(Narra Karry)
Sin embargo, pensaba que todo estaba perdido. Entre lágrimas, oscuridad, y desesperación, la opresión en mi pecho aumentaba con cada segundo que pasaba, consiguiendo así que poco a poco mi propio cuerpo me negara respirar con normalidad.
De repente, todo se detuvo. Ya no escuchaba mi acelerada respiración, ni siquiera sentía la opresión en mis pulmones. Solo quedamos yo y las finas perlas cristalizadas que descendían por mi mejilla casi tan lentamente como un amante acariciando por última vez la mejilla de su amada. Intente hablar, sin embargo mis cuerdas vocales no emitían ningún sonido. Una última gota bajo lentamente por mi mejilla, al caer al suelo este se iluminó de una manera que jamás había visto. Una luz tan blanca como la nieve mas pura que puede existir, mi mirada se clava fijamente en la belleza de este hecho. A lo lejos se escuchan unos pasos, rápidamente volteó para ver una silueta acercandose a mi. No siento miedo, ni ganas de escapar. Simplemente me siento en paz.
La silueta va tomando forma, era una chica joven y muy hermosa. Su mirada hacia mi era de ternura, cosa extraña. Intente buscar entre mis enterradas memorias del pasado, pero no encontré su rostro entre estas. Ya estaba realmente cerca de mi, intenté volver a hablar, necesitaba preguntar. Nuevamente, mi garganta no emitió sonido alguno. Una leve frustración paso fugazmente por mi mente hasta que note su sonrisa. ¿Qué piensa esta chica?
"Seguramente no me reconozcas" su voz retumbó en mis oídos, de manera tan sutil como la hermosa melodía de ángeles cantando. Rápidamente quede enganchada en su mirada.
"Solo quiero decirte Karry, eres especial. Muchas cosas difíciles están por venir a tu vida, retos y obstáculos que tendrás que encontrar la manera de superar y poco a poco descubrir quién eres." Se acercó más a mi cuerpo colocando una mano en mi mejilla.
"Solo te pido... que cuides de Manuel; yo te guiaré por este oscuro sendero, seré tu luz, tu voz y si es necesario tu salvación" ahora colocó ambas manos en mi rostro obligandome a mirarle fijamente a los ojos.
"Tendrás que aprender a levantar tu voz, a expresarte sin que salga de tu garganta una sola palabra, obtendrás el don de los actos. Sin embargo, tu debes desarrollarlo. Hasta que logres dominarlo, tu voz se quedara conmigo." La mire extrañada. Ella me sonrió tiernamente.
"Esto es solo el principio"
Dejé de sentir su maternal calor en mi rostro, sus palabras me desconsertaron en gran manera. Nuevamente vuelvo a sentir mi cuerpo pesado, la luz se aleja y extiendo mi mano en un intento para que no me deje sola. Intento vagamente en analizar la nueva información brindada. Aunque la verdadera duda que permance en mi es ¿quién es esa mujer y que tiene que ver conmigo? Dijo que quizás no la reconozco, eso significa que en algún momento de mi vida la conocí. Sin embargo, todos los intentos por descifrar el origen de esta mujer fueron en vano.
Regreso de un golpe a la realidad. Siento mis mojadas mejillas. Paso lentamente mi mano por mis alborotados cabellos observando lentamente a mi alrededor. Mi habitación esta completamente en orden. Me levanto del suelo, mis piernas fallan por unos segundos pero logro sujetarme al escritorio antes de caer. Me dirijo fuera de la habitación, volviendo a la sala donde se encontraba solo Manuel sentado en el suelo. Se veía perdido, incluso su suéter se había bajado dejando a la vista sus brazos y las vendas que constantemente utilizaba. Me acerqué a el sentandome a su lado cruzando mis piernas. Ladeó levemente su rostro dejandome ver sus ojos rojos e inchados de tantas lágrimas derramadas. Sin previo aviso se abalanzó sobre mi cuerpo escondiendo su cara en mi cuello. Pase unos cinco segundos sin reaccionar hasta que correspondí su abrazo. Siendo sincera no se mucho de la vida personal de Manuel, aunque estoy decidida a descubrirlo.
Pasamos en esa posición varios minutos, en silencio brindandole el más inocente consuelo que podríamos darnos el uno al otro. Manuel se separó lentamente de mi, pasó su mano por sus oscuros cabellos, por primera vez desde que llegó pude analizar tranquilamente su físico. Estaba delgado, sus clavículas se marcaban sin necesidad de esfuerzo. Las cuencas oscuras debajo de sus pozos azulados dejaban saber que no ha llevado buenos hábitos ni de sueño ni alimenticios. Sin embargo, su hermosa sonrisa seguía igual, con los dos pequeños hoyuelos formandose en sus mejillas. Me derretía el alma.
"Gracias" dijo simplemente. No había necesidad de decir más. Intenté decirle un 'denada' sin embargo nada salió de mi garganta. Manuel me observó extrañado y entonces llegaron las palabras de la joven mujer a mi mente. 'Hasta que logres dominarlo, tu voz se quedará conmigo.' Lo decia literalmente, un aire de pánico llegó inconscientemente a mi y acto seguido intente emitir palabras, sin embargo nada.
"Karry" Observé a Manu, su mirada era de extrañado. Lo miré intentando comunicarme de esta manera.
"¿Qué te pasó?" Dijo, sin embargo le lancé una mirada y señale mi boca. El asintió soltando una pequeña risita.
"Vale, buscaré algo" se levantó dirijiendose al escritorio de Jack. Trajo consigo un papel y lápiz dejandolos frente a mi. Rapidamente tome ambos objetos entre mis manos.
"Esto es tan cliché como las películas esas de romance" Escribí honesta, Manuel sonrió.
"Cierto" solté una risa callada.
"Fue algo extraño, solo diré que al parecer tengo algún tipo de misión." Escribí soltando el papel. Manuel lo leyó y sus facciones parecían de sorpresa.
"Pero... no es posible Karry. Tu eres solo..." se calló antes de finalizar su oración. Lo miré haciendo muecas preguntando que iba a decir. El simplemente dijo que no era nada y se levantó estirando su mano hacia mi. Sujeté su mano para levantarme y la manga de mi suéter se subió dejando ver una marca en mi muñeca. Era un dibujo, parecía casi un tatuaje pero con suaves y finas lineas blancas trazando ls silueta de la luna con unas formas extrañas. Manuel se quedó estático observando mi muñeca, cosa que también hice.
"¿De dónde sacaste eso?" Preguntó. Sin embargo, estaba igual o mas confusa que el, así que simplemente me encogí de hombros.
(Narra Clary)
Sus ojos parecían oscuras esferas de fuego mientras que su rostro tenia una profunda herida en la mejilla derecha. Toda su ropa estaba salpicada en sangre, y puedo decir que su cuerpo casi emanaba una luz gris. El terror invadió mi cuerpo. En un movimiento abrupto me lancé hacía atrás sintiendo un horrible dolor en todo mi cuerpo. Lo que me hizo soltar un sonoro gemido. Jack me miro con tristeza, notando mi miedo hacía su mirada.
"Clary..." dijo, esa voz... esa voz corrompida. Me derretía el alma, el miedo se desvaneció al instante al igual que sus ojos volvieron a ser los mismo de siempre. Se acercó a mi posición acariciando mi rostro y soltando mis extremidades del amarre que me mantenía inmovil. Mis muñecas estaban con moretones oscuros y mis tobillos sangraban. Jack paso delicadamente sus brazos bajo mi cuerpo levantándome con el acto. El dolor ya no existía, solo eramos el y yo. Caminó sacandome de aquella horrible casa. Logre divisar el cuerpo inconsciente de Steven en el suelo del comedor. Una corriente de alerta paso por mi cuerpo, sin embargo Jack beso mi mejilla calmando todo miedo u ansiedad que pasaba por mi mente. Mis ropas estaban rasgadas y manchadas de sangre al igual que las de Jack.
"¿A dónde vamos?" Logré emitir sonido. El sonrió acarciando mi nariz con la suya.
"A casa de alguien especial"
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Continuará...
Hehe... amé este capítulo.
Los dejo ^-^
Espero que lo disfruten!
Chao! Chao!
