Nunca digas de esta agua no beberé. (Actualización lenta)

¿Santiago? Y PAREDES QUE SALEN DE LA NADA.

-¿Que demonios haces tu aquí? -

Si, era el maldito de Santiago.

-Tranquila, que no vine por ti -dijo Santiago, empujándome y llevando dos maletas, a Chuck y a la novia de Chuck: Melanie, la cual llevaba una maleta rosada.

Ah, pero a este que le pasa, ¡CUANTA CONFIANZA!

Oh, oh.

Esperen.

¡¿MALETAS?! ¡¿CHUCK?! ¡¿EN BIKINI?! (No Dress bikini no) ¡¿DAFUCK?!

-¡Hey, hey, hey! ¡¿Pero a ti que te pasa?! ¡¿Crees que puedes entrar a MI casa así sin más?!- dije cuando ya no tuve paciencia.

Lo sé, tengo muy poca pero ¡ES CULPA DE SANTIAGO!

-De hecho, me han invitado- dijo tranquilo.

-¿Y además esperas que me crea eso? Tu si que debes de tener algo mal -

-De hecho, Dress, lo hemos invitado nosotros - dijo Louis.

-Oh, no no no y por si no les ha quedado claro ¡NO! -dije casi gritando.

-La tía nos dio permiso de invitar a un amigo- dijo Rest.

-¡Pero no, si ese amigo es Santiago! No me malinterpretes- dije ahora hablándole a Melanie- Tu si me caes bien, el único problema es tu estúpido hermano-

-En eso tienes razón-dijo la pequeña
-¿En qué?- pregunté yo.

-En que es un estúpido- y se rió, seguramente porque dijo una mala palabra.

-¡MELANIE! -Dijo Santiago y yo empecé a reirme.

-¿Qué? ¿Quieres que mienta?- Dije y Santiago me fulminó con la mirada a lo que yo empecé a reirme de nuevo.

-¿Entonces se queda?- dijo Chad.

-¿Hay otra opción?-pregunte temiendo la respuesta.

-NO-dijeron todos los chicos en coro.

Esperen ¿en coro?

¿CUÁNTOS SOMOS AQUÍ?

Estoy yo, Reg, Ryan, Chuck, Melanie, Ted, Rest, Robert, Louis, Chad.

Ah, y el tarado de Santiago.

Wow, vamos a ser muchos viviendo en esta casa ¿no?

Felizmente que mi casa es grande. Bueno, no es una de esas mansiones con parque y jardín y tampoco es que yo fuera rica ni nada de eso pero hay que admitirlo es bastante grande. Tiene 14 habitaciones y 6 baños.

Si, era una mansión.

-Ya que viniste, Santiago, dime que por lo menos trajiste comida-dije tirada en el suelo.

-Oh, ustedes me amarán-dijo el con un guiño.

Y como yo amo los guiños, verán que lo siguiente que hice fue tirarle un puñete.

Pero lo juro que no fue tan fuerte.

-¡¿PERO A TI QUE TE PASA?!- me dijo gritando.

Está bien, está bien. Admito que me sobrepasé un poco con el golpe.

-No le gustan los guiños- Dijo Reg con tranquilidad.

Y por eso es que amo a mi mejor amiga.

-Bueno, supongo que de ahora en adelante lo tomaré en cuenta-

-Bien, y ¿por qué serías nuestro héroe? -Preguntó Louis haciéndole ojitos.

-Porque.......¡TRAJE COMIDA!-dijo gritando.

Y en el preciso momento en que sacó de su mochila 4 cajas de pizza, se le avalanzaron 10 zombies con falta de comida en el estómago.

*20 minutos después del penoso ataque hacia Santiago*

-U-usted-des s-son salvajes-s -dijo temblando de miedo y sentado en el sofá porque según él, nosotros éramos demasiados peligrosos para su pobre cuerpecito.

-No seas nenita- dije tomando mi gaseosa.

-¿No seas nenita? ¡¿QUE NO SEA NENITA?! ¡PERO SI USTEDES NO HICIERON NADA MALO! ¡TAN SÓLO SE AVALANZARON SOBRE MI! ¡YO SOLO QUERÍA ALIMENTARLOS! -Gritó.

Vale, quizás me dé un poco de pena.

-Ahí hay una caja de pizza por si tienes hambre- le dijo Chad.

-¡OH GRACIAS, CHAD! ¡NO PENSÉ QUE TE FUERAS A INTERESAR POR MÍ!- Dijo claramente de forma sarcástica.

-De nada, hermano- Dijo Chad, a lo que Santiago lo fulminó con la mirada.

Entonces Santiago se acercó a la caja de pizza que quedaba y yo me aterré.

Porque tal vez, y sólo tal vez me haya comido un poco de la pizza.

Y tal vez ese poco haya sido más de la mitad.

Y tal vez Santiago se dé cuenta de eso.

Y tal vez en este momento se voltee para gritar.

PERO SÓLO TAL VEZ.

-¡¿QUIÉN SE HA COMIDO TODA LA PIZZA Y SOLO ME HA DEJADO UN PEDAZO?!

Entonces, como alma que lleva el diablo me fui corriendo rápidamente hacia a mi habitación.

Y hubiera salido todo bien, si tan solo alguien con mas neuronas hubiera construido la pared en otro lugar.

Si, me caí sobre mi pobre trasero.

-Miren a quien tenemos aquí- dijo Santiago con una sonrisa, que si no estuviéramos en esta situación me hubiera derretido de tan solo mirarla.

-¡NO ME ATRAPARAN VIVA! ¡YO SOY DIVERGENTE Y NO PUEDO SER CONTROL.....-

¡¿POR QUÉ CONSTRUYEN LAS PAREDES EN ESOS LUGARES?!

Adivinaron, no pude terminar mi frase porque había otra pared.

-Oye, ¿Estás bien? -me preguntó Santiago, a la vez que me alzó en sus brazos y estaba caminando.

¿Tan rápido hizo esto?

-Si, solo me duele demasiado la cabeza-respondí adolorida.

-Bueno, no es para menos ya que te golpeaste dos veces la cabeza ¿en qué pensabas?-dijo y me recostó sobre mi cama.

-En que estallarías de nuevo, y me gritarías- dije y me voltee para mirarlo pero los párpados se me cerraban.

-Yo no te gritaría -

-A veces puedo llegar a ser muy irritante -Le admití, a lo que él solo rió.

-Ni aunque fueras la persona más irritante del mundo dejarías de gustarme- Dijo pero yo ya estaba demasiado dormida como para deducir las palabras.