Capítulo 2

161 15 0
                                    

[ESTE FANFIC, ES UNA ADAPTACIÓN. EL ESCRITO NO ME PERTENECE, TODOS LOS DERECHOS A LA AUTORA ORIGINAL, HaBiin]

"10 AÑOS DESPUÉS"

Me desperté muy temprano ante el ruido que se escuchaba en mi habitación, hoy como los pasados 10 años el Tío Gilbert celebraba mi cumpleaños de manera muy especial, él y Dorotea entraban a mi habitación con una grandiosa tarta mientras cantaban un precioso y armonioso 'Feliz cumpleaños'... dejó de ser así hace 4 años cuando Dorotea murió, ella ya era una mujer mayor y tarde o temprano el momento llegaría. La extrañaba mucho, fue como la abuela que nunca tuve... siempre me hacía feliz escuchar sus palabras de sabiduría, cuando murió me dijo algo que nunca olvidaré "La vida no ha sido fácil para ti pero recuerda mi niña que eres especial, tienes un don que nadie puede ver... pase lo que pase cree en el amor y cuando tengas a esa persona especial aférrate a ella" esas fueron sus últimas palabras para mí. Después de eso el Tío Gilbert era quien entraba muy animado a mi habitación...

- Tío Gilbert -dije frotándome los ojos- ¿Por cuánto tiempo continuarás haciendo esto?

- No por mucho cariño "Feliz Cumpleaños número 19" -se acercó- vamos pide un deseo~

- ¡Ya no soy una niña!

- Lena debes creer, tener "fe" -hizo una pausa- Dorotea siempre lo decía~

Lo miré y le sonreí, sabía que él también extrañaba a Dorotea como yo lo hacía. Soplé la vela sobre la tarta, pedí un deseo "quiero lo mejor para los que me rodean" dije en mi mente.

- Listo -lo miré mientras alzaba una ceja- ¿Sabes lo que pedí?

- No -entrecerró los ojos- pero puedo imaginarlo.

- Sí, deseo un coche rojo deportivo y un novio guapo millonario... ah~ ¡y un oso de peluche enorme!

- ¿En serio? Bueno Lena solo podré cumplir lo del oso de peluche "enorme" -rió-.

- Vamos tío Gilbert, ¡es broma!

- Lo sé, pero he comprado un hermoso oso de peluche para mi princesa, vamos aséate y baja al comedor -me miró seriamente- tengo... que hablarte de algo.

El salió de mi habitación y yo hice lo que dijo, estaba curiosa por saber sobre lo que el tío Gilbert quería decirme. Fui hasta el comedor, mientras me sentaba él llegó a mi lado con el enorme oso de peluche.

- Tío Gilbert es hermoso -dije mientras tomaba al oso y lo sentaba a mi lado- gracias por ser como un padre para mí~

- Lena tú eres lo más importante para mí, es por eso -hizo una larga pausa y tras soltar un suspiro me miró- es por eso que debes ir a un lugar mejor ¿entiendes?

- Y-ya no he tenido más alucinaciones y puedo conciliar mejor el sueño sin las pastillas.

- No Lena, necesitas un lugar más relajado lejos de la ciudad, irás a la casa que compré para tí, es grande y está en el campo... el psicólogo dijo que era lo mejor.

- P-Pero ¡yo no quiero ir lejos de ti!

- No mi niña, te visitaré cuando no tenga tanto trabajo. Además te agradará el lugar.

- ¿Cuándo tendré que marcharme? -pregunté sin más remedio-.

- Mañana -me miró- estarás bien solo confía en mí... esto lo hago por tí, porque te quiero y porque es lo mejor para que -hizo una pausa- te recuperes.

Durante todo el día estuve empacando mi ropa, me sentí triste pero el Tío Gilbert tenía razón, necesitaba superar todo esto, ya habían pasado varios años pero yo seguía sin poder aceptar algunas cosas y el hecho de que muchas personas habían muerto en los últimos años.

"AL DÍA SIGUIENTE"

El chófer había metido todo mi equipaje al coche mientras yo me despedía del Tío Gilbert... él se veía triste pero trató de no ser tan obvio, él fue el mejor amigo de mi padre y la persona que cuidó de mí como lo hubieran hecho mis padres. Él me abrazó tan fuerte como nunca y después de eso entré al coche, lo miré por la ventana mientras me alejaba por el jardín de la casa para salir a la autopista y perderlo de vista. El chófer condujo hasta el aeropuerto y me despidió, subí al avión... éste era especial "primera clase" el Tío Gilbert había hecho lo posible para que me sintiera cómoda, no sabía a dónde me dirigía hasta que llegué y miré a mi alrededor, otro de los chóferes del Tío Gilbert me esperaba.

Condujo por la autopista hasta alejarse de la ciudad, fue un largo viaje hasta que poco a poco los árboles fueron apareciendo de montones a los costados de la carretera cada vez parecía que nos alejábamos más.

El pavimento se convirtió en un camino rocoso y pequeñas casas comenzaron a verse a lo lejos... era un pueblo muy pequeño, al parecer viviría en él, las calles parecían desérticas y los pocos que nos topamos nos miraban de forma extraña, continuamos por un camino saliendo poco a poco del pueblo, reaccioné.

- Espere -dije y él me miró por el retrovisor- ¿No se supone que viviría en el pueblo?

- No señorita, su casa queda más adelante, cerca de la colina.

- ¿Alejada del pueblo?

- No es muy lejos, este lugar es muy bonito y tranquilo.

No dije más y me dediqué a ver el camino hasta que llegamos, era una casa victoriana... no era fea pero... me estremecí, era muy grande para que yo viviera sola en ella y tenía un aspecto un tanto fantasmal, el chófer me ayudó con mi equipaje y después se fue... me dijo que lo sentía pero que él no podía quedarse. Fue extraño pero lo acepté, la noche había llegado y fui a mi habitación a descansar, a decir verdad la casa parecía muy acogedora por dentro en especial por el balcón que estaba frente a mí cama, tenía una hermosa vista hacia la parte del jardín trasero y el bosque el cual se miraba misterioso bajo la luz de la luna, me acosté no sin antes tomar unos ansiolíticos (pastillas para dormir) si no tal vez lo nervios me atacarían durante la noche.

***---***

Por la mañana me levanté y preparé mi desayuno, me apresuré a salir al patio de la casa... el pueblo tenía un pequeño mercado y a mí me hacía falta comida. Me llevé una sorpresa había una bicicleta en el pequeño vivero de la casa, no tenia chófer pero ¿quién decía que no podía manejar una bicicleta? Fui al pueblo pero me sentí extraña, la gente me miraba extraño y nadie se atrevía a hablarme, unos niños chocaron contra mí mientras corrían.

- Oh~ ella debe ser la chica nueva -me apuntó uno de ellos-.

- ¡Es muy bonita!

- Su pelo es extraño, son hilos de sangre -dijo otro de los niños siguiendo a los otros que se fueron corriendo-.

Al parecer gran parte del pueblo sabía que había "alguien nuevo" y era de esperarse ya que era un pueblo pequeño. Tenía todo lo que había comprado y emprendí mi viaje de regreso, me percaté de una pequeña librería y decidí que iría en uno de estos días. Me estaba cansando de pedalear colina arriba, me bajé y comencé a caminar después de todo ya estaba cerca de casa... Parpadeé una veces y me percaté de que había un chico parado frente a mi casa "Genial un vecino amistoso" me dije a mí misma. Él era alto, su pelo caía por su frente y dios tenía unos labios muy bonitos, llevaba unos vaqueros y una camisa a cuadros acompañados de unos tenis deportivos... él realmente era guapo.

- ¿H-Hola? -dije nerviosa- ¿Puedo ayudarte en algo?

- ¿Tú eres la chica que vive aquí? -dijo fríamente-.

- Así es -contesté- ¿Hay algo en que pueda ayudarte?

- No lo creo, te ves demasiado debilucha -me miró de pies a cabeza-.

- ¿Yo? ¿Tienes algún problema?

- No, pero no me agrada la idea de un nuevo vecino.

- ¿Vives cerca de aquí?

- En la colina -apuntó- así que no te acerques ¿escuchaste?

- Valla forma de recibir a un nuevo vecino.

- Lo que digas Lena, no te quiero cerca de mi casa ¿entendiste?

- Como si me... -no me dio tiempo de responder cuando él ya se había marchado, ese chico sí que caminaba rápido y además... ¿Cómo sabía mi nombre?

Shadows Of The Night (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora