(Narra Karry)
Manuel seguía estático observando esa extraña marca en mi muñeca. Luego de unos minutos en ese incomodo silencio siguió caminando, parecía aturdido. Le seguí el paso, sin embargo alguien toco la puerta, me di la vuelta para investigar quién era.
Al llegar a la puerta, miré por la cosita esa, por la que puedes ver al otro lado sin necesidad de salir y me sorprendí muchísimo al ver quién estaba al otro lado.
(Narra Jack)
"A casa de alguien especial" dije con una sonrisa. Seguido, volteé la casa adentrandome en un bosque. Caminé como por 20 minutos con Clary en mis brazos evitando chocar con las ramas de los árboles y caerme por la húmeda en el suelo. A este punto, ya ella estaba inconsciente en mis brazos, hecho que me hacía un poco mas complicado desplazarme fluidamente.
Un sentimiento de alivio cruzó por mi pecho al ver aquella casita de madera tan conocida, con sus paredes blancas y azules claras. No pude aguantar mi sonrisa y aceleré el paso. Al llegar a la entrada, toqué la puerta con mi pie, haciendo un esfuerzo para no lastimar a Clary. Pasos se escucharon acercándose a la entrada. Al abrirse, pude ver ese rostro tan conocido nuevamente.
"Mamá" dije mientras unas lágrimas bajaban por mis ojos. Su mirada era aterrorizada, de preocupación y confusión."Jack... ¿Qué te ha pasado?" Dijo mientras echaba un vistazo a mi maltratado cuerpo y miraba fijamente el cuerpo inconsciente en mis brazos.
"Hablaremos luego" dije, ella asintió dejándome entrar. Rápidamente coloqué delicadamente a Clary en el sofá. Mi madre fué al baño y regresó con una caja llena de objetos de primeros auxilios. Halé una pequeña silla colocándola al lado de Clary. Mi corazón estaba algo acelerado y un sin fin de emociones me recorrían sin cesar. Tomé algodones y con agua oxígenada comencé a limpiar sus sangrantes heridas. Mi madre me observaba parada al costado.
"¿Por qué no usas tu don en ella?" Dice repentinamente. Me quedé congelado por unos segundos.
"No puedo" digo simplemente. Levanto mi mirada hacía mi madre, señalo mis ojos y parpadeo varias veces para hacer visible que mi lado demoníaco estaba aún activo. Por unos segundos, ella se queda perpleja observándome, aunque reacciona asintiendo."Deja que yo haga eso, puedes infectarla en ese estado" dice acercándose. Bajo mi mirada soltando los algodones y gasas que sostenía en mis manos. Me levanto de la silla intentando irme lo más rápido. Sin embargo, mi madre sostiene mi brazo evitando mi escape. Suspiro resignado y volteo para enfrentar su preocupada mirada maternal.
"¿Qué ha pasado Jack?" Dice mientras delicadamente limpia una herida en el rostro de Clary, al remover toda la sangre suelta un grito ahogado en sorpresa. Clary tenía una herida bastante profunda, daba escalofríos con solo mirarla. Mi madre pasa una mano por el rostro de ella removiendo los cabellos ondulados que caían por el.
"Pobre niña... decir.. que has tenido que sufrir tanto a tan corta edad" dijo mi madre con la voz algo quebrada. Así era ella, maternal, amable y preocupada por todo el mundo a su alrededor.
"Su ex-pareja la ha secuestrado, es un maldito psicópata obsesionado. Al parecer ha decidido desquitar el que ella se haya ido maltratandola así...." digo, intento seguir pero un nudo se forma en mi garganta evitando que continúe con mi relato.
"¿Ella es Clary, no?" Dice mi madre, le sonrío asintiendo.
"Ella es mi Clary" digo con orgullo.
"Ella no es un objeto, es tu compañera, debes amarla y cuidarla, sin embargo ella no es tuya." Dice mi madre, me quedo callado."Vale, lo siento" digo rascando mi nuca algo sonrojado. Aveces digo las cosas sin pensar y cuando me corrige así me da mucha vergüenza. Ella suelta una risita, típicas de ella cuando yo hago ese acto al aceptar mi error. Agarra de la caja una aguja, le pone hilo, el que se usa para suturar las heridas y coloca algo de anestesia dentro de la herida de Clary. Lentamente, comienza a andentrar la aguja en su carne, cosa que me da algo de náuseas. Veo como las facciones de Clary se endurecen.
"No pequeña, no te muevas, te dolerá más." Dice calmadamente.
"Jack, sujeta su cabeza un momento." Dice, a lo que obedezco inmediatamente. Cuando mi madre vuelve a introducir la aguja en su piel, volteó mi rostro aguantando las náuseas."Vamos Jack, ¿enserio?" Dice en tono de burla.
"Yo no soy enfermero" digo evitando observar a mi madre cosiendo el rostro de una de las personas que más amo en mi vida.
"Lose, pero creo que después de tantos años debes haberte acostumbrado. Ya sabes, con todas las cosas que viste." Dice mi madre desinteresadamente. Cierro mis ojos intentando borrar esos recuerdos del pasado."Vale, creo que ya esta" dice mientras coloca una gasa para evitar que se infectara la herida asegurandola con algo de cinta adhesiva. Suspiro, mientras mi madre sigue limpiando y curando las heridas de Clary.
"Oh Dios" dice exaltada. Volteo rápidamente mi rostro.
"¿Qué pasa?" Digo acercándome nuevamente. Mi madre tenía unas tijeras y estaba cortando lo que quedaba del pantalón de Clary. Una ira inmensa recorrió todo mi cuerpo al ver el gran corte que se veía a simple vista. Incluyendo los grande moretones dorados, casi negros por sus piernas. Siento como mi cuerpo comienza a emanar poder, mi madre voltea calmadamente su rostro para observarme."Jack" me dice, aunque hago oídos sordos a su llamado. Ella se acerca a mi y de repente mi visión se nubla junto con un fuerte dolor que recorre mi cuello y espalda. Todo se vuelve negro, me dejo llevar por la inconsiencia y la oscuridad.
(Narra Karry)
Era Guillermo, por unos segundos la sorpresa recorrió tan fuertemente mi cuerpo que se me hizo incapaz hacer movimiento alguno. Al escuchar nuevamente el golpeteo de sus puños en la puerta, reaccioné abriendola de golpe. Lo encontré allí, con su imborrable sonrisa, cabello castaño totalmente liso y ojos verdes esmeralda. No podía faltar su tono de piel bronceado y la chamarra de chico 'malo'.
"Hola Karry" dijo, acto seguido me sonrió tiernamente y se lanzó a abrazarme. Correspondí gratamente a este sintiéndome tranquila al estar rodeada de sus muy trabajados brazos. Pasamos así unos minutos, hasta que nos separamos.
"¿Estás bien querida?" Dijo analizando mi cuerpo y dando vueltas a mi alrededor como un cachorro con su nuevo juguete. Asentí con una risa callada.
"No has dicho palabra alguna desde que llegué, ¿acaso no te alegras de ver a la octava maravilla del mundo?" Dice colocando tiernamente sus manos bajo su mentón en un intento para parecer tierno.Intento hablar, otra vez lo he olvidado. Señalo mi garganta.
"¿No puedes hablar pequeña?" Dice con mirada confundida, asiento."Vale... ¿podrías decirme quién es el chico super guapo que al parecer quiere asesinarme?" Susurra en mi oído. Volteo encontrándome con un Manuel, con la mirada blanca. Realmente se ve furioso.
Hago una seña para que venga, sin embargo al notar que lo he visto. Desaparece entrando en una de las habitaciones. Me encojo de hombros.
"Ay querida, creo que le he hecho enojar." Dice con falso drama Guillermo. Lo miro, fingiendo enojo y volteo los ojos. Le hago un ademán para que entre."Tenemos algunas conversaciones pendientes princesa" dice pasando una mano sobre mis hombros. Río a la vez que enarco una ceja. Este chico es especial.
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Continuará...
Okay! Alfin ♡ capítulo escrito para celebrar el final de clases.
Enserio, amo escribir. Se que hay muchos lectores fantasmas por ahí, que me encantaría conocer. No soy la mejor escritora, sin embargo me anima mucho cuando comentan y votan en mis obras. Realmente es algo que me encanta, me inspira ayudandome a seguir escribiendo y no tardar tanto con los capítulos. Nunca me he quejado de los lectores fantasmas, al inicio era así. Aunque me di cuenta, que el comentar es algo muy importante para el autor de las novelas y nos motiva a día a día intentar mejorar por ustedes. Realmente me gustaría y animaría que sean mas activos a los que siguen mi historia. Enserio, los amo con todo mi kokoro ♡.
¡Espero que lo disfruten!
Chao! Chao!