Incluso Quirón les dio a Piper y Jason su voto de confianza. Les tomó todo el resto de la tarde y parte de la noche explicárselo, pero la motivación que sintieron cuando el centauro colocó sus manos sobre sus hombros y dijo: »Bien hecho» con una sonrisa afable, no tuvo igual. Luego los mandó a dormir.Temprano al siguiente día se reunieron con los campistas de Afrodita y Apolo, sumados a Percy y Annabeth, en la cabaña de Zeus. Entre todos trazaron el plan perfecto, atando cualquier posible cabo suelto para que no haya la más remota posibilidad a fallas.
Ayudó que Percy y Annabeth conocieran qué se sentía estar bajo ese hechizo. Ayudó que Will estuviera libre y que sus sentimientos por Nico fueran sinceros. Pero sobre todo, ayudó el entusiasmo que mostraron todos y su apoyo incondicional hacia Piper y Jason.
Todos estaban de acuerdo en algo: Nico era un caso delicado. Tenía tendencia a hacerse creer a sí mismo que no pertenecía al campamento. Sin Will, su mayor soporte y ancla social, no tenía razón para quedarse. Si dejaban a Nico partir, quién sabía si lo volverían a ver.
Esto les dejaba todavía al último día del campamento de verano como fecha límite. Y eso era hoy mismo. El único programa pendiente era la fogata. Mañana por la mañana los campistas partirían a sus hogares.
Era ahora o nunca.
Piper y Jason inspiraron hondo antes de ponerse sus cazadoras negras de Asociación Reparara Relaciones, abreviado ARR (las cuales la cabaña de Afroditas les fabricó en un dos por tres luego de enterarse lo que habían estado haciendo) y gafas oscuras.
Caminaron en cámara lenta a través del campamento, seguidos de cerca por miembros de la cabaña de Apolo, como el coro de una obra teatral. Los últimos rayos del sol los iluminaron como reflectores antes de que el cielo se oscureciera.
Cuando llegó el momento, se dieron un saludo especial de manos para darse suerte y tomaron caminos separados.
Jason tumbó la puerta de la cabaña trece de una patada. Allí, como imaginó, estaba Nico di Angelo, sumido en una siesta reparadora.
Los seguidores de la cabaña de Apolo que lo habían acompañado hasta allí, dejaron escapar un grito ahogado colectivo cuando el hijo de Júpiter estiró los brazos hacia el frente con los dedos entrelazados y luego fue a por él.
Todos sabían que cuando el hijo de Hades dormía, debían dejarlo dormir. Las consecuencias solo podían ser fatídicas.
Jason le sacudió el hombro. Nico gruñó.
—Déjame en paz.
—Arriba, niño zombie —insistió Jason, esta vez hincando su costado—. La fogata está a punto de comenzar.
Nico le dio la espalda y se hizo un ovillo.
—No iré.
—Sí irás.
En este punto, los hijos de Apolo que observaban desde afuera estaban comiendo Pringles y haciendo apuestas.
Nico se tapó la cabeza con su almohada. Jason asintió con la cabeza en señal de «Bien, si así es como lo quieres...».
Tomó a Nico y lo tumbó sobre su hombro como un costal de papas. El hijo de Hades pataleó y lo maldijo de todas las maneras que conocía, ya sea en inglés, griego, italiano o español, incluso en idioma zombie.
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As long as we are together?
FanfictionSiempre y cuando estemos juntos, fuerte afirmación y tan famosa frase en el campamento, se ha transformado en una interrogante. Percy Jackson y Annabeth Chase, eternos responsables de esta promesa de amor, han peleado y la cosa va en serio. Tanto a...