Sweet Crime «j.b» |short story|

ocho

Narrador omnisciente.

Serena estaba tan ocupada tratando de solucionar el tema del asesino misterioso, que dejó de matar por una semana.

Dibujo boceto tras boceto, su cuarto estaba lleno de bolas de papel arrugadas y solo una hoja sobre la mesa.

Salía en su camioneta con Justin cada mediodía a recorrer el centro comercial, para tratar de reconocer a alguien con los bocetos. Pero fue imposible.

Los dos están ahora en el crucero, disfrutando de unos días libres.

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-¿Serena?- alguien me tocaba el hombro.

Dimos media vuelta con Justin.

-¡Donatella! Que sorpresa- miré a Justin con confusión.

Por si no sabían, Donatella es la dueña actual de la empresa Versace. Es la ultima persona para matar en mi lista y la mas poderosa también.

-¿Sabes algo Donatella? Tengo que ir a buscar unas sabanas, nos vemos en un rato, ¡querida!- le di un beso en la mejilla y agarré a Justin de la mano.

Justin saludó en el aire con la mano y nos fuimos al galope de un caballo.

Al llegar a nuestra habitación, nos tumbamos en la cama a mirar el techo.

-Es incomodo tener que mirar a mi próxima víctima- dijo Justin entre risas.

-Ni me digas- sonreí- me voy a dar un baño relajante en el jacuzzi, si quieres ve a buscar helado al buffet

Me paré y traté de colocarme una bata con mi ropa interior hasta que las palabras de Justin salieron de su boca.

-Me gusta ésta vista- dijo Justin guiñandome el ojo.

Sonreí y lo dirigí hasta la puerta, nos dimos un beso rápido y cerré.

Jacuzzi ahí voy.

Al correr de unos minutos ya estaba dentro del baño de sales.

Nunca me sentí tan relajada.

Decidí colocarme una venda para los ojos que había sobre los costados del jacuzzi. Supongo que debe ser parte de la experienza jacuzziniera. No se si existe ésa palabra, sólo quiero sonar más interesante de lo que soy.

Estiré las piernas y me deje llevar.

Hasta que escuché un ruido. ¿Nunca puedo estar tranquila?.

-¿Justin?- grité desde el jacuzzi.

Nadie respondió. Pero supuse que era él, no quería pensar otra cosa.

En cuestión de segundos yo estaba con la cabeza bajo el agua. Alguien me empujaba cada vez más adentro con sus manos en mi cráneo. Intenté patalear pero nada me salía.

Para cuando se detuvo y fugó, yo estaba débil y agitada. Me sentía frágil. Y me desmayé.

Narrador omnisciente.

Cuando Justin entró a la habitación y vio a Serena en el suelo, la sujetó en sus hombros y la llevó a la enfermería del crucero.

La acostaron en una camilla y le pasaron suero por las venas, a través de una aguja en su muñeca, para tratar de eliminar el cloro y las sales que tragó al tratar de defenderse.

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Justin estaba sentado al lado de Serena todo el tiempo.

Cuando despertó lo hizo bruscamente, tanto que casi se cae de la camilla. Miró a ambos lados para comprobar que estaban solos y soltó una frase de su boca:

"Fuiste tú Justin".