Y descubrí que puedo aguantar sóla.
Descubrí que echaba de menos nuestras charlas.
Descubrí que aunque ame que me ayudes aún consigo sobrevivir sóla.
Descubrí que la música hace las veces de abrazo.
Descubrí que las historias hacen las veces de escondite.
Descubrí que el boli y el papel hacen las veces de conversaciones para desahogarse.
También descubrí que a pesar de que la música intente sustituirlos sigo queriendo tus abrazos.
Descubrí que aún prefiero esconderme entre tus brazos.
Descubrí que todavía necesito desahogarme hablando contigo.
Descubrí que puedo bailar sóla.
Y descubí que sigo eligiendo bailar contigo.
Descubrí que se caminar por mi cuenta.
Y también descubrí que todavía prefiero hacerlo con tu mano estrechando la mía.
Descubrí, que si te fueras, tendría que poner todo de mi parte pero sobreviviría.
Y sobretodo, descubrí que aún sabiendo que sobreviviría lo único que quiero es que te quedes conmigo.