Capítulo 8-Segunda parte.

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Era un dolor insoportable, cortaron de mi rodilla para abajo.
¿Ahora tendría que luchar? -Pensé mientras ellos ser reían por como me torturaban.

Beth corrió, yo sólo me arrastré para no seguir con ese dolor. No sabía que hacer, pero casi me daba por vencido.
Seguí arrastrándome, hasta llegar unas escaleras dónde caí, dando vueltas hasta llegar al fondo.
Me desangraba, que pensaba que ahí era mi final, pero no fue así.
Salió una señora, quien me arrastró hasta una habitación, ahí, comenzaba a mirar borroso y quedar inconsistente.

Después de unas horas, desperté con la parte que quedaba de mi pierna, vendada.
Eso me pareció extraño, ya qué... si una persona de aquí sabía sobre enfermería la hubiesen matado ¿Acaso es uno de ellos?
No quería mortificarme, mejor traté de pararme y pensar que era un gesto amable que hasta unas muletas me dejaron.
Me paré, mis lágrimas salieron... era difícil, ni siquiera podía sostenerme, ni con las muletas.
Sabía que no tenía que pararme pero quería saber sobre Beth, así que iba en camino a buscarla, claro, con mucho esfuerzo. Pero aprendí pronto, no podía quedarme ahí, esperando que acabaran conmigo de una buena vez.
Al salir de esa habitación donde desperté me llevé una gran sorpresa...

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