[ESTE FANFIC, ES UNA ADAPTACIÓN. EL ESCRITO NO ME PERTENECE, TODOS LOS DERECHOS A LA AUTORA ORIGINAL, HaBiin].
Sentí un gran nudo en el estómago. Dejar atrás a Tae Hyung, fue la cosa más difícil que pude hacer.
- Dante, juro que si tuviera al menos la mitad de tu fuerza; te habría dado una paliza -sentencié-.
- Eso sería interesante -dijo divertido-.
- Darent ¿te quedarás sin hacer nada?
- Lo siendo Len, una orden es una orden.
- ¡Al demonio las órdenes! ¡Dante, bájame!
- No puedo princesa gruñona, tenemos que sacarte de aquí. La cosa se pondrá fea.
- Con mayor razón, debes dejarme ir donde Tae Hyung.
- ¿Sabes acaso el motivo de todo esto?
- No necesito saberlo.
- Tae Hyung está ganando tiempo -dijo Darent-, al menos si estás a salvo, todos podremos luchar con esas cosas. Leo intentará matarte, así tendrá a Tae Hyung donde quiere.
- No lo entiendo, yo no debería ser su objetivo.
- Si algo malo te sucediese, Tae Hyung perdería el sentido de si mismo. Entonces su alma estaría colgando de un hilo, es ahí cuando Dathan, el demonio que posee su cuerpo; hará su jugada. Simplemente Tae Hyung, dejaría de ser él. Y Leo tendrá una marioneta más.
- Entonces, vayan donde él. Yo puedo cuidarme sola.
- No podrás engañarnos Lena. No hay nada que discutir -concluyó Darent con seriedad-.
- ¡Quiero ir donde Tae Hyung! ¿Es que acaso no lo entienden?
En un momento de estar sobre su hombro, terminé en el suelo, bajo un árbol. Dante no fue descortés y mucho menos brusco. Simplemente me depositó allí, observándome con seriedad. Cosa que nunca imaginé de ninguno de los gemelos D.
- Dime Lena, ¿Cómo piensas ayudar a Tae Hyung? Porque creo que no hay alguna manera de que puedas luchar y defenderte -declaró-. ¿No estás siendo demasiado injusta?
- No siempre tendrás suerte -continuó Darent-. Las cosas no se dan simplemente por desearlas. Esto no es un mundo de hadas, donde si deseas, sucede. Es la realidad, y un sólo error, puede acabar no sólo con la vida de alguien, si no de cientos. No es momento de ser egoísta.
Oh, vaya. Estos chicos sí que habían herido mi ego. ¿Egoísta? Sí, tal vez sólo un poco. Pero ¿era tan malo querer estar con la persona que amas? Ellos no lo comprenderían nunca.
- ¿No lo están siendo ustedes? -dije meditabunda-. Me piden que deje así como si nada a la persona que amo. Aún si sé que moriré, quiero darlo todo por él, luchar con mis propias uñas si me es posible. No se puede huir siempre... quiero saber que por lo menos lo intenté. Que aún si el dolor es grande, quiero mirarle por última vez. Sólo a él. Quiero una vida sin remordimientos. ¿Egoísta? -reí sin gracia-. Sí, tal vez lo estoy siendo.
Ambos me observaron con sus brillantes ojos verdes en medio de la oscuridad. Parecían derrotados.
- Nunca hemos tenido nada importante que proteger -dijo Darent-. No lo suficiente para dar la vida por ello -su mirada fue a Dante y le observó-. Tal vez, haya otra manera de hacer esto; tiene que haberlo.
- Oh, no. Ustedes dos están jugando sucio ¿qué se supone que debo contestar, cuando mi hermano y una agradable princesa están sentimentales? -habló con fingido enojo-.

ESTÁS LEYENDO
Shadows Of The Night (Adaptación)
Hayran KurguMi nombre es Lena Farell, alguna vez pensé que los cuentos de Hadas, fantasmas, vampiros, brujas e incluso criaturas desconocidas para a el ser humano eran una mentira. Si, eso pensaba pero me di cuenta que los humanos somos criaturas egoístas que c...