eso? Karma. K-A-R-M-A.- dije.

-¿Me ayudas?-preguntó y me dio lástima su cara así que le tome de la mano y me tiró al suelo con él.
Eso me pasa por ser tan confiada.
Me dio mucho más frío ya que caí de nuevo en el helado y me abracé a mí misma.
-Abrígate-dijo Santiago mientras me tendía una toalla.
-Yo puedo sola.-dije levantándome y arranchándole la toalla de las manos.
-Seguro que sí pero quiero ayudarte.
-¿Quieres ayudarme? Limpia este maldito desastre.-dije molesta.
¿Ves lo que haces Andrés?
-Lo haremos los dos-dijo y me dio un trapeador.
-Oh, si. Pero...¡Tengo que ir al baño!-dije corriendo y encerrándome.
-¡Típico!-grito él con un bufido.

Después de un largo rato encerrada en el baño y que Santiago casi derribara la puerta, salí y me encontré con todo ordenado y casi limpio.
-Gracias, señor caballero-dije en tono burlón.
-De nada, dama no tan dama-dijo entregándome una hamburguesa.
-¿La hiciste tú?-pregunté con desconfianza.
-Sabes que no te haría daño nunca-dijo serio.
-No me refería a eso. Hablaba de cómo la hiciste en tan poco tiempo.-
-Soy bueno en la cocina, deberías haberlo notado.-
-¿Nos sentamos?-Me di cuenta que había una mesa con dos velas color rojo-Santiago, ya hablamos de esto...
-No te estoy pidiendo que te cases conmigo, Dress.
-Lo sé, pero tengo novio y nuestra cita de amigos-Hice énfasis en la palabra amigos-es el sábado.
-Y seguirá siendo así. Sólo quiero que por una sola vez disfrutes el tiempo conmigo sin pensar en lo que pasará después. No haremos nada malo, lo prometo.-dijo con una dulzura que me hizo temblar.
Él no sabia que lo que me preocupaba no era él, sino yo. Estaba aterrada de que haga algo que no debería y terminara jodiendo mi relación con Trevor, íbamos mejor que nunca y no quería arruinar eso por un amor pasajero.
-Quita las velas, por favor-dije seria.
El las apagó con tristeza y las dejó a un lado.
-¿Así está mejor? No quería incomodarte.
-¿Tu? ¿A mí? Soy Dress, yo soy la que incomodo-dije sentándome.
-Ya, claro. ¿Sabes qué me he dado cuenta? Que estos días no hemos hablado en verdad. Me refiero a que fue de nosotros cuando nos separamos.
-Ya sabes lo que pasó conmigo, me cambié de escuela y me coronaron reina de las bromas.
-Felicidades-aplaudió-No a cualquiera le dan ese premio.
-Bueno, muchas horas planeando una venganza no son por las puras.
-Todo tiene su recompensa.
-¿Y qué pasó contigo? Te desapareciste del mapa.
-Para ti. En realidad Ryan ya me conocía y sabía donde estaba-Tuve la decencia de mostrarme sorprendida.
-¿Ryan? ¿Cómo conociste a Ryan?
-Me sorprendió siguiéndolos un día y tuve que contarle todo sobre nosotros. Me ayudaba para saber más de ti. Aunque tu no supieras de mí, yo si he sabido de ti. ¿Recuerdas cuando reprobaste matemática y por arte de magia el profesor te dio una oportunidad? Hice un acuerdo con ese profesor porque sabía que eso afectaría tu entrada a la universidad.-yo estaba completamente impactada.-No me veas así, me importabas.- tragué saliva.
-No me esperaba eso, pero gracias. De verdad que me salvaste con matemáticas. Sin embargo, eres un acosador.-dije riendo.
-Pues este acosador, te salvó el pellejo matemático.-respondió con diversión en los ojos.
-Hablando de matemáticas... ¿Se te dan bien?
-Si, mis padres me solían poner todos los años a estudiar en un campamento de cerebritos.-
-Pobre de tus neuronas- dije con una mano en el pecho.
-En realidad no era tan malo. Había chicas lindas que necesitaban ayuda y quién mejor que yo para aconsejarlas.-Guiñó un ojo.
-Maldito convenido-dije a lo que los dos reímos.
-No te conocía aún.-Maldita sea, maldita sea. ¿Es que tiene que decir cosas tan lindas siempre? ¡Lo único que hace es engañarme!
-¿Sigues yendo? Al campamento, digo.
-Hace un año que no voy. Podemos ir juntos estas vacaciones-Dijo con esperanza.
-Sabes que me iré con Trevor.-y a penas terminé de pronunciar esas palabras su sonrisa desapareció y el ambiente se tornó tenso.
-Si, cierto. Lo había olvidado.-se paró de la mesa y se fue a limpiar lo que había ensuciado. Sabía que algo así pasaría. Por supuesto no iba a dejarlo ahí, fui detrás de él y me pare en la puerta a mirarlo. Estaba tirando los desperdicios con una furia que hizo que todos se cayeran al suelo, empecé a reírme como una loca y él volteó a mirarme con una sonrisa de lado.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 11, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Nunca digas de esta agua no beberé. (Actualización lenta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora