CAPITULO 2

67 9 1
                                    


Mientras, en otro lugar de la ciudad...

Allí, estaba, con la pierna en una silla y sentado frente el ordenador.

¡Tío, no sabes lo que me ha pasado al volver a casa después de estar con vosotros cogiendo el skate!

Me he caído y me he hecho un esguince, pero eso no es todo...- continua Jesús.

Entonces que es lo otro.- responde Jorge.

Que una chica guapísima llamada Clara...

¡¿Que?! No me dejes con la intriga.-le responde.

Me ha llevado a su casa y ha llamado ha su médico para que me curara. Hemos hablado y me ha dado su número. Es súper dulce, simpática, generosa...

Y te ha gustado ¿no?

Yo creo que si... ya te la presentaré y a su amiga para que no te de envidia, que por cierto es muy guapa también!

Que risa...-le responde con un tono irónico.

No te pongas así, que es verdad. Ya verás como su amiga Manuela te gusta.

A ver si es verdad, que llevo tiempo esperando a alguien.

Bueno, me voy que ya es tarde.

Si, yo también me voy.

Y cuando Jesus estaba apagando el ordenador entró Daniel, el hermano por la puerta.
Con ese pijama tan tonto que el tiene pero, estaba demasiado gracioso, y no lo decía porque era su hermano, si no porque en realidad Daniel es un chico muy gracioso, no tiene novia al igual que el.

Hola pesado.- le saluda.

Hola retrasado, ¿dónde has estado que no me has cogido el móvil?

He estado con los niños en la pista y se me ha quedado el móvil sin batería. ¿Por qué?... ¡¡¿Pero qué te ha pasado en el pie?!

Lo que me ha pasado es que me he caído con el skate. Te he llamado para que le dijeras al chofer que viniera a por mí pero no me has cogido el móvil. Por suerte, una chica muy generosa que iba pasando por la calle me ha llevado a su casa y ha llamado a su médico para que me curara y después la ha dicho a su chofer que me trajera y aquí estoy.- dijo de forma medio enfadado.

Que chica más generosa ¿no? Creo, que para ayudarte así le has caído bien o quizás algo más ¿no?

Pues que sepas que esa chica es guapísima y a mí me ha gustado. Y ahora déjame que me voy a dar una ducha.

Bueno. Te dejo, pero te aviso cuando la cena esté en la mesa.- dijo cerrando la puerta.

A la misma hora en otro pueblo...

Allí estaban lo dos, en la terraza, de noche muy acaramelados. Recordando cada vez que se habían peleado y se habían vuelto a reconciliar.

Que bien que estemos juntos.- dijo María

Sí. Nosotros nacimos para estar juntos.- contestó Pablo.

Te quiero.- contestó María.

Y Pablo le dio un beso. Ella siguió diciéndole que le quería pero, en ese instante, sonó el móvil de Pablo. El estuvo hablando y al rato...

No me esperaba que me fueras ha hacer esto.- dijo Pablo.

¿Pero que te he hecho, cariño?

Me ha llamado Sergio y me ha dicho que en el partido de fútbol te liaste con él mientras yo competía.

Eso no es cierto.- dijo María tristemente.

No me lo esperaba...- dijo Pablo saliendo por la puerta.

María se puso a llorar. No pensaba que el  que había sido su amigo alguna vez, fuera capaz de hacerle eso. De ser tan mentiroso y tan falso como para arruinarle la relación con la persona que más quería. No puede hacer eso solo por que le gustaba ella.

Amor de adolescentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora