Shadows Of The Night (Adaptación)

Capítulo 25

[ESTE FANFIC, ES UNA ADAPTACIÓN. EL ESCRITO NO ME PERTENECE, TODOS LOS DERECHOS A LA AUTORA ORIGINAL, HaBiin].

Todo esto, me había afectado. No sabía como debía vivir, sabiendo que presencié tal atrocidad. Perdí el equilibrio cuando una chica me empujó, pero unas cálidas y conocidas manos me ayudaron a estabilizarme.

- Creí ser claro, cuando te dije que no vinieras aquí -molestia se escuchó en su voz-. Ve a mi habitación -ordenó-.

Y aunque no pude ver su rostro, sabía que era Tae Hyung. Y se escuchaba, molesto. Realmente molesto.

Lo seguí por el pasillo, sabiendo que tal vez, me daría un buen sermón. Pero aún así lo seguí. Y entonces se detuvo en seco, como si supiera que iba detrás de él.

Me detuve con cautela, cuando no lo vi seguir caminado.

- ¿No has escuchado? -dijo irritado-.

- Tae Hyung -musité-.

- Ve a mi habitación, una vez dentro -el tono de su voz, hizo que un escalofrío recorriera mi cuerpo-, no salgas. Y asegúrate de esta vez, no romper tus promesas.

Oh, genial. Ahora si que me sentía como una total y completa traidora.

Lo miré marcharse y sin pensarlo, seguí mi camino por el pasillo, hasta llegar a las escaleras principales. No recordaba del todo bien cuál era su habitación. La última vez, estuve tan molesta con él tirando de mí, que casi siento haberlo olvidado. Caminé casi segura de estar en el lugar correcto, una de las habitaciones tenía la puerta abierta, con una tenue luz iluminado el interior. Este era el estudio, donde antes escuché por primera vez a Tae Hyung y Leo, hablar sobre la cumbre. Me pregunté, ¿qué habría pasado si nunca hubiera escuchado sobre ello? Tal vez nunca habría visto, lo que hoy.

- Fuiste muy descuidada -dijo una voz desde el interior de la habitación-.

Me sobresalté, pero sabía quien era. Y con cautela entré en el estudio. Grandes y altos estantes de libros adornaban el interior. Frente a una elegante mesita de centro color carmesí, lo cual imaginé era muy al estilo Tae Hyung, se encontraba una silla que se miraba realmente cómoda. Y que por desgracia, estaba ocupada por Leo. Una media sonrisa se dibujaba en sus labios, me observaba con esa mirada felina y esa aura maligna a su alrededor. Estaba totalmente calmo, para haber matado hace apenas unos minutos atrás. Se me hizo un nudo en el estómago, de sólo recordar.

- Oh, mi Lena -chasqueó la lengua-. Si tan sólo, no hubieras sido tan descuidada, Tae Hyung no te habría descubierto. Debo imaginar, cuan molesto está ahora. Debe querer matarte -el enfoque de su mirada perdió sentido-. Puedo imaginarlo. Sí, ahí esta, una imagen dulcemente macabra.

- No más, sé lo que tramas. Sé que eres como una serpiente, sólo mueves tu sucia lengua y usas palabras decoradas de buenas intenciones, encubriendo cada uno de tus actos egoístas. No caeré. No más, y Tae Hyung no me matará.

- Dame una razón para creer, tal atrocidad -una fría y media sonrisa se dibujó en sus labios-.

- ¿Atrocidad? Por favor, Leo ¿Sabes siquiera qué estás diciendo?

- Sé muy bien lo que digo, es una atrocidad dejar vivo a un intruso que llevará a la devastación nuestra especie. Así, que dame una buena razón.

- Tae Hyung, no es como tú.

- Demasiado débil, esa siquiera es una razón.

- Lo es, parece simple ante ti. Pero la diferencia entre ambos, es abismal. Tae Hyung, lucha contra lo que es, sabe cuándo y dónde actuar y... No mata por placer.