(Narra Karry)
Aún no puedo creer que Manu haya recorrido todo ese trayecto simplemente para verme y apoyarme. Lo tengo en mi habitación, y aún siento que es un holograma que puede desaparecer. Me detuve frente a el, sin avisar lo abrace con todas las ganas de dos años sin verlo. Lamentablemente, olvidé que Manu suele tener poco equilibrio, y caímos en mi cama. Estar encima suyo, me hizo sonrojarme de sobremanera. Sus azulados ojos estaban fijos en mi. Cada vez su rostro se acercaba mas al mío. Mi corazón latía fuertemente, como un caballo galopando. Miles de emociones corrian por mi mente, miles de sensaciones corrian por mi cuerpo. Sus labios rozaron con los mios, me estremecí con ese simplemente acto. Hasta que escuché como Jack me hablaba desde el otro lado de la puerta. Aproveché para zafarme de la situación. Conteste su pregunta, y me senté en la cama algo avergonzada por lo que acababa de pasar.
(Narra Manuel)
Me acerqué lentamente a sus labios, notando la confusión en su mirada. También sus mejillas que poco a poco se tornaban a un color rojizo. Nuestros labios rozaron, sentí una corriente por todo mi cuerpo. Mi corazón estaba acelerado; retumbaba de manera casi dolorosamente en mi pecho.
"Karry... ¿tu dejaste la luz de la sala de estar encendida?" Se escuchó una voz adormilada desde el otro lado de la puerta. Ambos saltamos de la cama avergonzados. "Si Jack, fui yo lo siento" respondió ella sonrojada. Luego se sentó al otro lado de la cama, yo ocupé una silla al lado del escritorio. Aun sentía el roce de mis labios con los suyos. Estaba en lalalandia. Aunque también el sueño y el cansancio estaban comenzando a ganarme.
"¿Quieres descansar?" Me preguntó de repente Karry. La miré fijamente y asentí. Amaba hacer eso, siempre se ponía nerviosa y bajaba la mirada. Me levanté del asiento que estaba ocupando y me dirigí a donde se encontraba mi mochila. Saqué una camisa sin manga gris y un pantalón largo de dormir negro. "¿Puedo pasar al baño?" Pregunté, algo tímido, ella me hace ser así. Ella asintió, en la misma habitación estaba el baño. Me cambié de ropa, ya no tenía que ocultar mis cortadas, se preguntarán, ¿por qué no te las curas si eres parte angel y parte demonio? Respuesta: me auto-lesioné, por lo tanto, no puedo quitar algo que yo mismo creé. Terminé de cambiarme y salí, aunque estoy mas flaco, aún tengo mi forma. Observé la reacción de mi Karry. Su cara era de asombro y algo de vergüenza. Se levantó de la cama e hizo un ademán para que me acostara, muy exagerado por cierto. Solté una corta risa, pero obedecí. La cama era realmente cómoda, y su olor estaba impregnado en las sábanas. En pocos minutos, me dejé ganar por el sueño.
(Narra Jack)
Estoy tan desesperado... mi Clary. Le prometí que cuidaría de ella, me prometí que jamás alguien le haría algo de nuevo. Le fallé, me siento fatal. Quiero morir, pero no, no es momento de ser negativo. Debo salvarla, debo traerla a casa sana y salva. Porque sino, jamás me perdonaría a mi mismo si algo le llega a pasar. Estuve toda la noche desvelado, había escuchado como Karry llamó a Manuel. Esos dos, no se porque aún no están juntos. Pero ese chico, tiene algo especial, emana unas vibras que conozco muy bien. Algo que yo mismo siento todos los días.
En la madrugada, escuché golpes en la puerta, pero los ignoré porque ya sabía quien era, ellos necesitan aclararse el uno con el otro. Giré nuevamente en la cama, estaba casi dormido cuando llegó un hilo de luz directamente a mi cara. Joder, Karry dejó la luz encendida. Luché con mis extremidades hasta que me permitieron levantarme, si simplemente apago la luz, Karry sospechara. Normalmente soy muy atento a todo, así que me dirigí a su habitación y desde afuera pregunté si ella habia prendido la luz. Al recibir su respuesta, me dirigí a la cocina. Abrí la nevera, estuve como zombie mirandola unos minutos hasta que decidí agarrar la leche y servirme en un vaso. Necesito aclarar mi mente, necesito encontrar a Clary. Siento los primeros rayos de luz, mi mente de esta despejando con el amanecer. "Su ex-casa..." dije para mi. Terminé de comer, agarré una muchila con provisiones y le escribí una carta a Karry y Manuel.
